Los expertos alertan de que la hiperactividad podr¨ªa afectar al 7% de los escolares

Los ni?os inquietos, impulsivos, con dificultad para mantener la atenci¨®n y asimilar conocimientos y pautas de conducta sociales han sido considerado tradicionalmente como los "revoltosos" y "malos" de la clase, adem¨¢s de los "maleducados" de la familia. Sin embargo, detr¨¢s de este comportamiento puede esconderse un Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n con Hiperactividad (TDAH), una disfunci¨®n neuropsicol¨®gica que repercute en el rendimiento acad¨¦mico y que, seg¨²n diferentes estudios, podr¨ªa afectar al 7% de la poblaci¨®n escolar, aunque la mayor¨ªa de los casos no est¨¢n diagnosticados.

En Andaluc¨ªa, que cuenta este curso con m¨¢s de un mill¨®n de alumnos matriculados en las etapas de educaci¨®n obligatoria, los Equipos de Orientaci¨®n Educativa de las delegaciones provinciales de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n trabajan con 507 alumnos, de entre 3 y 16 a?os, a los que ya se les ha diagnosticado el TDAH.

En los ¨²ltimos a?os padres y profesores han empezado a tener en cuenta esta deficiencia biol¨®gica que, por ser cr¨®nica, debe ser tratada durante toda la vida con un tratamiento psicoeducativo y tambi¨¦n farmacol¨®gico, que debe ser prescrito por el mismo pediatra o los facultativos de los equipos e salud mental. Un ejemplo del inter¨¦s que ha despertado el TDAH en la comunidad educativa es el primer encuentro intersectorial celebrado en Ja¨¦n y que ha contado con la presencia de unos 150 profesionales andaluces que trabajan en los campos de la educaci¨®n, la medicina y los equipos de orientaci¨®n.

Con la colaboraci¨®n de las delegaciones de Educaci¨®n y Salud de la Junta y organizado por el Centro de Profesores de Ja¨¦n y la Asociaci¨®n Jiennense de Medicina Escolar (AJME), las jornadas persegu¨ªan conocer la dimensi¨®n actual de este problema de salud, que afecta directamente al rendimiento escolar, y sentar las bases para desarrollar protocolos conjuntos de seguimiento que faciliten un tratamiento integral del problema. "Los servicios de educaci¨®n y de salud necesitan conocerse m¨¢s de cerca y complementarse, y el TDAH representa un paradigma perfectamente v¨¢lido para comenzar este mutuo entendimiento", se?ala Mariano And¨²jar, presidente de AJME y m¨¦dico de uno de los equipos de orientaci¨®n educativa de Ja¨¦n.

El gran reto de estos profesionales es poder diagnosticar "cuanto antes" y de forma correcta esta disfunci¨®n biol¨®gica que, en algunos casos, puede tener un componente hereditario. Para ello resulta fundamental la colaboraci¨®n entre padres y profesores porque son en estos dos ambientes donde el ni?o se manifiesta abiertamente y sin coacciones, explica And¨²jar, quien advierte que no todos los ni?os inquietos son hiperactivos.

"Los ni?os impulsivos, con una actividad motora excesiva y fuera de lo normal nos molestan y crean conflictos, por eso reparamos antes en ellos. Pero existe otro grupo, los que no presentan hiperactividad pero s¨ª d¨¦ficit en la atenci¨®n, que son los grandes olvidados. Suelen ser ni?os despistados, que parece que atienden, pero luego no responden y llegan a pasar desapercibidos. Y es aqu¨ª donde nos podemos estar encontrando con la punta de lo que puede ser un gran iceberg", resalta el presidente de la AJME.

Para que estos ni?os consigan un desarrollo escolar y social lo m¨¢s normalizado posible, los expertos hacen hincapi¨¦ en la necesidad de que padres, profesores y m¨¦dicos trabajen de forma coordinada. "Tambi¨¦n hay que trabajar con las familias, porque con frecuencia se ven desbordadas ante un problema que no saben c¨®mo afrontar", a?ade And¨²jar.

Mantener un ambiente muy estructurado tanto en clase como en la vida familiar, sin estr¨¦s ni angustia, que permita controlar la conducta de estos ni?os, adem¨¢s del cumplimiento estricto del tratamiento m¨¦dico son algunos de los consejos de los especialistas.

"Algunos padres son reacios a dar medicamentos a ni?os tan peque?os, pero si se los recetan tienen que tomarlos", resalta And¨²jar, quien tambi¨¦n reconoce que el exceso de actividad motora provocada por la hiperactividad suele ir mitig¨¢ndose conforme los ni?os van creciendo. "A¨²n as¨ª, se trata de un trastorno cr¨®nico que debe ser seguido por los profesionales y evaluado durante el desarrollo de los chavales", concluye el presidente de AJME.