Otra Turqu¨ªa, en otra Europa
"Empezamos a negociar, pero no sabemos si acabaremos alg¨²n d¨ªa". Salvo sorpresas de ¨²ltima hora, esto es lo que los 25 le van a decir hoy a Turqu¨ªa. ?Hubiera sido mejor decirle: "Esperemos, y cuando Turqu¨ªa y la UE est¨¦n listas, empezaremos a negociar"? Para los turcos, no. Saben que una vez abierta la puerta, y aunque haya parones y puntos intermedios, la UE no volver¨¢ a cerrarla salvo que se produzcan involuciones en la propia Turqu¨ªa. Sobre todo, la perspectiva de abrir negociaciones, a partir de ahora es el mejor acicate para proseguir la democratizaci¨®n y modernizaci¨®n de Turqu¨ªa y para que siga lleg¨¢ndole el flujo de inversiones.
Europa no querr¨ªa tener que decirle ni s¨ª ni no a los turcos, lo que dice mucho de la UE. ?Est¨¢ preparada para admitir a Turqu¨ªa? No (y lo peor es que lo est¨¢ cada vez menos). ?Lo est¨¢ Turqu¨ªa? Tampoco. Es evidente, como ya hemos se?alado en otras ocasiones, que esta Turqu¨ªa no cabe en esta Uni¨®n. Pero ¨¦sa no es la forma de encarar este reto. Hay que pensar, como hacen algunos diplom¨¢ticos espa?oles, c¨®mo ser¨¢n Turqu¨ªa y Europa en 10 ¨® 15 a?os. Al ritmo de crecimiento actual (en torno al 8% del PIB anual en el ¨²ltimo trienio), no todo el pa¨ªs, pero s¨ª sus partes m¨¢s desarrolladas del litoral se habr¨¢n acercado a la media de riqueza por habitante de la UE. Adem¨¢s, es un plazo razonable para demostrar que un pa¨ªs de mayor¨ªa musulmana, actualmente con un partido isl¨¢mico en el poder, se puede mantener como Estado laico para entrar en una Europa laica. Por el contrario, un portazo a Turqu¨ªa por la UE en estos momentos reverberar¨ªa en todo el mundo musulm¨¢n como una bofetada del club cristiano.
10 ¨® 15 a?os deben ser suficientes para que la UE y sus pa¨ªses hayan no resuelto pero s¨ª encauzado los problemas que supone la integraci¨®n de una inmigraci¨®n musulmana importante y creciente. Si lo logran, el ingreso de lo que para entonces ser¨¢ el pa¨ªs m¨¢s poblado de Europa, no ser¨ªa un problema. Si no lo consiguen, el problema no ser¨¢ con Turqu¨ªa, sino con nosotros mismos.
Hoy por hoy, hay un problema creciente de opini¨®n p¨²blica. Francia ya reform¨® su Constituci¨®n (para facilitar, sin ¨¦xito, la aprobaci¨®n de la europea) de modo que un futuro ingreso de Turqu¨ªa en la UE tendr¨¢ que ser sometido a refer¨¦ndum. El rechazo de la opini¨®n p¨²blica francesa al ingreso de Turqu¨ªa es de los m¨¢s marcados, junto con el de los alemanes, holandeses y austriacos. Claro que en Alemania Angela Merkel, que propon¨ªa ofrecer s¨®lo una asociaci¨®n especial a Turqu¨ªa, debe estar tir¨¢ndose de los pelos, pues as¨ª ha perdido la mayor parte de ese casi un mill¨®n de votos de ciudadanos ahora alemanes de origen turco que le hubiera dado una victoria rotunda. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta sobre Tendencias Transatl¨¢nticas, Espa?a est¨¢, por detr¨¢s del Reino Unido e Italia, entre los de actitud m¨¢s positiva. Pero, ojo, pues este apoyo se est¨¢ deteriorando: de 39% en 2004 a 26% en 2005.
Naturalmente, las propias estructuras de la UE han de cambiar. El estado catat¨®nico en que se encuentra la Constituci¨®n Europea es algo m¨¢s que un contratiempo. Habr¨¢ que reinventar esta Uni¨®n y definirla con mayor precisi¨®n geogr¨¢fica (ser¨ªa vecina de Irak, o de lo que para entonces quede de ese pa¨ªs) y de contenidos. Es razonable que para entrar se le pida a Turqu¨ªa que, de alguna manera, reconozca a Chipre, pa¨ªs miembro de la UE. Pero los entonces Quince cometieron un error al dejar entrar a Chipre despu¨¦s de que los grecochipriotas rechazaran, pues les sal¨ªa gratis, el plan de Naciones Unidas para la reunificaci¨®n, que s¨ª aprobaron los turcochipriotas. Llegado el momento, la propia Turqu¨ªa tendr¨¢ que plantearse si le interesa la integraci¨®n en esa UE en las condiciones que se planteen o quedarse fuera, o plantearse la relaci¨®n especial como un paso intermedio. Pero, sobre todo, si la previsible ruptura de Irak no se lo impide, Turqu¨ªa va a ser un acicate para redefinir la Uni¨®n Europea. aortega@elpais.es
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