Charlize Theron se prepara para lograr su segundo Oscar
La actriz surafricana estrena en Espa?a 'Juegos de mujer', junto a Pen¨¦lope Cruz
A los 15 a?os presenci¨® c¨®mo su madre disparaba contra su padre para defenderse de sus ataques de violencia dom¨¦stica. A los 22 se daba a conocer en Hollywood plant¨¢ndole cara al diablo en Pactar con el diablo y a los 28 consigui¨® su primer Oscar con Monster. Una carrera as¨ª no deja lugar a dudas de que a Charlize Theron le gustan los papeles con presencia, tanta como la que tiene esta escultural belleza surafricana que antes de actriz fue modelo. Sus pr¨®ximos filmes reafirman esta misma creencia, entre ellos, Juegos de mujer, que hoy se estrena en Espa?a; Aeon Flux, basado en la hero¨ªna de dibujos animados de la MTV, y North Country, cinta que se vislumbra entre las pr¨®ximas candidatas al Oscar. Sin embargo, Theron, que acaba de cumplir los 30 a?os, no quiere que el p¨²blico se deje enga?ar por las apariencias. "No creo que est¨¦ interpretando a una mujer dura despu¨¦s de otra. Lo que interpreto es gente real. Y eso es genial", afirma.
Su aplomo est¨¢ apoyado por los rumores que circulan en Hollywood y que describen a Theron como la pr¨®xima Hilary Swank, alguien que contra todo pron¨®stico consigui¨® dos premios Oscar en el plazo de cinco a?os con una carrera con menos de una docena de t¨ªtulos y donde los ¨²nicos memorables son los dos galardonados, Boys don't cry y Million Dollar Baby. Si fue posible para Swank tambi¨¦n lo puede ser para Theron, que logr¨® su Oscar por Monster y que este a?o se vislumbra como una de las posibles candidatas al galard¨®n por North Country, la historia de la primera demanda por abuso sexual en el lugar de trabajo en Estados Unidos. "Supongo que al final de la jornada sienta muy bien demostrar qui¨¦n eres", se reafirma Theron con honestidad pero sin arrogancia.
Su segundo triunfo est¨¢ a¨²n por ver pero su carrera dio un vuelco, de ser la chica bonita de la pel¨ªcula, la modelo metida a actriz aceptable s¨®lo como apoyo al protagonista (Pactar con el diablo, Las normas de la casa de sidra o Mi amigo Joe) a convertirse en una de las estrellas mejor pagadas de la pantalla, con un sueldo que ahora est¨¢ en los 10 millones de d¨®lares. Como recuerda, ¨¦sa ha sido precisamente la lucha de su carrera, "una guerra abierta a los estereotipos" y lo que significan. "No era cuesti¨®n de quedarse sentada y quejarme de mi apariencia", se lamenta una actriz cuya belleza est¨¢ fuera de duda. Eso no quiere decir que la ¨²nica forma de ganar el reconocimiento sea desfigur¨¢ndose para un papel aunque le haya servido de ayuda como pas¨® con Nicole Kidman en Las horas o a Halle Berry en Monster's Ball por citar los ejemplos m¨¢s cercanos adem¨¢s de Swank. "La transformaci¨®n f¨ªsica viene con cada papel pero no es necesaria en cada filme", comenta una admiradora de actores que en su opini¨®n tienen la valent¨ªa de desaparecer en lo que hacen como Sean Penn, Meryl Streep, Kate Winslet o Cate Blanchett.
En Juegos de mujer, su primer filme tras Monster, su ¨²nico cambio fue perder los 15 kilos que gan¨® para conseguir un Oscar y volver a ser la seductora Theron. La actriz admite que esta producci¨®n de 26 millones de d¨®lares de presupuesto en la que tambi¨¦n trabaja Pen¨¦lope Cruz fue una oportunidad de que le pagaran por estar con su novio en Montreal, bromea en referencia al tercer int¨¦rprete de este tri¨¢ngulo amoroso y su compa?ero en la vida real, el actor irland¨¦s Stuart Townsend.
Adem¨¢s, su papel como Gilda, la adinerada hija de un diplom¨¢tico franc¨¦s, le permiti¨® desintoxicarse de la dureza de Monster y esconderse de toda la locura previa a los Oscar con un personaje que a lo largo de la pel¨ªcula deja atr¨¢s la locura de las noches parisienses y para tomar conciencia de una Francia ocupada durante la II Guerra Mundial. Pero en North country la belleza de Theron desaparece desde la primera vez que aparece en pantalla entre los tiznones de una minera, una transformaci¨®n que devuelve a la memoria otras pel¨ªculas con trasfondo social como Norma Rae, Silkwood o incluso Erin Brokovich, todas ellas saludadas con una candidatura al Oscar e incluso con la estatuilla en algunos casos. "En mi opini¨®n el f¨ªsico de un personaje viene dado por su lucha emocional. Eso es lo que deja huella y no mi vanidad de actriz", se defiende. "Y lo que me inspira a seguir trabajando son esos directores que siguen sorprendi¨¦ndome con su trabajo", a?ade.
Esos realizadores que la sorprenden parecen ser mujeres en la mayor parte de su carrera. Ah¨ª est¨¢n Patty Jenkins en Monster; Nikki Caro (Jinete de ballenas) en North country, y Karyn Kusama en Aeon Flux, un gran n¨²mero teniendo en cuenta la escasa proporci¨®n de mujeres realizadoras en Hollywood. "La ¨²nica diferencia es que cuando van al cuarto de ba?o escogen el de mujeres", desde?a al hablar de lo que considera una an¨¦cdota. Caro cree que es algo m¨¢s que una coincidencia que sea alguien de su propio sexo la persona capaz de sacar m¨¢s de Theron. "Los hombres se quedan intoxicados ante su belleza", bromea. John Duigan, director de Juegos de mujer, no lo niega. "Creo que junto a Charlize y Pen¨¦lope he rodado algunas de las escenas m¨¢s bellas de mi carrera", afirma el realizador de Sirenas.
Un pie en cada costa
Aunque son ya como una docena las producciones que Pen¨¦lope Cruz se ha marcado en Hollywood, en Estados Unidos la curiosidad que levanta su nombre sigue m¨¢s unida a la prensa rosa que a su carrera art¨ªstica. Cruz, sin embargo, sigue adelante con su carrera en las dos costas, ahora con Juegos de mujer y con el pr¨®ximo estreno de Bandidas. En Espa?a concluye el rodaje de Volver, dirigida por Pedro Almod¨®var. "A m¨ª lo que me gusta es la oportunidad de interpretar algo que sea diferente a lo que he hecho antes", confiesa ante la prensa estadounidense, siempre dispuesta a encasillarla como la "chica de". Ese t¨¦rmino a veces funciona a su favor, como fue el caso de Sahara, su ¨²ltima pel¨ªcula junto a su actual pareja, Matthew McCounaughey, y considerada uno de los pocos ¨¦xitos de taquilla rodado por una pareja real en una cartelera. Pero tambi¨¦n le cansa bastante esta constante atenci¨®n al cotilleo amoroso que, seg¨²n dice, es "sobre todo una cosa de Hollywood. En Europa somos mucho m¨¢s sanos en ese sentido. Al menos por el momento". Por eso se mantiene con un pie en cada costa y, pese a sus reticencias, una casa en Los ?ngeles adem¨¢s de su apartamento en Nueva York. "Lo mejor es que cada vez est¨¢ m¨¢s mezclado todo y eso se refleja en las pel¨ªculas", admite. "Pero para los que me dicen que he abandonado Espa?a que sepan que para nada. Eso ser¨ªa una decisi¨®n est¨²pida", resume.
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