Los cient¨ªficos descubren gran cantidad de materia org¨¢nica en el cometa Tempel 1
El an¨¢lisis de la misi¨®n Deep Impact ofrece los primeros datos del interior de un cometa
Cient¨ªficos de medio mundo presentaron ayer los resultados de la misi¨®n Deep Impact de la NASA, que el pasado 4 de julio estrell¨® un proyectil contra el cometa Tempel 1 para estudiar el n¨²cleo de estos cuerpos celestes, testigos de los remotos or¨ªgenes del sistema solar. El n¨²cleo del Tempel 1, cuya superficie est¨¢ cuajada de cr¨¢teres, se compone de part¨ªculas muy finas (entre 1 y 100 micras) y muy poco compactas. La composici¨®n qu¨ªmica del n¨²cleo es similar a la del coma (el halo del cometa) excepto en un detalle: tiene una cantidad mucho mayor de compuestos org¨¢nicos.
Los resultados se publican ma?ana en tres art¨ªculos de la revista Science. El primero analiza los datos transmitidos a la Tierra por el propio proyectil -hasta cuatro segundos antes del impacto- y por la nave que lo lanz¨® contra el cometa, ambos cargados de instrumentos cient¨ªficos. El segundo recoge los resultados de 70 observatorios terrestres y orbitales, entre ellos, el telescopio espacial Hubble, que en julio enfocaron sus instrumentos hacia el Tempel 1 para analizar el impacto y sus consecuencias.
El tercer art¨ªculo presenta los datos de la nave Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA), que va de camino hacia otro cometa y activ¨® sus instrumentos para registrar tambi¨¦n el impacto. En total han colaborado m¨¢s de 250 cient¨ªficos.
El proyectil, de 370 kilos y del tama?o de una lavadora, penetr¨® unas decenas de metros en el n¨²cleo del Tempel 1. El impacto lanz¨® al exterior una buena cantidad de material interno del cometa, que gracias a eso pudo ser analizado por varios m¨¦todos: la luz que refleja ese material da muchas pistas sobre su composici¨®n qu¨ªmica. Su grado de opacidad, la velocidad con que resulta lanzado y, sobre todo, la forma en que vuelve a caer sobre el cometa (por gravedad) han permitido a los cient¨ªficos estimar el tama?o de las part¨ªculas que lo forman, y tambi¨¦n la masa del propio Tempel 1.
Seg¨²n esos datos, el n¨²cleo del cometa est¨¢ hecho de part¨ªculas muy finas, con un di¨¢metro de entre 1 a 100 micras (mil¨¦simas de mil¨ªmetro). Y no pueden estar muy compactadas, porque el cometa tiene una densidad sorprendentemente baja, de 620 kilos por metro c¨²bico (el agua tiene una densidad de 1.000 kilos por metro c¨²bico). El n¨²cleo del cometa no se parece a una roca, sino a una pelota de polvo que se mantiene unida por su propia atracci¨®n gravitatoria.
Los datos m¨¢s curiosos proceden de la comparaci¨®n de los espectros luminosos antes y despu¨¦s del impacto. Como todos los cometas, que son bolas de hielo y polvo, el Tempel 1 va expulsando material cuando su ¨®rbita se acerca al Sol. Los investigadores han comparado esas expulsiones naturales de material superficial con las causadas por el impacto.
Antes del impacto, el material lanzado consiste sobre todo en agua y CO2, c
on peque?as cantidades de sustancias org¨¢nicas (es decir, compuestos de carbono similares a los constituyentes b¨¢sicos de la vida). Tras el impacto se ve un gran incremento de los compuestos org¨¢nicos, que llegan a ser tan abundantes como el agua.
Un buen refugio contra el calor
La luz infrarroja emitida por el Tempel 1 ha permitido a los cient¨ªficos calcular con bastante precisi¨®n la temperatura de la superficie de su n¨²cleo en los d¨ªas del impacto, cuando el cometa estaba a 134 millones de kil¨®metros de la Tierra. Las zonas iluminadas por el Sol estaban a 56 grados cent¨ªgrados, y las que quedaban a la sombra de alg¨²n accidente topogr¨¢fico no pasaban de 13 bajo cero.
El n¨²cleo del cometa rota sobre su eje (da una vuelta cada 41 horas), y por tanto las zonas de luz y de sombra var¨ªan continuamente. El hecho de que, pese a ello, la temperatura se pueda correlacionar tan bien con la luz y la sombra indica que el Sol s¨®lo puede calentar la capa m¨¢s superficial del cometa. De lo contrario, el calor acumulado en las capas m¨¢s profundas impedir¨ªa que las zonas sombreadas se enfriaran tan r¨¢pido.
"El interior del cometa est¨¢ bien protegido del calentamiento que sufre la superficie", explica el investigador principal de la misi¨®n Deep Impact, Michael A'Hearn, en una nota de la Universidad de Maryland.
"El calor no se conduce f¨¢cilmente al interior, y el hielo y los dem¨¢s materiales situados a cierta profundidad pueden permanecer pr¨ªstinos e inalterados desde los or¨ªgenes del sistema solar, tal y como muchos cient¨ªficos hab¨ªan teorizado".
Seg¨²n A'Hearn, uno de los hallazgos m¨¢s interesantes de la misi¨®n es el alto contenido en compuestos del carbono que ha revelado el interior del cometa. "Este hecho indica que los cometas contienen una cantidad sustancial de material org¨¢nico", escribe el l¨ªder de la misi¨®n, "y que, por tanto, podr¨ªan haber tra¨ªdo ese material a la Tierra en los inicios de la historia del planeta, cuando los impactos de asteroides y cometas eran muy comunes".
Eso ocurri¨® hace 4.500 millones de a?os.
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