El empate electoral alem¨¢n aviva el fuego pol¨ªtico en Francia

Francia miraba a su inseparable socio europeo y se consolaba al ver en Alemania los mismos s¨ªntomas de fatiga: crecimiento raqu¨ªtico, por debajo del 2%; desempleo estructural, por encima del 10%; un d¨¦ficit presupuestario por encima del 3% que marca el Pacto de Estabilidad y un sistema de protecci¨®n social necesitado de reformas. Desde el domingo, los franceses descubren inquietantes paralelismos en la par¨¢lisis pol¨ªtica surgida de las elecciones germanas.

Los paralelismos ponen en evidencia las resistencias a cualquier tipo de reforma en las sociedades de los dos motores tradicionales del proyecto europeo, convertidos cada vez m¨¢s en los dos enfermos continentales. No hay m¨¢s que dar una ojeada a los diarios parisienses. El conservador Le Figaro teme que Alemania se convierta en "ingobernable", pero sobre todo le preocupa que, sea cual sea la orientaci¨®n del Gobierno que se instale en Berl¨ªn, "est¨¦ despose¨ªdo de la autoridad necesaria para emprender unas reformas radicales".

Para la derecha francesa, los malos resultados de la democristiana Angela Merkel -presentada como la adalid de una reforma a la anglosajona (ultraliberal, en t¨¦rminos franceses), de la que incluso se tem¨ªa que pudiera protagonizar un acercamiento europeo al brit¨¢nico Tony Blair y debilitar el eje franco-alem¨¢n-, es tambi¨¦n el anticipado fracaso del proyecto reformista de Nicolas Sarkozy.

No es de extra?ar que Sarkozy se apresurara ayer a felicitar a Merkel por su victoria. "La confianza que te han testimoniado los electores alemanes confirma que las ideas y los valores que compartimos son justos", dec¨ªa el presidente de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) en su carta a la l¨ªder democristiana. "S¨¦ que sabr¨¢s aplicarlos con tu inteligencia, valor y determinaci¨®n", a?ad¨ªa.

Para su gran y ¨²nico rival conservador en la carrera hacia El El¨ªseo, el primer ministro Dominique de Villepin, defensor a ultranza del modelo social franc¨¦s heredado del gaullismo, la lecci¨®n alemana muestra "el necesario aspecto social de cualquier reforma".

Le Monde titulaba: "El bloqueo alem¨¢n pesa sobre el debate franc¨¦s", y apuntaba hacia los paralelismos entre ambos pa¨ªses, se?alando que Alemania "va un paso por delante" en las reformas, y que la situaci¨®n econ¨®mica al otro lado del Rin ser¨ªa mejor que la francesa si no pesara la factura de la unificaci¨®n.

Estancamiento europeo

El temor m¨¢s extendido es el de que la par¨¢lisis alemana acabe por frenar definitivamente el proceso europeo, ya gravemente da?ado por el rechazo franc¨¦s y holand¨¦s al proyecto de Constituci¨®n.

El espejo alem¨¢n viene a confirmar que la revitalizaci¨®n de la izquierda ortodoxa, m¨¢s all¨¢ de los partidos socialistas, no fue s¨®lo flor del refer¨¦ndum europeo de mayo, sino que aglutina a la resistencia a las reformas. Con la emergencia de un partido potente a la izquierda del socialismo, el paisaje pol¨ªtico alem¨¢n se ahora parece mucho m¨¢s al franc¨¦s. La diferencia, sin embargo, es que mientras en Berl¨ªn, Gregor Gisy y Oskar Lafontaine son los apestados de la pol¨ªtica germana, con quienes nadie cuenta para formar coalici¨®n, en Francia esta misma extrema izquierda es cortejada por buena parte del Partido Socialista. Los comunistas franceses s¨ª que celebraron el resultado alem¨¢n como "la emergencia de una contestaci¨®n popular al liberalismo".

En Par¨ªs, la condici¨®n de apestado pol¨ªtico le corresponde al Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, capaz de pasar a la segunda vuelta en las ¨²ltimas elecciones presidenciales y recoger el voto de casi un 20% de los franceses. Pero no hay que olvidar que, pese a que la extrema izquierda se ha apropiado del no a Constituci¨®n europea, tambi¨¦n la extrema derecha vot¨® masivamente en contra.

En el Gobierno, se palpaba ayer la inquietud. Catherine Colonna, la ministra de Asuntos Europeos, apuntaba que "ciertos" elementos del programa de Merkel "quiz¨¢s" inquietaron a los votantes, y recomendaba "reflexionar sobre la forma en la que un pa¨ªs debe llevar a cabo la reforma necesaria para afrontar los desaf¨ªos de hoy y sobre la forma en que son comprendidas y aceptadas".