?Un buen Estatut?

Despu¨¦s de un arduo proceso, el Parlament de Catalunya ha aprobado el proyecto de Estatut. Sin duda, representa una mejora notable en todos los aspectos sobre el vigente de 1979. Tambi¨¦n se debe constatar que a diferencia del Estatut de 1979, el consenso que se ha alcanzado ha sido mucho m¨¢s dif¨ªcil de conseguir. Pero la satisfacci¨®n porque el Parlament haya alumbrado un texto definitivo no impide ser muy cr¨ªtico con las exigencias que ha planteado Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). Desde los derechos hist¨®ricos hasta el blindaje de las competencias, pasando por el concierto econ¨®mico. A pesar de la clara advertencia del Consejo Consultivo sobre la inconstitucionalidad de tales propuestas, CiU ha hecho o¨ªdos sordos y ha forzado al m¨¢ximo las negociaciones, incluso al l¨ªmite de la ruptura. Se ha aprobado un sistema de financiaci¨®n que, d¨ªgase lo que se diga, no podr¨¢ ser asumido por las Cortes Generales. A pesar de haber quitado la expresi¨®n concierto econ¨®mico, de hecho se reclama lo mismo sin nombrarlo.

El Gobierno catal¨¢n ha tenido que ceder, ya que la llave de la aprobaci¨®n del Estatut pasaba por los votos de CiU. Esta federaci¨®n ha conseguido lo que quer¨ªa teniendo como ¨²nico punto de mira la pr¨®xima contienda electoral. Si el Estatut no sufre modificaciones, podr¨¢ sacar pecho y alardear de que ha sido el ¨²nico partido nacionalista que ha defendido los intereses de Catalu?a ante la claudicante Esquerra y frente a los sucursalistas del Partit dels Socialistes (PSC), que deseaban un Estatut de m¨ªnimos. Si como es previsible se modifica a fondo el asunto de la financiaci¨®n o cualquier otro, podr¨¢ achacar, como siempre, toda la culpa a Madrid, y, de paso, calificar de entreguista al PSC.

El profesor Joan B. Culla afirma que CiU y su l¨ªder, Artur Mas, han dado muestras de "pragmatismo" y de "centralidad". M¨¢s parece que CiU haya dado muestra de irresponsabilidad y de radicalidad, ya que no cabe duda que proponer, a sabiendas, un Estatut inconstitucional, que deba ser enmendado, s¨®lo puede traer frustraci¨®n en Catalu?a. Y, no se olvide, contribuir¨¢ a crear una imagen de una Catalu?a insolidaria con el resto de Espa?a. Los r¨¦ditos electorales que con ello pueda ganar CiU, ser¨¢n a costa de Catalu?a.