Un campe¨®n entra?able
Federer sigue arrasando y sus rivales le elogian deportiva y humanamente
"Le conoc¨ª en el 98, cuando ¨¦l ten¨ªa 17 a?os. Y no ha cambiado". Lo afirma la periodista suiza Fabienne Benoit, que sigue el circuito ten¨ªstico desde hace muchos a?os. "Bueno", agrega, "un poco s¨ª, porque se ha abierto m¨¢s. Ahora es mucho m¨¢s divertido que antes". Benoit define a Roger Federer, que ayer disput¨® la final del Open de Estados Unidos por segunda vez consecutiva, en la que derrot¨® a Andr¨¦ Agassi en cuatro sets por 6-3, 2-6, 7-6 (7-1) y 6-1 en 2 horas y 20 minutos, como una persona amable y educada. Y evidentemente, ella cree tambi¨¦n que es el mejor tenista del momento. Sus seis t¨ªtulos del Grand Slam lo avalan.
Federer es la estrella m¨¢s brillante del tenis actual, el que m¨¢s t¨ªtulos grandes ha ganado en los ¨²ltimos a?os, el que m¨¢s dinero ha atesorado, el ¨²nico que es comparado a Pete Sampras y a todos los grandes de la historia. Y, sin embargo, es tambi¨¦n uno de los m¨¢s queridos no s¨®lo por el p¨²blico, sino tambi¨¦n por sus rivales del circuito. Este a?o en Wimbledon, tras perder la final contra ¨¦l, Andy Roddick pronunci¨® una de las frases m¨¢s brillantes que se han escuchado sobre el jugador suizo: "Un d¨ªa le dije: 'me gustar¨ªa odiarte, pero eres demasiado buena persona". Y ese es el sentir generalizado en el vestuario. A los jugadores no les queda otro remedio que aceptar su superioridad. "No hay nadie que sea capaz de ponerle bajo presi¨®n, especialmente en pistas r¨¢pidas", reconoci¨® Lleyton Hewitt tras perder frente al suizo en las semifinales. "Es un tenista fuera de serie. Y eso no lo cuestiona nadie. Este a?o ha perdido tres partidos y en dos de ellos tuvo bolas de partido. Su temporada es incre¨ªble". En la misma l¨ªnea abund¨® Agassi tras su derrota en Flushing Medows: "Es el mejor jugador contra el que me he enfrentado nunca".
"Es el mejor jugador con el que me he enfrentado nunca", dijo Agassi tras caer en el Open USA
Sin embargo, a pesar de todo ello, sigue siendo una persona admirable. "Cuando te encuentra en cualquier torneo, te saluda y se interesa por t¨ª", agrega Benoit. "Aqu¨ª, en el abierto americano, me ha saludado todas las veces en que nos hemos cruzado. Y si estaba comiendo me dec¨ªa: 'que aproveche'. Hay muy pocos tenistas as¨ª. Rafa Nadal lo hace. Pero pocos m¨¢s. En general tal vez la mayor¨ªa de espa?oles".
En Suiza es una instituci¨®n. Cuando Federer gan¨® el torneo de Wimbledon por tercera vez este a?o, en Basilea le prepararon un recibimiento que moviliz¨® a unas 5.000 personas. "Con Hingis no ocurr¨ªa lo mismo. La gente no la quer¨ªa. Pero a los suizos les gusta la humildad de Federer, que no cambie de novia en cada momento, que est¨¦ con los pies en el suelo".
No hace alardes, no tiene un jet privado, no se le ve en las grandes fiestas con los famosos. En su garaje, eso s¨ª, hay tres o cuatro coches, entre ellos un Mercedes y un Porsche. Su hermana, Diana, sigue trabajando como enfermera en un hospital de Basilea. Su padre mantiene sus negocios qu¨ªmicos en ?frica y en Oriente Medio. Pero el resto de la familia se ha involucrado completamente en la vida profesional de Federer. Su madre, Lynette, se ocupa de los asuntos comerciales, con la ayuda del padre, Robert. Su novia Mirka Vavrinec, le lleva los temas medi¨¢ticos.
En 1998 fue considerado el mejor junior del mundo. Y su entrada en el circuito no era ya m¨¢s que una cuesti¨®n de tiempo. Lleg¨® con fuerza en 1999. Y en 2003 gan¨® ya su primer t¨ªtulo del Grand Slam en Wimbledon. Poco despu¨¦s, tras un viaje a Sur¨¢frica, cre¨® su propia fundaci¨®n en Porth Elisabeth para ayudar a los ni?os con sida. "Cuando ves lo que est¨¢n pasando te quedas sin palabras", confes¨®. Y sigui¨® forjando su leyenda deportiva, sin olvidar lo m¨¢s sublime de su condici¨®n humana.
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