El turista residencial gasta 17 euros al d¨ªa en Torrevieja frente a 76 en Ciudadela
Exceltur alerta sobre la sostenibilidad de la oferta que impera en el litoral valenciano
La oferta de alojamientos tur¨ªsticos en Pe?¨ªscola o Cullera reduce a seis metros cuadrados la superficie de playa disponible por turista. El gasto medio de un turista residencial en Torrevieja era de 17 euros en 2003, frente a 76 en Ciudadela (Menorca). Los datos proceden de un informe elaborado por Exceltur, una asociaci¨®n de industriales y empresarios que promueve la excelencia en el sector tur¨ªstico, que apunta que el consumo de agua y energ¨ªa del turista que se instala en un apartamento o chal¨¦ duplica el consumo del turista que acude a un hotel.
Los apartamentos tur¨ªsticos superan el 42% de la oferta de alojamiento en la Comunidad Valenciana, frente al 15% en Catalu?a o Andaluc¨ªa. En algunas zonas la oferta est¨¢ sobresaturada. Si se ocuparan todas las plazas disponibles en localidades como Cullera o Pe?¨ªscola, citadas expresamente en el informe elaborado por Exceltur y la firma auditora Deloitte, la playa ser¨ªa inhabitable. Pero el problema parece extenderse.
Planificaci¨®n y gesti¨®n sostenible del territorio tur¨ªstico, t¨ªtulo del informe, apunta al coraz¨®n del modelo que se ha extendido a lo largo del litoral valenciano con escasas excepciones.
El trabajo se basa en 10.000 encuestas elaboradas en 26 municipios del litoral mediterr¨¢neo, Baleares y Canarias. Benic¨¤ssim, Gandia, Benidorm y Torrevieja soportan la muestra en territorio valenciano.
Exceltur revela que los turistas que acuden a un hotel gastan m¨¢s del doble que los que se instalan en un apartamento. Torrevieja ocupa el ¨²ltimo lugar entre los 26 municipios seleccionados en gasto medio por turista y d¨ªa en ambas categor¨ªas. Benidorm es el municipio valenciano donde m¨¢s gastan los visitantes, 58 euros diarios si se alojan en un hotel y 24 si ocupan un apartamento. Pero se encuentra en la segunda mitad de la tabla.
Benidorm compensa su accesibilidad al sostener la m¨¢s alta ocupaci¨®n. Los hoteleros de Benidorm mantienen ocupadas sus habitaciones un total de 240 d¨ªas al a?o, un registro que aspiran a rozar los industriales canarios.
Pero el objetivo primordial del informe es la sostenibilidad. Los t¨¦cnicos que han elaborado el informe subrayan las dificultades que entra?a elaborar un censo fiable de apartamentos tur¨ªsticos puesto que una inmensa mayor¨ªa no est¨¢n regladas y define las denominadas viviendas de potencial uso tur¨ªstico. El censo de la Comunidad Valenciana arroja una oferta de mill¨®n y medio de plazas de alojamiento tur¨ªstico en tales residencias, un 30% por encima de Andaluc¨ªa, 1,1 millones, y muy lejos de Catalu?a.
Los autores del estudio estiman que el consumo de agua por cada plaza de hotel ronda los 30 millones de metros c¨²bicos al a?o, frente a 58 por cada plaza residencial; el consumo de energ¨ªa salta de 1,5 millones de kilowatios hora a 2,8 millones de kilowatios hora; finalmente, el turista que acude al hotel genera 2,3 toneladas de basura al a?o, mientras que el que se instala en un apartamento genera 4,3 toneladas. Y las proyecciones de consumo que estiman los autores del informe apuntan al colapso.
'Vacacionistas'
El consumo de los turistas que se alojan en apartamentos o chal¨¦s se concentra en alimentaci¨®n y grandes superficies. Los libros y los discos ocupan el segundo lugar entre los productos m¨¢s demandados.
Los turistas que se alojan en hoteles consumen en todo tipo de ofertas de ocio -incluidas excursiones- acuden a restaurantes, compran artesan¨ªa y salvan al peque?o comercio.
Los h¨¢bitos de unos y otros, estimados por los t¨¦cnicos de Deloitte que han elaborado el informe sobre sostenibilidad en la gesti¨®n del territorio tur¨ªstico para Exceltur, confirman la distancia que separa a los turistas en sentido estricto de lo que Jos¨¦ Miguel Iribas, experto analista del sector, denomina vacacionistas.
El primero es el objetivo de la industria tur¨ªstica. El segundo se limita a trasladar su hogar y sus h¨¢bitos.
Las habitaciones de hotel est¨¢n dise?adas para repeler al turista, para invitarle a salir y, por tanto, consumir. Los vacacionistas, sin embargo, hacen la compra semanal, juegan la partida despu¨¦s de comer, hacen la siesta, dan un paseo por la tarde y, tal vez, salen a cenar fuera una noche por semana, lo mismo que en casa.
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