Drogba, tras la estela del gran Weah

Didier Drogba, 27 a?os, autor del primer tanto frente al Betis, necesitaba un gran equipo para saltar a la cima del f¨²tbol. Apuntaba maneras de gran delantero desde que abandon¨® Costa de Marfil y lleg¨® a Francia, donde comenz¨® una carrera que, en muchos aspectos, recuerda a la del liberiano George Weah. Como Weah, ser¨¢ en los ¨²ltimos a?os de su trayectoria cuando se reconozca su enorme categor¨ªa como jugador. No es f¨¢cil ocupar portadas cuando tus equipos son el Le Mans o el Guingamp, dos modestos donde Drogba se gan¨® la atenci¨®n de los mejores clubes franceses. Los ojeadores ve¨ªan la imponente estampa de Drogba, su tremenda potencia y el r¨¢pido aprendizaje de las artes del juego. Con m¨¢s preocupaci¨®n observaban su sobrepeso. Demasiadas hamburguesas y poca atenci¨®n por la dieta. Su deficiente estado f¨ªsico le conden¨® al banquillo en el Le Mans, en Segunda Divisi¨®n. Pero las cualidades eran tan evidentes que su destino pasaba por alguno de los grandes del f¨²tbol franc¨¦s. Se aviv¨® el Olympique de Marsella y Europa descubri¨® al sucesor de Weah.

Weah se estableci¨® primero en el Par¨ªs Saint Germain, donde se encarg¨® de destrozar al Real Madrid en la Copa de la UEFA, y luego se coron¨® en el Mil¨¢n, despu¨¦s de una lenta progresi¨®n por el f¨²tbol franc¨¦s. Dos temporadas en el Marsella y Drogba ya estaba listo para el gran salto: marcaba goles en la Liga francesa y hac¨ªa estragos en Europa. El Madrid le sufri¨® en la Liga de Campeones: marc¨® en el Bernab¨¦u y repiti¨® en la vuelta. Los centrales comenzaron a tomar nota de un delantero imbatible en el cuerpo a cuerpo, capaz de jugar perfectamente de espaldas a la porter¨ªa y de atacar el ¨¢rea como un tren. Todo eso con dos buenos pies y una cintura flexible. El resultado era una reedici¨®n de Weah con 24 a?os. Su objetivo era Inglaterra. Su equipo, el Arsenal. Su ¨ªdolo, Thierry Henry. Le esperaba Ars¨¨ne Wenger.

Drogba ingres¨® en el f¨²tbol ingl¨¦s en el verano de 2004. Pero no en el Arsenal. Un magnate ruso del petr¨®leo y un ambicioso entrenador portugu¨¦s estaban dispuestos a convertir al Chelsea en la nueva referencia del f¨²tbol mundial. A Jos¨¦ Mourinho no le cost¨® mucho convencer a Roman Abramovich de las excelencias de Drogba, valoradas en 24 millones de euros por el Marsella. De convencer a Drogba se encarg¨® Mourinho. "Es tan buen entrenador como comerciante", suele decir el jugador. Un a?o despu¨¦s Drogba, cada vez m¨¢s pulido como jugador, parece dispuesto a competir con Ronaldo, Etoo, Shevchenko y Adriano por la supremac¨ªa entre los delanteros.