Adictos a todo
Camera caf¨¦ (Tele 5) retrata las miserias del oficinista frente a la m¨¢quina de caf¨¦ de una oficina menos siniestra que muchas oficinas de verdad. Los di¨¢logos son tan breves como un caf¨¦ de m¨¢quina y la variedad de situaciones incluye buena y mala leche cortada y sin cortar y distintos grados de amargura.
Caf¨¦ corto
Los actores est¨¢n espl¨¦ndidos y para los guionistas debe suponer un reto considerable manejar los riesgos y las ventajas de la repetici¨®n. En la m¨²sica y en el humor la repetici¨®n seduce, a diferencia de lo que ocurre en la vida laboral, donde la rutina se considera un lastre. Se toma caf¨¦ para olvidar y matar minutos mientras uno se pregunta si desea despertarse o intoxicarse hasta autodestruirse. "El cerebro es un ¨®rgano maravilloso: empieza a trabajar desde que usted se levanta hasta que entra en la oficina", dec¨ªa Edward de Bono. De Bono no era pariente del ministro ni de su gui?ol, que celebr¨® los primeros diez a?os de vida de Las noticias del gui?ol (Canal +), otro espacio que basa su ¨¦xito en la brevedad.
Manualidades
Otra forma de brevedad provechosa: Art attack, presentado por Jordi Cruz (Antena 3). Es un programa de manualidades destinado a ni?os que todav¨ªa creen en la posibilidad de hacer cosas sin tener que enchufar nada, comprar pilas o manejar botones. Tijeras, pintura, papel, cuerda, cart¨®n y ganas de entretenerse son los ingredientes de este oasis manual en tiempos digitales. A los padres nos sirve para recordar la admiraci¨®n que, de ni?os, sent¨ªamos por aquellos que eran capaces de pintar, dibujar e inventar a todas horas. Y quien dice admiraci¨®n dice rabia.
Droga dura
El sensacionalismo ha encontrado una nueva cabeza de turco: las modelos. Coincidiendo con la sospechosa persecuci¨®n a Kate Moss, ciertos programas relacionan droga con modelos. Es una verdad relativa, que podr¨ªa aplicarse a cualquier gremio con poder adquisitivo. La persecuci¨®n es inquisitorial y tiene mucho de venganza: ya que son guapas, que por lo menos est¨¦n enganchadas a toda clase de sustancias y acaben hechas polvo. Que nadie se escandalice: cuando observas la publicidad, te das cuenta de que el s¨ªndrome de la adicci¨®n est¨¢ generalizado. De un modo subliminal o expl¨ªcito, se nos repite que para estar bien o adaptarnos al ritmo de la vida moderna necesitamos ayuda qu¨ªmica o alimentaria, pociones y cremas m¨¢gicas que, como en el caso de Ast¨¦rix, nos hacen m¨¢s fuertes y atractivos. Bebidas que te dan alas, pseudoleches que ayudan a tus defensas, megacereales con poderes alucin¨®genos, cremas de frutas hiperenerg¨¦ticas y bioyogures que te ayudan a estar completamente bien, dando a entender que, sin tomar nada, nunca estar¨¢s completamente bien. Todo forma parte de una apolog¨ªa de la adicci¨®n cuyo m¨¢ximo exponente es la televisi¨®n.
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