El Athletic apela a los socios
El club rojiblanco podr¨ªa destituir a Mendilibar si no logra ganar hoy al Celta en San Mam¨¦s
Movilizaci¨®n general. El Athletic ha tocado a rebato. Una vez gastadas las balas del presidente (con poco cr¨¦dito), del entrenador (muy discutido) y de los jugadores (muy cuestionados), s¨®lo queda la afici¨®n en el trascendental partido de hoy contra el Celta. El primer paso al frente lo dio el club rojiblanco con un comunicado oficial en el que reclama la presencia del p¨²blico como principal apoyo del equipo, seguido de mensajes SMS (pe?as, entorno, etc,) para que los aficionados venzan la pereza de un horario, las diez de la noche, muy desaconsejable en Bilbao. Esa es la actitud del club que sabe que una nueva derrota le obligar¨ªa a la destituci¨®n de un entrenador, Mendilibar, (apuesta personal del presidente, Lamikiz) "para muchas temporadas", seg¨²n dijo en la presentaci¨®n.
Se ha reclamado la asistencia al estadio en un comunicado oficial y por mensajes SMS
Al t¨¦cnico le ha tocado desmentir las ¨²ltimas informaciones que anunciaban su disponibilidad a la dimisi¨®n en caso de una derrota contra el Celta. "No es verdad, no se de d¨®nde ha salido eso. Parece que eran palabras m¨ªas pero ellos sabr¨¢n lo que ponen. Y no quiero hablar m¨¢s del tema", dijo ayer. La vor¨¢gine se ha llevado muchas cosas por el camino. En pleno acuerdo t¨¦cnico-presidente para sacar el problema adelante, Yeste, un peso pesado de la plantilla, declar¨® en rueda de prensa que la posible destituci¨®n de Mendilibar "podr¨ªa arreglar las cosas, ... o igual no". Da igual. Si el Athletic no gana hoy al Celta las posibilidades de subsistencia de Mendilibar son m¨ªnimas; si empata, dependen de la reacci¨®n del p¨²blico y si gana adquiere al menos el cr¨¦dito de una semana.
En el club hay nervios. La Junta Directiva ha ganado las elecciones bajo un mensaje triunfalista y amparando la continuidad en el banquillo. Hoy puede encontrarse con el equipo hundido en el ¨²ltimo puesto y el tercer entrenador en dos a?os. Entre la realidad y el deseo hay un desierto, lo que anima las dudas y dificulta el sentimiento de tranquilidad.
Todo est¨¢ en el aire y los miedos apremian. Incluso la hora del encuentro anima al desasosiego, sobre todo cuando el equipo no transmite mensajes positivos. Todo se concentra en el entrenador, aunque en el club se sabe que la marea puede crecer y alcanzar al palco presidencial si la falta de resultados contin¨²a.
Conflicto en la Copa
Tantas dudas han surgido en el Athletic respecto a su futuro que ha impugnado el campo de L'Hospitalet, su rival en Copa del Rey el pr¨®ximo 9 de noviembre, por ser hierba artificial, versi¨®n moqueta. Seg¨²n el presidente del equipo catal¨¢n, Fernando Lamikiz le asegur¨® que el Athletic no pondr¨ªa objecci¨®n alguna a su estadio y ahora se encuentra con un reclamaci¨®n que podr¨ªa dejarle fuera de la competici¨®n. L'Hospitalet ya vivi¨® una situaci¨®n similar contra el Deportivo de Javier Irureta cuando, al amparo del reglamento federativo (que obliga, salvo acuerdo entre clubes, a jugar en terrenos con hierba natural) acab¨® con la descalificaci¨®n del equipo catal¨¢n por negarse a cambiar de campo.
El Athletic ha aprovechado la experiencia y quiere librarse de una eliminatoria que le d¨¦ alas en un campeonato que considera como m¨¢s propio. El Athletic ya ha jugado en terrenos de hierba artificial (en Lanzarote, por ejemplo) pero ahora ha descubierto un escape para liberar al equipo de un fracaso que ser¨ªa definitivo: caer ante un Segunda B, sin tener aclarado el panorama en la Liga. Lo peor frente a un fracaso son dos fracasos, y el reglamento le abre una posibilidad de solventar la papeleta sin moverse de Bilbao. Al Deportivo le funcion¨® (con un coste de imagen) y el Athletic ha encontrado el sendero. El presidente de L'Hospitalet piensa que si le plant¨® clara al Depor no le va a temblar el pulso por hacerlo contra el Athletic. En tanto el asunto se resuelve, al Athletic le llega el Celta con los problemas habituales.
El partido se ha convertido en una final. Quiz¨¢s no la ¨²nica, pero s¨ª la primera para Mendilibar, abrumado por un efecto medi¨¢tico desconocido, y para el presidente, que se ha quedado sin el discurso que le llev¨® a ganar por goleada las elecciones. Ante el Celta, el Athletic busca un manual a seguir. El club llama a los socios, desesperadamente, y los socios a los jugadores. Pero el t¨¦cnico es el ¨²nico que se juega su futuro.
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