Jane Fonda, en el tercer acto de su vida

Viaja con Tulia, su perrita, y se mueve apoyada en un bast¨®n, pero a los 67 a?os Jane Fonda, en cierto modo, sigue siendo Barbarella, aunque ella diga que se enfrenta al tercer acto de su vida y que "ahora lo importante no es la fama ni la belleza", sino que la quieran sus hijos y nietos. Mito sexual, feminista, activista pol¨ªtica, reina del aerobic, Fonda tiene muchos registros. Ayer, en Madrid, luc¨ªa un traje pantal¨®n de raya diplom¨¢tica y unas joyas estupendas. Pas¨® el fin de semana en Sevilla, "una ciudad donde se escucha el ta?ir de las campanas", y ma?ana vuela hacia Roma para seguir la promoci¨®n de Memorias (Temas de Hoy), su autobiograf¨ªa dedicada a su madre, la actriz Frances Seymur, que se suicid¨® cuando ella ten¨ªa 11 a?os. "Cuando empec¨¦ con el libro consegu¨ª el historial cl¨ªnico de mi madre y descubr¨ª, escrito de su pu?o y letra, que hab¨ªa sufrido abusos sexuales. En ese momento pude perdonarla; llevaba 10 a?os estudiando los efectos de los abusos en los ni?os y pod¨ªa entenderla muy bien".
No es ¨¦se el ¨²nico fantasma que Jane Fonda (Nueva York, 1937) convoca en este impactante libro. Las relaciones con su padre, el m¨ªtico Henry Fonda, al que describe como "fr¨ªo, distante y, a veces, temible", nunca fueron sencillas. "Hab¨ªa sido educado, como muchos hombres de su generaci¨®n, en el odio a las emociones y, posiblemente, se hizo actor para expresar lo que no se atrev¨ªa a hacer en la vida. Mis problemas con ¨¦l fueron parecidos a los de toda una generaci¨®n, pero le quer¨ªa much¨ªsimo. Tuve la suerte de producir En el estanque dorado, con la que gan¨® el Oscar, y entonces pude decirle todo lo que sent¨ªa", asegura.
Su biograf¨ªa, escrita a lo largo de cinco a?os, ha copado la lista de libros m¨¢s vendidos en Estados Unidos, pero el ¨¦xito no parece haber sorprendido a la protagonista de Klute, pel¨ªcula con la que gan¨® el primero de sus dos oscars. S¨®lo tuvo una duda a la hora de escribir. Su ex marido el director de cine Robert Vadim hab¨ªa contado ya en sus memorias que en m¨¢s de una ocasi¨®n ambos hab¨ªan compartido cama con alguna prostituta del burdel de la famosa Madame Claude, pero Fonda sopes¨® si merec¨ªa la pena hablar de aquello. "Le segu¨ª el juego y me lanc¨¦ a hacer un tr¨ªo con la habilidad y el entusiasmo de la actriz que soy", relata en el libro. Se trataba, dice ahora, de demostrar c¨®mo una mujer fuerte, inteligente y no dependiente econ¨®micamente pod¨ªa traicionar su cuerpo y su coraz¨®n porque no se sent¨ªa lo bastante buena para mantener a su hombre a su lado. "He enfatizado el aspecto psicol¨®gico porque las mujeres podemos llegar a ser tan mis¨®ginas como ellos. He tardado muchos a?os en curarme de esa enfermedad de querer complacer, pero todav¨ªa hoy las mujeres se entregan a los chicos de su clase para ser m¨¢s populares en el instituto", a?ade. Esa dolencia que ella resume como "el deseo de agradar" no se cur¨® con sus otros dos maridos, el congresista californiano Tom Hayden y el magnate de la CNN Ted Turner.
No faltan tampoco en el libro las referencias a su actividad pol¨ªtica contra la guerra de Vietnam, lo que le vali¨® el apodo de Hanoi Jane. El odio de la extrema derecha hacia su persona ha provocado que no hable en p¨²blico sobre la guerra de Irak, pero est¨¢ contenta porque Cindy Sheehan (la madre de un soldado muerto en Irak) "ha encendido la chispa" de la protesta y logrado que miles de personas se manifestaran frente al Capitolio por una guerra injusta.-

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