Se?oras c¨ªngaras
Noches de m¨²sica gitana en el Espa?ol. Un atractivo ciclo que program¨® el viernes sesi¨®n doble con dos grandes se?oras del arte roman¨ª: Ljiljana Buttler, de Bosnia-Herzegovina, y Esma Redzepova, de Macedonia.
Buttler tiene una voz sugerentemente velada, dulce y a la vez viril, melanc¨®lica y triste. Una de esas voces especiales, con alma, que ni siquiera hubiera superado la primera selecci¨®n para OT. La acompa?aba la Mostar Sevdah Reunion, todo un s¨ªmbolo del proceso de paz que ha llevado a reconstruir el puente medieval de su hermosa ciudad.
Ljiljana Buttler, una estrella en la antigua Yugoslavia -entonces se apellidaba Petrovic-, es una Billie Holiday gitana, una Oum Kalsoum balc¨¢nica, que canta descalza. L¨¢stima que la actuaci¨®n de MSR no acabase de cuajar del todo. Los bosnios, que fascinaron con un primer disco en 1999, nunca dieron la impresi¨®n de sentirse a gusto.
Noches gitanas
Teatro Espa?ol. Madrid, 30 de septiembre.
Una m¨²sica, la de los c¨ªngaros centroeuropeos y balc¨¢nicos, que est¨¢ siempre entre el lamento y la fiesta. Los acompa?antes de Redzepova optaron por la contundencia y la velocidad. Si el sonido de la MSR lo marcaban acorde¨®n, viol¨ªn y guitarras, ahora hab¨ªa trompeta, tambi¨¦n acorde¨®n, mucho teclado y hasta congas. Llevan casi grabado en el ADN ese punto verbenero de quienes se han dedicado a poner la m¨²sica a bodas o bautizos (y hasta funerales) durante generaciones.
El dolor
La menuda y tambi¨¦n rolliza Redzepova, m¨¢s extrovertida, s¨ª se sinti¨® c¨®moda en el teatro. Sultana sonriente. Con voz acerada y directa, se echaba un par de cantes y dejaba luego galopar a sus m¨²sicos para tomarse un respiro y, de paso, cambiar de vestido. Guard¨® su interpretaci¨®n m¨¢s sentida y descarnada para el final.
Todos ellos saben de matanzas, persecuciones, racismo, exilios... En estos primos lejanos de los gitanos de la pen¨ªnsula el dolor queda muchas veces oculto por la necesidad de alegrar corazones y pies, por el imperioso deseo de vivir.
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