Desde el coraz¨®n del terror

Primera secuencia de este tremendo filme sobre el terrorismo que es Paradise now: una muchacha palestina pasa la frontera. Se detiene, su bolso es inspeccionado: ella, impert¨¦rrita, mira de frente a los ojos del soldado israel¨ª que escudri?a en sus cosas.

Otro momento del mismo filme: un maestro de escuela, que es adem¨¢s adiestrador de terroristas suicidas, recomienda a uno de los dos protagonistas, dispuesto a inmolarse por la causa: "Mira siempre a los ojos de tu enemigo. Porque t¨² eres el due?o de su vida: cuando quieras, lo har¨¢s saltar por los aires".

Dicho un poco simplemente, todo lo que Paradise now cuenta, que no es poco, por lo dem¨¢s, cabe entre estas dos miradas. Porque de lo que va esta pel¨ªcula tajante como un bistur¨ª es justamente cu¨¢l debe ser la actitud que debe asumir cada palestino frente a la ocupaci¨®n de su territorio.

Y en las dos posturas extremas (hay una tercera, la colaboraci¨®n con Israel: aqu¨ª tiene mucha importancia argumental, pero ning¨²n personaje la representa) se resume una pol¨¦mica que tiene ya d¨¦cadas, y que amenaza con prolongarse eternamente.

Todos los puntos de vista

Consciente de ello, Hany Abu-Assad organiza su discurso sin ning¨²n apriorismo: de hecho, en ¨¦l tienen cabida todos los puntos de vista, el de los terroristas, el de los pacifistas (lo es la muchacha del comienzo); pero tambi¨¦n las diferencias entre palestinos ricos y pobres, la vida cotidiana en una inmensa c¨¢rcel en la que no se vislumbran esperanzas, las razones por las cuales cualquier muchacho palestino puede acabar en las redes de Hamas, de la Yihad, de cualquiera de las organizaciones que practican el terror.

Es, lo puede adivinar el lector sin dificultad, una pel¨ªcula inc¨®moda.

Lo es para quienes sancionan la pr¨¢ctica de la muerte indiscriminada sin pararse en ninguna otra consideraci¨®n; lo es, igualmente, para quien s¨®lo desea que haya cada vez m¨¢s aspirantes a m¨¢rtires, porque no es s¨®lo su punto de vista el que aqu¨ª se ilustra; y lo es, sin duda alguna, tambi¨¦n para muchos partidarios de Israel que se niegan a aceptar que quienes asesinan pueden tener tambi¨¦n sus razones... Un filme, por cierto, de coproducci¨®n israel¨ª que no deja indiferente a nadie, y por ello mismo, necesario y estimulante.