La senadora

La actuaci¨®n de los gobernantes ha encolerizado a buena parte de la prensa norteamericana, como ya relat¨® este peri¨®dico d¨ªas atr¨¢s. Y ello tiene algo que ver con la sumisi¨®n de muchos medios estadounidenses (prensa, radio y televisi¨®n) en torno a la guerra en Irak. S¨®lo cuando salieron a la luz las falsedades de la Administraci¨®n de George W. Bush, la prensa ha recuperado su protagonismo y su papel. Un reportero de la cadena de televisi¨®n CNN le quit¨® la palabra a una senadora dem¨®crata del Estado de Misisipi cuando ¨¦sta elogi¨® sin venir a cuento al Gobierno federal. El periodista le pregunt¨® si ten¨ªa ojos y ve¨ªa los cad¨¢veres flotando alrededor, los almacenes siendo saqueados y ninguna ayuda federal durante los primeros d¨ªas de la tragedia. El reportero le espet¨® a la senadora de Misisipi que, en estas circunstancias, no soportaba que un pol¨ªtico elogiara a otros pol¨ªticos en lugar de exigirles lo que es justo. La senadora enmudeci¨®.

"La Administraci¨®n Bush tiene que apechugar con el hecho de que en los ¨²ltimos 25 a?os (...) los salarios reales se han congelado o reducido para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, las horas de trabajo se han incrementado, los beneficios han disminuido y los derechos civiles se han recortado", escribi¨® Noam Chomsky d¨ªas atr¨¢s. Y estas son las condiciones para que se produzca "un descenso a la barbarie" que conllevar¨ªa el ascenso del fascismo, hacia el que los Estados Unidos de Am¨¦rica parecen deslizarse.

www.ignaciocarrion.com