La paradoja Bianchi
El t¨¦cnico del Atl¨¦tico dice que su equipo, "muy ofensivo", se parte en dos y no "crea f¨²tbol"
Carlos Bianchi, el t¨¦cnico del Atl¨¦tico, reconoci¨® que tiene un problema. Lo expuso en forma de acertijo. La paradoja Bianchi es la siguiente: "Tenemos los defectos de nuestras propias virtudes". Las virtudes a las que se refiere son la velocidad y el esp¨ªritu ofensivo de cuatro de sus futbolistas: Maxi, Petrov, Torres y Kezman. El defecto, que esa inclinaci¨®n por el ataque provoca que el Atl¨¦tico se parta en dos y "no piense en la construcci¨®n, ni en la creaci¨®n de f¨²tbol". Y que, a causa de todo ello, su equipo no puede tener "un centro del campo homog¨¦neo". La segunda paradoja, es que el problema se debe, en parte, a las decisiones del propio Bianchi. Tanto en la asunci¨®n de la confecci¨®n de la plantilla elaborada, principalmente, por Toni Mu?oz, el director deportivo, como en la elecci¨®n de los titulares: "No puedo desperdiciar el gol". Aunque el entrenador no renuncia a "mejorar el juego" y considera que disociar el buen f¨²tbol del resultado es un debate que merece una sonrisa ir¨®nica y una explicaci¨®n paternalista: "Si se juega bien, los resultados suelen acompa?ar", dijo.
Los dos mediocentros del Atl¨¦tico, Zah¨ªnos y Luccin, saben que est¨¢n muy solos y por eso se "hablan mucho". El franc¨¦s, que es el ¨²nico jugador de campo que ha disputado todos los minutos del campeonato, concede que esa distancia "se nota", pero, al igual que Bianchi, la da por buena si a cambio "hay gol". "Tenemos que sacrificarnos m¨¢s y ya est¨¢", comentaba el franc¨¦s hace dos semanas a este peri¨®dico, "la gente de ataque s¨®lo tiene una obligaci¨®n, que es recuperar la posici¨®n. Nada m¨¢s". La siguiente reflexi¨®n del medio es que eso implica "m¨¢s sacrificio" por parte de los centrocampistas.
Por eso, por esa exigencia de "m¨¢s sacrificio", el canterano Gabi ya no es titular. Cuando ¨¦l jugaba junto a Luccin el equipo tambi¨¦n se part¨ªa en dos, seg¨²n an¨¢lisis de Bianchi, pero la fractura dejaba a los cuatro hombres de atr¨¢s muy solos a la hora de defender. Al parecer, el problema era que Gabi presionaba demasiado arriba, dicen.
Para Zah¨ªnos, sorprendente beneficiario de la teor¨ªa de Bianchi y due?o de la otra plaza del mediocampo, no hay caso porque "Maxi ayuda al meterse por el centro y los dem¨¢s son gente muy vertical a la que se le puede meter pases a la espalda de la defensa". Bianchi coincide con ¨¦l en lo que a Maxi respecta: "A Maxi no se le puede desperdiciar peg¨¢ndole a la banda". Zah¨ªnos, lesionado desde hace cuatro a?os de manera reiterativa, siempre ha contado para sus t¨¦cnicos. "Hace una labor sucia importante y sabe leer muy bien el f¨²tbol", se justifican.
De todos modos, Luccin aprecia m¨¢s ventajas en la situaci¨®n creada esta temporada, por exceso, a los problemas de creatividad de las anteriores, generados por defecto: "Es preferible tener cinco tipos que te dan la lata para que les pases el bal¨®n a no tener a ninguno, o a uno, como suced¨ªa otros a?os". Reflexiona el franc¨¦s que la tarea del "pivote" se hace casi imposible de llevar a cabo si los dem¨¢s jugadores est¨¢n "est¨¢ticos". Aunque ahora su oficio se haya convertido en algo extenuante: "Tienes que ir r¨¢pido a tapar un hueco en la banda y luego correr a toda velocidad al centro..." Un esfuerzo imposible la campa?a anterior. Luccin ten¨ªa dolores de espalda. "Dolores horrorosos" que ha superado gracias a pasarse todas sus vacaciones en manos de un oste¨®pata parisino. "No es que te de masajes, lo que hace son manipulaciones que te dejan dos d¨ªas sin poder ni moverte", describe el jugador.
El Atl¨¦tico, en boca de todos sus directivos, hizo la siguiente reflexi¨®n durante el verano: "Si tenemos una buena defensa, consolidada, y el problema son los goles, fichemos jugadores ofensivos". Toni Mu?oz, con las manos libres, puso los nombres sobre la mesa. S¨®lo se frustraron dos contrataciones: la de Riquelme y la de Mascherano. La del primero, por cuestiones financieras y de agentes. La del segundo, por el temor que inspir¨® su grave lesi¨®n de rodilla a algunos directivos y la insistencia del propio Carlos Bianchi en que no era esencial. Ahora, el preparador avisa: "Tenemos que mejorar nuestra producci¨®n".

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