Dicen que en Lima la belleza es un cors¨¦ de acero
EN LA poes¨ªa escrita por mujeres, Noches de adrenalina (Lima, 1981) marca una etapa importante. De una poes¨ªa m¨¢s abstracta, en la que el g¨¦nero est¨¢ ausente (Blanca Varela), pasamos a una escritura que se empala en el cuerpo concreto de una mujer de 30 a?os: "Tener 30 a?os no cambia nada salvo aproximarse al ataque cardiaco o al vaciado uterino". Su situaci¨®n en el mundo se define a partir de esa identidad que la distingue de los otros, la separa del mundo y la condena a una suerte de exilio personal, ¨ªntimo, inspirado en la manera como estos otros la ven. Esta poes¨ªa concreta, descarnada, irreverente, significa un paso importante en la poes¨ªa escrita por mujeres en Per¨² y Am¨¦rica Latina, significa un paso adelante hacia la promesa de un reconocimiento tangible. Ser reconocida es exigir la libertad para existir espont¨¢neamente y salir de la prisi¨®n del cuerpo: "Un cuerpo que sufre insoportablemente exige / al margen del sistema solar y las estrellas / su liberaci¨®n inmediata", escribe Oll¨¦.
El pensamiento no libera, s¨®lo la acci¨®n conjunta de cuerpo y mente que se encuentran en un lapso m¨ªnimo y parecen construir un valor duradero en la existencia. Si en la poes¨ªa de Carmen Oll¨¦ est¨¢ muy presente la experiencia intelectual que tuvo en los a?os ochenta en Par¨ªs, nunca llega a invadir totalmente el plano concreto de su escritura, ser una "subdesarrollada" que sabe del valor de un diente perdido, "la manera de constituirse en los 'de arriba' o 'los de abajo' / hombros-giba-senos colgantes-orificios dentales", y que sin embargo se salva por el instante de belleza arrancado al lenguaje: "El color del mar es tan verde como mi l¨ªrica / verde de subdesarrollada".
Por primera vez, Carmen Oll¨¦, nacida en Lima en 1947, arremete contra ciertos valores sagrados de la sociedad lime?a: maternidad, femineidad, dominaci¨®n masculina, desigualdad social, abriendo la puerta a una poes¨ªa que se presenta la experiencia en toda su crudeza y su desnudez, sin disimularla detr¨¢s de la frase hecha, alambicada o ret¨®rica. Pero no podemos mostrarnos, simplemente existir, sin la presencia del otro, continuamente evocado en el texto, el otro, el amado, el amante que domina. En ese sentido, esa pluralidad dominante, recusada y se?alada con el dedo, nos habla desde el texto mismo, se hace sonora y despide sus humores. La poes¨ªa de Carmen Oll¨¦ no asume concesiones, y la presencia de algunos gestos ¨ªnfimos, pero radicales, o la escatolog¨ªa de algunos poemas, tiene que ver con esta necesidad de ser una presencia concreta, pero tambi¨¦n la huella de cierta crueldad ejercida contra s¨ª misma y que le viene desde fuera: la violencia masculina. La sodom¨ªa podr¨ªa ser otra manera de entender que ninguna uni¨®n duradera es posible y el sentido contranatura de toda tentativa de verdadera fusi¨®n. "En Lima la belleza es un cors¨¦ de acero", escribe, y por eso, este libro, aunque sea el comienzo para emprender el camino hacia una cierta libertad, la confina y la condena a desear esa posesi¨®n masculina que de alguna manera tambi¨¦n nos concibe al estar siempre presente en los nombres. Los roles que la sociedad impone no se pueden transformar f¨¢cilmente pero s¨ª pueden darnos la posibilidad de trascenderlos: la escritura po¨¦tica, consciente de su poder, se convierte en una marca del cuerpo femenino, una marca clar¨ªsima que traza la l¨ªnea vital de la autora, una biograf¨ªa en el sentido pleno del t¨¦rmino. El fondo editorial de la Universidad Mayor de San Marcos reedita Noches de adrenalina, una invitaci¨®n a leerlo de nuevo, a solas, "con cierta alegr¨ªa perversa".
Patricia de Souza (Lima, 1964) es autora de las novelas La mentira de un fauno (Lengua de Trapo), El ¨²ltimo cuerpo de ?rsula (Seix Barral) y Stabat Mater (Debate). En 2006 publicar¨¢ Electra en la ciudad (Alfaguara).
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