Atenci¨®n al exterior
Sigue habiendo expectativas favorables de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola, como seguramente ratificar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas el FMI, pero su principal problema, el elevado d¨¦ficit exterior, sigue aumentando (un 77% en el ¨²ltimo semestre) y equivale ya al 7,5% del PIB. En un contexto de intensa pulsaci¨®n de la demanda interna, las empresas espa?olas compran bienes y servicios al resto del mundo por mucho m¨¢s valor de lo que venden. Al margen del petr¨®leo, no siempre compramos aquello que no pueden producir las empresas espa?olas o bienes de tecnolog¨ªa avanzada para mejorar nuestra productividad, sino manufacturas de consumo que las empresas extranjeras hacen mejor o a precios m¨¢s bajos. El resultado es una ampliaci¨®n de nuestro desequilibrio exterior, sin que paralelamente se fortalezca el stock de capital de la econom¨ªa.
Ser¨ªa una simpleza considerar que ese resultado es un simple reflejo de nuestro crecimiento, o minusvalorar el problema dado que no hay problemas para su financiaci¨®n. El saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, expresivo de la capacidad o necesidad de financiaci¨®n generada por las operaciones no financieras de la econom¨ªa espa?ola, ha duplicado en estos primeros seis meses el correspondiente al a?o pasado. Y los flujos de financiaci¨®n han ido desplaz¨¢ndose desde las inversiones extranjeras directas, que no dejan de caer, hasta las m¨¢s inestables inversiones de cartera.
Lo m¨¢s inquietante del d¨¦ficit exterior es que revela que seguimos en una econom¨ªa desplazada de las producciones intensivas en conocimiento y, por el contrario, excesivamente dependiente de la construcci¨®n residencial y de un turismo barato que no deja de ofrecer se?ales de vulnerabilidad a la competencia de otros destinos con la igual combinaci¨®n de sol y playa pero m¨¢s barata. Es un reflejo, por tanto, de la creciente p¨¦rdida de competitividad de nuestros bienes y servicios, en un contexto global en el que otras econom¨ªas capitalizan las ventajas derivadas de una inversi¨®n m¨¢s diversificada y de mayor calidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.