Juega Messi, remata Ronaldinho
El joven delantero le da br¨ªo al Bar?a y el brasile?o materializa la neta superioridad azulgrana sobre el Udinese
Agitado por Messi, el hombre del partido, el Barcelona abati¨® al Udinese con el gatillo de Ronaldinho, que ejerci¨® de francotirador. El argentino desmont¨® el plan del equipo italiano con una actuaci¨®n soberbia. La pulga jug¨® igual de bien con y sin pelota, barri¨® el frente de ataque de punta a punta, limpi¨® el ¨¢rea de zagueros y empach¨® de f¨²tbol a la hinchada azulgrana. La fren¨¦tica actividad de Messi nunca pudo ser contrarrestada por la zaga del Udinese, que defendi¨® al l¨ªmite, m¨¢s que nada porque concedi¨® una y otra falta para suerte de los especialistas del Bar?a en los golpes francos, que en el inicio de temporada ya suman tantos goles como en toda la temporada pasada: cuatro. Ronaldinho tiene la culpa porque ayer se regal¨® su segundo hat trick como azulgrana.
BARCELONA 4 - UDINESE 1
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Belletti, Puyol, Oleguer, Van Bronckhorst; Van Bommel (Iniesta, m. 62), Xavi, Deco; Messi (Ezquerro, m. 70), Eto'o (Larsson, m. 81) y Ronaldinho.
Udinese: De Sanctis; Bertotto, Natali (Juarez, m. 33), Felipe; Zenoni, Vidigal, Obodo, Muntari (Di Michele, m.70), Candela; Barreto y Di Natale (Mauri, m. 51).
Goles: 1-0. M.13. Ronaldinho, de falta y desde la frontal, env¨ªa a la escuadra. 1-1. M.24. Felipe remata un c¨®rner. 2-1. M.32. Ronaldinho dispara cruzado un pase atr¨¢s de Eto'o. 3-1. M.41. Deco transforma una falta desde el pico izquierdo del ¨¢rea. 4-1. M.89. Ronaldinho, de penalti.
?rbitro: S. Bennet (Ing.). Expuls¨® por dos tarjetas a Vidigal (m. 49). Amonest¨® a Van Bommel.
Camp Nou. Unos 90.000 espectadores.
Atac¨® el Barcelona con hasta seis futbolistas por delante de la pelota y dos laterales muy ofensivos. Rijkaard retras¨® a Xavi a la posici¨®n de medio centro y, a falta de extremos naturales, enfil¨® los flancos del contrario con Belletti y Gio. La alineaci¨®n azulgrana era un canto al juego de ataque propiciado tanto por el escenario -y sobre todo el factor campo-, como por el rival, desfigurado por la ausencia de Iaquinta, el punto y final a un equipo muy trabajado t¨¢cticamente. La afici¨®n azulgrana es muy exigente y dif¨ªcilmente entender¨ªa que Ronaldinho no jugara un partido del Camp Nou si no es por una causa de fuerza mayor. Ausente en Sevilla por decisi¨®n t¨¦cnica, regres¨® el brasile?o y tambi¨¦n Deco, y a su lado formaron Eto'o y Messi, un frente de ataque que parec¨ªa asegurar un buen caudal de ocasiones.
Asegurada la fluidez del juego y una salida limpia del bal¨®n desde su campo, los barcelonistas pisaron ciertamente el ¨¢rea con frecuencia y antes de alcanzar el cuarto de hora ya hab¨ªan contado un gol en una falta ejecutada por Ronaldinho. Muy acelerado, el mejor jugador del mundo estuvo muy barroco como media punta y, en cambio, funcion¨® a las mil maravillas como rematador. Defini¨® estupendamente la jugada del segundo gol, tir¨® magistralmente el libre directo que supuso el primero, saludado por el portero, que se hizo el longuis, y remat¨® la tarea al final con un penalti. Las jugadas de estrategia son hoy un alivio para el brasile?o porque le permiten dejar constancia de su presencia desequilibrante en el campo. El f¨²tbol del equipo lo activan otros, y anoche el protagonista fue de nuevo Messi, felizmente reencontrado desde la dulce noche del Gamper.
Messi sorprende en cada partido por su capacidad para provocar peligro en cualquier zona de la cancha y, adem¨¢s, por su facilidad para entender el juego. Act¨²a con una naturalidad tremenda. A veces se arranca como un extremo, en otras llega como un volante, cuando conviene remata igual que un ariete y si es menester reba?a el cuero tal que fuera un volante defensivo, o as¨ª lo pareci¨® al menos en la jugada del 2-1, propiciado por un robo de bal¨®n del argentino. Atrevido y veloz, con un gran cambio de ritmo, Messi ejerce hoy el papel que represent¨® Ronaldinho a su llegada. La pulga dinamiz¨® el frente de ataque, se intercambi¨® de posici¨®n con Eto'o y Ronaldinho, gener¨® espacios para la llegada de la segunda l¨ªnea y le dio al equipo el punto de autoridad necesario para reducir a un Udinese que funcionaba bastante bien.
El divertido Cosmi ha armado un plantel con un gran sentido del juego colectivo. Muy bien plantado, alcanzaba el campo contrario sin demasiado esfuerzo y denunci¨® la dificultad del Bar?a para defenderse. No sabe taparse en su campo y es especialmente vulnerable en las jugadas de estrategia. Ayer encaj¨® un gol a la salida de un c¨®rner despu¨¦s de que Vald¨¦s hubiera sido exigido en unos cuantos remates a media y corta distancia.
Anot¨® el Udinese en un saque de esquina y el Barcelona marc¨® diferencias en dos lanzamientos de falta. Al gol de Ronaldinho le sigui¨® m¨¢s tarde uno muy parecido de Deco. La diferencia estuvo en que, mientras el delantero remat¨® a la escuadra izquierda de Sanctis, el medio la puso al lado opuesto. La efectividad azulgrana, y en especial el mon¨®logo de Messi, disimul¨® su poca consistencia defensiva, m¨¢s que nada por la falta de centrocampistas, y desmont¨® al Udinese, que se qued¨® en inferioridad num¨¦rica por la expulsi¨®n de Vidigal. El Udinese tir¨® la toalla y Rijkaard refresc¨® al equipo. Resuelto ya el partido, Messi se fue a la ducha y el poco inter¨¦s de la contienda lo puso la rueda de los cambios. El recuerdo de la actuaci¨®n del argentino nacionalizado espa?ol pes¨® hasta que el ¨¢rbitro pit¨® penalti y Ronaldinho acudi¨® a certificar una victoria que deja a los azulgrana como l¨ªderes incuestionables de su grupo. El Barcelona campe¨®n necesitaba aire y Messi le ha dado vida.
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