Mapa con lampar¨®n
Dijo alguien, cuyo nombre se le acaba de fugar al cronista, que un fil¨®sofo es un hombre que duda. Joan Ignasi Pla duda (del plan Rabassa y de otras cosas), luego Joan Ignasi Pla es un fil¨®sofo. Si aun de fil¨®sofo, la encuesta del Instituto Opina para este peri¨®dico, lo coloca, con suficiencia, en el tercer lugar de los l¨ªderes valencianos, despu¨¦s de Rita Barber¨¢ y Francisco Camps, ?d¨®nde llegar¨ªa este hombre, si ventilara tanta duda, tanto titubeo, y ejerciera papel y decisiones de pol¨ªtico fet¨¦n? Pues que se moje de una vez, que arriesgue lo que tiene que arriesgar, y quiz¨¢ vea c¨®mo supera su actual calificaci¨®n, y hasta le saca una cabeza al siguiente de la lista. Y m¨¢s a¨²n, si le mete un buen impulso al Estatuto de Autonom¨ªa, y se las pela por derribar cuantos obst¨¢culos se oponen a la presencia de una mayor pluralidad de opciones, partidos y programas, en el hemiciclo: candidato no hay esca?o, el esca?o se hace al escampar. Y ni se sabe ya, si echa una mano a Gl¨°ria Marcos, de EU, y Enric Morera, del BNV, y a tantos otros, en el Congreso de Madrid, que no es m¨¢s ni menos que echarle una mano a la democracia, para arrumbar esa cruz de Comunidad y censarse en el pa¨ªs de las maravillas, que ahora ha dado en llamarse Pa¨ªs Valenci¨¤. Y a Francisco Camps, por otra parte, con su pol¨ªtica de mecano y arpegio est¨¢ vapuleando a su muy personal enemigo Eduardo Zaplana, que tan pimpante como iba ¨¦l, sac¨¢ndole brillo a los mosqueos voceados del PP, est¨¢ perdiendo parcelas de poder, hasta en sus alc¨¢zares alicantinos. Ha sido la del presidente Camps una estrategia de apariencia hospiciana y paciente, pero muy ladina, y bien que lo airean los ¨²ltimos sondeos demosc¨®picos. Aunque la brega contin¨²a y Orihuela es un laberinto de presuntas corrupciones y una sorpresa. Pero por encima de Camps, de Pla y, por supuesto, de Zaplana, se levanta, espectacular y macizo, el liderazgo de Rita Barber¨¢, mascar¨®n de proa de una autonom¨ªa varada, pero que respeta los l¨ªmites del municipio, por querencia o disciplina. M¨¢s tarde o m¨¢s temprano, Rita Barber¨¢ dejar¨¢ de ser alcaldesa de Valencia, pero muy probablemente nunca guardesa de lujo de la casa consistorial, ?a ver, oiga, que eso se mira pero no se toca, y cuidadito que lo tengo enfilado! Con todos estos datos, se dec¨ªa recientemente en estas mismas p¨¢ginas que el mapa pol¨ªtico valenciano estaba congelado: el PP le saca al PSPV los 11,4 puntos que ya le sac¨® en las ¨²ltimas elecciones. Se concluye, pues, que los dirigentes, en particular, y la militancia de los dos partidos que se turnan en el poder permanecen desorientados, indolentes e inm¨®viles. Desorientaci¨®n, indolencia e inmovilismo que priman al PP, por pura inercia y ninguna decorosa gesti¨®n, y pone a prueba la resistencia del PSPV, en las penosas colas de la oposici¨®n. Sobre este mapa de colores desva¨ªdos s¨®lo destaca el lampar¨®n del popular Carlos Fabra, quien, de acuerdo con una abrumadora mayor¨ªa de valencianos, deber¨ªa dimitir de la presidencia de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y de cualquier otro cargo. De un Carlos Fabra al que la Audiencia de su provincia acaba de ratificar la sentencia que desestim¨® la querella del citado ?dirigente? contra la SER y sus informadores. ?Por qu¨¦ se empecina Camps en protegerlo? Ande y no disimule: usted tambi¨¦n se lo huele.
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