No s¨®lo Fazio

Hace tiempo que el Gobierno italiano zozobra por todos los flancos. La dimisi¨®n del ministro de Econom¨ªa, Siniscalco, agrava la inestabilidad pol¨ªtica, por mucho que se empe?e Berlusconi en no disolver la legislatura antes del l¨ªmite del pr¨®ximo mayo y aunque fulminara ayer pol¨ªticamente al gobernador de la Banca de Italia, Antonio Fazio, al afirmar que su continuidad en el cargo es "incompatible con la credibilidad nacional". El vicepresidente Tremonti, que dej¨® la cartera de Econom¨ªa hace un a?o y medio peleado con los socios de la coalici¨®n y muy cuestionado en Bruselas por su mala gesti¨®n, se har¨¢ cargo de la cartera. Al menos servir¨¢ para elaborar unos presupuestos que dividen a los cuatro partidos del Gobierno.

El caso Fazio, en cambio, tiene m¨¢s dif¨ªcil soluci¨®n. El gobernador del Banco se resiste a renunciar al cargo tras aparecer pruebas de parcialidad a la hora de impedir la compra de bancos nacionales por entidades extranjeras , entre ellas el intento fallido del BBVA por hacerse con la Banca Nazionale del Lavoro. Legalmente s¨®lo puede ser destituido por los rectores del propio banco, pero su actitud est¨¢ da?ando el prestigio financiero del pa¨ªs alpino fuera de sus fronteras. El ministro dimisionario Siniscalco es un tecn¨®crata sin adscripci¨®n pol¨ªtica, que decidi¨® tirar la toalla ante el inmovilismo de Berlusconi para persuadir al gobernador a marcharse ante el aluvi¨®n de cr¨ªticas, no s¨®lo de la oposici¨®n de centro-izquierda, liderada por Prodi, sino tambi¨¦n de la Confindustria (la patronal italiana). La prueba m¨¢s flagrante contra Fazio deriva de una conversaci¨®n telef¨®nica grabada por la polic¨ªa a ra¨ªz de la disputa por Banca Antonveneta entre el holand¨¦s ABN-Amro y Popolare Italiana. El ex consejero delegado de esta ¨²ltima, Gianpiero Fiorani, amigo ¨ªntimo del todav¨ªa gobernador, ha sido inhabilitado y est¨¢ pendiente de procesamiento, y Fazio, a su vez, ha sido imputado por esa conversaci¨®n. Este feo asunto pone de manifiesto los ardides que a¨²n existen en Italia para poner freno a la entrada de entidades extranjeras en su ineficiente y proteccionista sistema financiero, en abierta vulneraci¨®n de la libertad del mercado ¨²nico europeo, como le ha advertido repetidamente Bruselas. En el caso de Antonveneta, sin embargo, al final los holandeses se han impuesto. Y m¨¢s grave resulta el nudo que traba la pol¨ªtica con las finanzas. En el caso de Fazio, por ejemplo, es la Liga Norte, uno de los cuatro socios de la coalici¨®n gobernante, quien m¨¢s se ha resistido a que se vaya el gobernador por los servicios prestados al partido de Bossi en la creaci¨®n de un banco af¨ªn a sus intereses como es el Popolare Italiana.