Del petardo del Benfica a la gorra de Viera

Antes de iniciarse el choque entre espa?oles y portugueses, durante el preceptivo saludo entre los jugadores de ambos equipos y el cuarteto arbitral, y mientras sonaba el himno de la Liga de Campeones, un estruendo alter¨® el discurrir del protocolo. ?El motivo?: el lanzamiento al terreno de juego de El Madrigal de un sonoro petardo que proven¨ªa del sector de la grada donde se encontraban ubicados los cerca de 1.000 aficionados del Benfica. Tras unos segundos de desconcierto, los seguidores portugueses tuvieron como respuesta la pitada generalizada del resto del estadio. Si por algo se caracteriza la afici¨®n del Villarreal es por su extremada tranquilidad, el pacifismo y la cordialidad con la que reciben a los equipos visitantes y a sus seguidores.

El delegado de la UEFA presente en El Madrigal, el italiano Mauricio Luadi, tom¨® nota del asunto y el Benfica recibir¨¢ un pertinente castigo -suele ser econ¨®mico- por el acto vand¨¢lico provocado por sus seguidores. Los dirigentes europeos est¨¢n para lo fino y para lo grueso, pendientes de todos los detalles que rodean a la opulenta competici¨®n. En la v¨ªspera del choque, en la rueda de prensa posterior al entrenamiento del conjunto de Pellegrini, Viera, el portero del Villarreal, recibi¨® el obsequio de una gorra negra con el anagrama de la competici¨®n por parte de un emisario de la UEFA. Una invitaci¨®n del organismo rector para evitar que el meta uruguayo utilizase la que usa con frecuencia, debido al excesivo tama?o del s¨ªmbolo de la marca que viste al Villarreal, plasmado en la gorra. Viera acept¨® el regalo, pero ayer se puso una blanca. Cuesti¨®n de gustos.

En el f¨²tbol, los n¨²meros no siempre suelen cuadrar. En el caso del Villarreal, en los dos partidos precedentes al de anoche, s¨ª se acercan a la realidad: el peor porcentaje de tiros a puerta (20) de los cuatro equipos pertenecientes al grupo D. Consecuencia directa: ning¨²n gol marcado hasta ayer. Peor bagaje cosech¨® en el primer periodo frente al Benfica, ya que no realiz¨® ning¨²n remate entre los tres palos de Quim, el sustituto ayer de Moreira, el titular habitual, y, posteriormente, de Nereu, el tercer portero, que entr¨® en el terreno de juego a la media hora del partido tras la lesi¨®n de Quim. Las aptitudes del joven portero portugu¨¦s de 19 a?os no fueron puestas de manifiesto hasta el cuarto de hora del segundo acto, cuando detuvo un lanzamiento a bocajarro de Cazorla. Para entonces el Villarreal ya decant¨® el envite a su favor tras un primer tiempo de claro dominio del Benfica. Y lleg¨®, por fin, el primer gol castellonense en la Champions. Como no, de Riquelme, de penalti.