La herencia de Amando Blanquer
Ciento cincuenta aprendices de m¨²sico siguen el modelo del compositor en su escuela de Alcoi
El d¨ªa en que el Centro Instructivo Musical Apolo de Alcoi inici¨® los actos conmemorativos de su 175 aniversario, un grupo de peque?os m¨²sicos de 8 a?os estaba inquieto por conocer a su ¨ªdolo. La presencia del compositor recientemente fallecido Amando Blanquer entre las autoridades asistentes al acto les llen¨® de tal emoci¨®n que no pararon hasta que consiguieron que una de sus profesoras les presentara al autor de cantatas, ¨®pera y piezas tan c¨¦lebres como Aleluya o Tarde de Abril que hab¨ªan empezado a hacer sonar en sus instrumentos. A Esperanza Calabuig, le llen¨® de satisfacci¨®n poderles presentar a estos peque?os aprendices de m¨²sico a Amando Blanquer. "Estaban tan emocionados que se fueron corriendo a cont¨¢rselo a sus padres", record¨®. Ella dirige desde hace cuatro a?os la Escola de M¨²sica Amando Blanquer, entidad adscrita, junto a la Corporaci¨®n Musical La Primitiva, la Fil¨¤ Abencerrajes y la Agrupaci¨®n de Chirimiteros La Cordeta, al Centro Instructivo Musical Apolo y al que estuvo tan vinculado a lo largo de su vida el catedr¨¢tico de Composici¨®n del Conservatorio de Valencia. La Escola de M¨²sica Amando Blanquer ha ido cobrando popularidad con el tiempo y en la actualidad 150 alumnos de entre 3 y 65 a?os reciben en ella nociones musicales. "Siempre hemos pretendido seguir el modelo de Blanquer. Esta escuela es su herencia. ?l nunca la perdi¨® de vista y a menudo nos alegraba con su visita. Siempre insist¨ªa a los alumnos en que estudiasen mucho y tuvieran mucha constancia con la m¨²sica", record¨® Esperanza Calabuig. El trabajo constante que trat¨® de inculcar a sus alumnos y que le hicieron valedor de reconocimientos como la Distinci¨®n de la Generalitat Valenciana al M¨¦rito Cultural, la Medalla de las Bellas Artes y Premio Nacional de M¨²sica y Premio Internacional de Unicef no son las ¨²nicas cualidades que se le reconocen. "Era muy amigo de todos y siempre luc¨ªa una amplia sonrisa en la boca". Esta filosof¨ªa es la que persiste en las aulas de esta escuela de m¨²sica. "Podr¨ªa decirse que aqu¨ª todos, alumnos y profesores, somos como una gran familia tal y como Amando Blanquer quer¨ªa que fuese". En esta familia han crecido m¨²sicos que han llegado a ser profesores. Es el caso del los maestros de clarinete, iniciaci¨®n, flauta y trompa. Son ¨¦stas algunas de las materias que ofrece la Escola de M¨²sica Amando Blanquer, que divide sus especialidades en grupos: instrumentos de cuerda (viol¨ªn, viola, violoncello y contrabajo), de metal (tromb¨®n, de varas, trompa, trompeta, fiscorno y tuba), de madera (clarinete, flauta, saxof¨®n, oboe y fagot), iniciaci¨®n a la m¨²sica para los m¨¢s peque?os de 3 a 7 a?os y asignaturas formativas como lenguaje musical, que acoge hasta niveles de primero de grado medio y armon¨ªa.
Los m¨¢s peque?os no empiezan con los instrumentos hasta los cinco a?os. A esa edad ya hay quien empieza a despuntar con la guitarra o el piano. Con los de viento hay que esperar hasta los 8 a?os. "No es bueno que empiecen antes de que les caigan los primeros dientes", recomend¨® la directora. Los grupos de adultos no dejan nada que desear. Algunos son muy numerosos. "Nunca es tarde para aprender y tenemos alumnos con 65 a?os".
Aunque su origen es anterior, la Escola de M¨²sica Amando Blanquer fue reconocida por la Generalitat Valenciana para la ense?anza de las Artes Musicales en 1995. En este tiempo su proyecto educativo se ha caracterizado por una atenci¨®n individualizada en grupos reducidos, la valoraci¨®n de la colaboraci¨®n de la familia con la escuela a trav¨¦s de la acci¨®n tutorial permanente. "No s¨®lo formar a m¨²sico o aprendices de m¨²sicos sino ayudar a formar personas responsables para incorporarlos a la sociedad y los niveles de ense?anza superior", concluy¨® Calabuig.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.