Elogios y celebraciones

El t¨ªtulo de la sorprendente ¨²ltima antolog¨ªa po¨¦tica de Jos¨¦ Jim¨¦nez Lozano sirve de encabezamiento a este comentario que, por encima de todo, trata de elogiar y celebrar la madurez de un artista singular, Enrique Viana, que no solamente ha encontrado un camino a su medida en la combinaci¨®n de bel canto, cabaret, humor, divulgaci¨®n l¨ªrica, teatro y variedades, sino que ha llevado su asimilaci¨®n e inventiva de este personal e inclasificable g¨¦nero a un punto de destreza verdaderamente asombroso.

El espect¨¢culo Tenor, vivo... y al rojo ha rodado antes por Toledo, Santander y Sevilla, y en diciembre recalar¨¢ en el Teatro Real. Su paso por el auditorio de la Fundaci¨®n Canal, ante un p¨²blico popular, que llenaba hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de la sala y hab¨ªa propiciado una considerable lista de espera, result¨® revelador. Y no solamente por la reacci¨®n apote¨®sica, con los asistentes puestos en pie como un resorte desde la ¨²ltima palabra, sino por la intensidad, la emoci¨®n, el grado participativo o la permanente sonrisa con que se vivi¨® esta loca jornada, que dir¨ªan Mozart o Beaumarchais.

Enrique Viana, en efecto, ha encontrado su camino, que trasciende y supera los del canto o la pedagog¨ªa, por citar dos de sus especialidades, para centrarse en el sentimiento teatral, en la reflexi¨®n l¨²cida o en la capacidad de hacer re¨ªr, llorar o so?ar a trav¨¦s de sus actuaciones. Su parodia de Lohengrin, de Wagner, por ejemplo, a trav¨¦s de Flor de t¨¦, es, sencillamente, descacharrante. O su primer n¨²mero vestido de mujer, o...

Pero el espect¨¢culo es mucho m¨¢s que una excusa para la diversi¨®n. Tiene ternura, pensamiento, melancol¨ªa, un humor conceptual muy atractivo, picard¨ªa, toques de comedia musical, imaginaci¨®n en el vestuario y, sobre todo, tiene vida, alegr¨ªa, desparpajo.

Canta Viana mejor que nunca cuando se calienta y act¨²a estupendamente. La r¨¦plica que le da Manuel Burgueras desde el piano, cantando o dialogando con el tenor, es fant¨¢stica. Viana da un salto cualitativo y consigue, sin duda, el mejor espect¨¢culo de su carrera, el m¨¢s inquieto, el m¨¢s equilibrado, el m¨¢s profundo, el m¨¢s sutil, el m¨¢s genial, el m¨¢s ganso. Los elogios y celebraciones est¨¢n m¨¢s que justificados.