Ulises est¨¢ entre nosotros
Una conferencia aborda los trastornos ps¨ªquicos que sufren los inmigrantes por los obst¨¢culos que han de superar
Superar un viaje en condiciones dif¨ªciles y muchas veces peligrosas; desenvolverse en un idioma desconocido y una cultura ajena; cargar con una importante deuda; dejar atr¨¢s a padres, amigos, hijos y pareja; no encontrar trabajo o desempe?ar uno muy inferior en cualificaci¨®n laboral; lidiar con el rechazo racista y carecer de una vivienda digna es mucho m¨¢s de lo que un ser humano puede aguantar.
De ah¨ª que los especialistas definan como el s¨ªndrome de Ulises -en referencia a la odisea por la que transitan- al estr¨¦s cr¨®nico y m¨²ltiple que desarrollan un buen n¨²mero de inmigrantes sometidos a estas circunstancias. El responsable del Servicio de Atenci¨®n Psicopatol¨®gica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados (SAPPIR) de Barcelona, Joseba Achotegui, cuyo equipo fue el primero en describir esta enfermedad, trat¨® ayer en Valencia sobre las consecuencias de este trastorno en una conferencia organizada por el Centro de Estudios para la Integraci¨®n Social y Formaci¨®n de inmigrantes (Ceim), una fundaci¨®n impulsada por la Compa?¨ªa de Jes¨²s y la Consejer¨ªa de Bienestar Social.
No hay que buscar una especial vulnerabilidad en las v¨ªctimas del s¨ªndrome. Son personas sanas "sometidas a situaciones de estr¨¦s inhumanas que desbordan la capacidad de adaptaci¨®n del ser humano", comentaba ayer Achotegui poco antes de que comenzara la conferencia. Por eso, no tiene nada que ver con la nostalgia que puede despertar la distancia, o el ajuste de un cambio de trabajo o de ciudad por muy radical que haya sido. Ni siquiera una depresi¨®n o una psicosis. Est¨¢ m¨¢s cercano a otros trastornos relacionados con el estr¨¦s, como el acoso moral en el trabajo -denominado mobbing- o el vinculado a la falta de incentivaci¨®n y est¨ªmulos laborales que lleva al trabajador a quemarse -s¨ªndrome burn out en ingles- y, a pesar de ser diferente y afectar s¨®lo a inmigrantes, comparte con ellos el tratarse de problemas recientes fruto de la sociedad actual.
Confusi¨®n, tristeza y ansiedad, son algunos de los aspectos que definen el cuadro que caracteriza a estos enfermos, pero sin apat¨ªa ni pensamientos relacionados con la muerte "que s¨ª son propias de personas depresivas" ya que estas personas "quieren salir adelante". Adem¨¢s, es muy frecuente el desarrollo de molestias som¨¢ticas. Achotegui record¨® el caso de un ciudadano de una antigua rep¨²blica sovi¨¦tica, director de la orquesta nacional y compositor del himno de su pa¨ªs que parti¨® hacia Espa?a ante la degradaci¨®n social de su pa¨ªs donde lleg¨® a ser chantajeado bajo amenaza de la muerte de su hija. Sin embargo, al llegar, el escenario no fue el esperado. El contraste con su anterior vida fue total. Tuvo que realizar empleos sin cualificaci¨®n, vivir en alojamientos sin condiciones, todo ello sin esperanzas de regularizaci¨®n que minaron su salud con molestias musculares y digestivas. "Le llegaron a practicar una biopsia, pero no ten¨ªa nada", recuerda.
El remedio a los problemas de estos enfermos pasa por combatir tanto los s¨ªntomas como la fuente del estr¨¦s, de ah¨ª la importancia del diagn¨®stico ajustado ya que no se puede tratar como una depresi¨®n com¨²n. De hecho, el reciente programa de regularizaci¨®n de inmigrantes ha hecho descender hasta en un 50% el n¨²mero de pacientes que se pasan por el servicio de atenci¨®n a inmigrantes de Achotegui. "El hecho de poder trabajar ha hecho descender su estr¨¦s", apunta.
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