Norte y Sur, las dos orillas

Tan cerca y tan lejos, rezaba hace unos a?os la publicidad tur¨ªstica de Marruecos. El lema elegido no pod¨ªa ser m¨¢s acertado, tal vez a pesar de la intenci¨®n de sus autores. Porque, en la zona del estrecho de Gibraltar, apenas 14 kil¨®metros separan al Norte desarrollado del Sur pobre, la rica Europa de la miseria africana, la cultura del consumo de la hambruna. ?Por qu¨¦ la esperanza de vida se eleva a 79 a?os en la Uni¨®n Europea y apenas llega a los 45 en ?frica?, se pregunta ?ngel Fern¨¢ndez Fermoselle, editor de este libro colectivo, tan necesario como oportuno.

Bien es cierto que los problemas de la inmigraci¨®n con sus escenificaciones de pateras a la deriva, avalanchas sobre las verjas en Ceuta o en Melilla o brotes de racismo en algunas ciudades espa?olas ocupan todos los d¨ªas un amplio espacio en los medios de comunicaci¨®n. Pero, sin embargo, el fen¨®meno que m¨¢s ha cambiado la fisonom¨ªa de Espa?a en los ¨²ltimos a?os no cuenta todav¨ªa con suficiente literatura. Curiosa paradoja, por otra parte, que un pa¨ªs que durante todo el siglo XX envi¨® millones de emigrantes a Am¨¦rica y a Europa, sea ahora incapaz de acoger con los brazos abiertos y acercarse sin prejuicios a aquellos que llegan en busca de una vida mejor. Porque en esta supuesta Espa?a de la modernidad el que m¨¢s y el que menos es hijo o nieto de emigrantes. "Nosotros tambi¨¦n lo hicimos", comenta Fern¨¢ndez Fermoselle en el pr¨®logo, "entonces Eldorado no era la costa espa?ola, como ahora. Espa?a, subdesarrollada y aislada, era entonces el lugar del que huir".

M¨¢s all¨¢ de ensayos destinados a un p¨²blico universitario o de novelas minoritarias, la literatura espa?ola ha dado la espalda a los emigrantes como protagonistas o al mestizaje de culturas como argumento. Unas carencias que contrastan, sin duda, con la proliferaci¨®n en el cine y, no digamos, en la m¨²sica de historias que intentan acercar las dos orillas del Norte y del Sur. Precisamente para cubrir esta laguna o, m¨¢s bien un lago entero, la iniciativa de reunir a 25 escritores para que aporten otros tantos cuentos sobre la inmigraci¨®n debe ser recibida como un primer est¨ªmulo de inter¨¦s hacia el tema.

Estilos distintos, enfoques muy variados y narrativas dispares se dan cita en el volumen Inmenso estrecho, si bien un hilo conductor recorre las biograf¨ªas de los 25 autores y no es otro que su preocupaci¨®n por los problemas sociales. Desde Javier Corcuera o Pedro Guerra a Gustavo Mart¨ªn Garzo, Manuel Rivas o Elena Santiago, pasando por Charo Nogueira, Luis Mateo D¨ªez o Jordi Soler, todos ellos se han distinguido por incluir la inmigraci¨®n entre sus preocupaciones fundamentales, aquellas que tienen como autores, pero sobre todo como ciudadanos.

El compositor y m¨²sico Pedro Guerra, natural de unas islas Canarias que tanto saben de emigraciones hacia Am¨¦rica, resume en su cuento el ¨¢nimo que impulsa la filosof¨ªa de esta obra colectiva, cuyos beneficios ir¨¢n dedicados a Red Acoge, una ONG dedicada a defender los derechos de los emigrantes. "?Por qu¨¦ le dicen estrecho?", se pregunta Pedro Guerra para afirmar a continuaci¨®n: "Estrechos son algunos callejones oscuros y casi imposibles de atravesar. Estrechos son algunos pensamientos; pensamientos que albergan una mirada corta, torpe y poco acogedora. Este brazo de mar que separa el aqu¨ª del all¨ª es todo menos estrecho". Para unir esas dos orillas que casi se tocan ha surgido este libro.