Escultura y arquitectura encuentran en el Guggenheim sus rasgos comunes
'Arquiescultura' exhibe 180 obras de ambas disciplinas creadas a lo largo de tres siglos
Arquitectura y escultura arrastran una tradici¨®n de influencia mutua. La exposici¨®n Arquiescultura, que ayer se inaugur¨® en el Museo Guggenheim Bilbao, enfrenta obras de las dos disciplinas creadas a lo largo de tres siglos para identificar sus relaciones y plasmar su confluencia. Son 180 obras, esculturas, pinturas y maquetas de edificios de 60 artistas y 50 arquitectos. Arquiescultura, dijo el comisario de la exposici¨®n, Markus Br¨¹derlin, encontr¨® el escenario ideal para su exhibici¨®n en el Guggenheim, "una superescultura plantada en la ciudad".
Br¨¹derlin subray¨® que el Guggenheim es el mejor ejemplo de arquiescultura, una gigantesca escultura urbana capaz de tener un car¨¢cter funcional, como tambi¨¦n lo es el edificio de Swiss-Re, el pepinillo de Norman Foster en Londres, o la Torre Agbar, de Jean Nouvel, de Barcelona. Las relaciones entre escultura y arquitectura arrancan en la Antig¨¹edad -el comisario record¨® las pir¨¢mides egipcias o los templos griegos- pero el creciente protagonismo de edificios de gran creatividad oblig¨® al comisario a considerar si la arquitectura del siglo XXI no es "una continuaci¨®n de la historia de la escultura realizada con otros medios". Frente a los te¨®ricos que han defendido que la arquitectura es un can¨ªbal que devora la escultura, Br¨¹derlin defiende en la exposici¨®n que las relaciones entre ambas disciplinas -"amistades peligrosas", seg¨²n su expresi¨®n- han sido muy fruct¨ªferas a lo largo de la historia, y lo siguen siendo.
El recorrido hist¨®rico de Arquiescultura parte de la Revoluci¨®n Francesa y llega hasta el presente, comparando pinturas y esculturas con maquetas arquitect¨®nicas, que se presentan en las salas como peque?as esculturas. Entre el cenotafio esf¨¦rico dise?ado por Etienne-Louis Boull¨¦ en honor de Isaac Newton y los dise?os de la denominada arquitectura blobmeister (de blob, las siglas en ingl¨¦s de objetos binarios de gran tama?o), formas org¨¢nicas creadas por ordenador, se encuentran en la exposici¨®n obras de Aristide Maillol, Henri Matisse, Hans Arp, Joseph Beuys, Constantin Brancusi, Eduardo Chillida, Alberto Giacometti, Jacques Lipchitz, Henry Moore y Sol LeWitt, entre otros, junto a maquetas firmadas por Mies van der Rohe, Le Corbusier, Norman Foster, Arata Isozaki, Renzo Piano, Ludwig Wittgenstein, Minoru Yamasaki, Frank Lloyd Wright y Hans Poelzig. La n¨®mina de arquitectos seleccionados asciende a medio centenar, mientras que los pintores y escultores son cerca de 60.
Br¨¹derlin ha resumido el enfoque de Arquiesculturas en una sala que act¨²a como un pr¨®logo para demostrar que la escultura moderna bebi¨® de los principales estilos de la historia de la arquitectura. "Los pioneros de la escultura moderna, como Brancusi o Maillol, no s¨®lo se relacionaron con el cubismo y la conquista del espacio, sino que tienen relaci¨®n con el rom¨¢nico, el g¨®tico, el clasicismo o el barroco, y han recibido influencias de la arquitectura hist¨®rica", explic¨® el comisario. Las maquetas de una c¨²pula barroca de Borromini y las estructuras neog¨®ticas de Gaud¨ª se enfrentan aqu¨ª a las figuras de Maillol, Matisse y Rodin.
A partir de ese pr¨®logo, "los di¨¢logos de formas" entre arquitectura y escultura, jugando con las diferencias de escala y proporciones entre las piezas escult¨®ricas de gran formato y las reducidas maquetas, se han ordenado cronol¨®gicamente. El recorrido de la exposici¨®n por las obras del siglo XVIII se completa con un montaje del artista alem¨¢n Gerard Merz, realizado espec¨ªficamente para la muestra. El homenaje de Merz al riguroso canon formal del clasicismo es un friso monumental integrado por centenares de tubos fluorescentes, "la luz de la ilustraci¨®n", que ciegan al espectador con sus 3.000 vatios de potencia.
La cita de Brancusi, "la verdadera arquitectura es la escultura", impulsa el recorrido por el siglo XX, subrayando el abandono de la escala humana y, posteriormente, la asunci¨®n de las conquistas del cubismo y el enfrentamiento entre la arquitectura geom¨¦trica y racionalista con el plasticismo expresionista. Las dos disciplinas se fueron aproximando seg¨²n avanzaba el siglo XX: la capilla de Ronchamp, de Le Corbusier, y el Guggenheim de Frank Lloyd Wright, en Nueva York, ilustran la cercan¨ªa, junto a esculturas de Chillida.
Las instalaciones de Giacometti, la traslaci¨®n del minimalismo a la arquitectura y los intentos de mantener las estructuras urbanas recorren las ¨²ltimas d¨¦cadas del pasado siglo. La ¨²ltima sala de la exposici¨®n aborda el enfrentamiento entre los partidarios de la caja y del blob, la arquitectura de formas org¨¢nicas creada por ordenador. Jean Nouvel cierra la muestra con una reinterpretaci¨®n de la caja c¨²bica: una maqueta del monolito de acero de 34 metros de altura que hizo flotar en un lago suizo en 2002.
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