La autorregulaci¨®n se consolida en la prensa europea
Los expertos convocados por la FAPE analizan los distintos c¨®digos de autorregulaci¨®n y las obligaciones de los periodistas
El Comit¨¦ de Quejas de la Prensa brit¨¢nica (PCC, en sus siglas en ingl¨¦s) recibe cada a?o una media de 3.500 protestas de los ciudadanos. Una aplastante mayor¨ªa (en torno al 98%) se resuelven con un acuerdo entre el periodista y el medio en el que trabaja, por un lado, y el p¨²blico, por otro. Los expertos convocados por la Federaci¨®n de Asociaciones de la Prensa de Espa?a (FAPE) analizaron ayer los distintos sistemas que regulan la profesi¨®n period¨ªstica, en l¨ªnea con el modelo dise?ado por el Consejo de Europa a principios de los noventa, que inst¨® a los medios a que se comprometieran a observar "unos principios deontol¨®gicos rigurosos" encaminados a asegurar la libertad de expresi¨®n.
"Nunca conf¨ªen en un peri¨®dico que dice que nunca se equivoca", advierte 'The Guardian'
El modelo de autorregulaci¨®n brit¨¢nico se basa en un c¨®digo deontol¨®gico de larga tradici¨®n. Si el PCC considera que se ha vulnerado existe obligaci¨®n de publicar las cr¨ªticas en el medio. A menudo ¨¦sta es una herramienta de persuasi¨®n, "porque significa que se averg¨¹enzan p¨²blicamente". Para los peri¨®dicos "es una f¨®rmula de mantener la credibilidad", dijo Tim Toulmin, presidente del PCC, quien resalt¨® la "gran autoridad" de esta entidad. Los profesionales tienen obligaci¨®n de respetar el c¨®digo, pero la responsabilidad ¨²ltima es el editor. El objetivo es "conseguir el equilibrio" entre los derechos de los periodistas y los del p¨²blico.
El c¨®digo no cubre los derechos de los trabajadores ni las quejas de unas empresas contra otras porque "no entra en batallas comerciales" y tampoco atiende quejas relacionadas con "la decencia", por ser demasiado subjetivas. El c¨®digo precisa que no se puede fotografiar a personas en lugares p¨²blicos sin su consentimiento. Es muy claro en relaci¨®n a los ni?os. "Si son menores de 16 a?os no se puede hablar con ellos en el colegio o fotografiarlos en la calle sin el consentimiento de un adulto responsable", aclaran los directivos del PCC. Tambi¨¦n es muy estricto en cuanto a no discriminar por razones de sexo, raza o religi¨®n. "Cualquier editor que invoque el inter¨¦s p¨²blico para publicar una informaci¨®n tiene que demostrar que existe tal inter¨¦s p¨²blico", se?al¨® Ian Beales, que relat¨® las principales obligaciones de los periodistas en el Reino Unido.
El defensor el lector del peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian, Iam Mayes, explic¨® que su diario tiene un c¨®digo editorial, que "incorpora y extiende" el c¨®digo del PCC pactado por los peri¨®dicos brit¨¢nicos. Mayes asegur¨® que las rectificaciones en los medios no disminuyen la confianza del p¨²blico. Por el contrario, s¨ª lo hace el no aceptar los errores. "Nunca conf¨ªen en un peri¨®dico que dice que nunca se equivoca", aconsej¨®.
A la hora de aplicar los c¨®digos deontol¨®gicos, el representante de la Comisi¨®n de Cultura del Consejo de Europa, Luis Mar¨ªa de Puig, apost¨® por la autorregulaci¨®n frente a las tentaciones de los pol¨ªticos de imponer normas. "Hubo un debate sobre si los parlamentarios ten¨ªan que poner los l¨ªmites y llegamos a la conclusi¨®n de que no. Es una tarea que corresponde a los profesionales". En su opini¨®n, la aceptaci¨®n voluntaria de ciertas l¨ªmites no significa censura.
Puig asegura que "la prensa ejerce un papel mucho m¨¢s importante que los pol¨ªticos", pero a veces hay flancos discutibles: "no siempre es objetiva, a veces manipula o est¨¢ interesadamente a favor o en contra de los Gobiernos". Por eso, la prensa debe respetar sus propios c¨®digos de autorregulaci¨®n.
En la misma l¨ªnea se pronunci¨® el vicepresidente del Consejo Deontol¨®gico de la FAPE, Manuel N¨²?ez Encabo, quien aport¨® su f¨®rmula de conducta profesional: "Un m¨¢ximo ¨¦tico y un m¨ªnimo jur¨ªdico". Las normas deben ser "voluntarias y eficaces", confeccionadas por los profesionales para "evitar las tentaciones de los Gobiernos a legislar sobre los contenidos de los medios", remarc¨® N¨²?ez Encabo, quien record¨® que "ni los editores ni los periodistas son due?os de la informaci¨®n".
El secretario general del Consejo de Prensa de B¨¦lgica, Flip Voets, cont¨® que en su pa¨ªs hab¨ªa alguna reticencia para formar ¨®rganos de similares al brit¨¢nico. Ir¨®nicamente, fue una propuesta del Ministerio de Justicia la que promovi¨® que los periodistas se sentaran a hablar "para que nadie lo hiciera por nosotros", asegur¨®. Muchas de las 100 quejas que han recibido desde finales de 2002 "son de gente que ha preferido acudir a su consejo, en lugar de a los tribunales tal vez porque es gratuito y m¨¢s r¨¢pido".
El director del Consejo de la Informaci¨®n en Catalu?a, Josep Pernau, asegur¨® que el trabajo que realiza esa entidad encubre "un sano ego¨ªsmo", ya que s¨®lo respetando la ¨¦tica puede existir la credibilidad. "El buen gusto, el rigor y el respeto a las personas" son las bases en que se sustenta el c¨®digo pionero en Espa?a, seg¨²n su director. "No s¨¦ si rectificar es de sabios, pero s¨ª es de personas honestas", afirm¨®. El c¨®digo catal¨¢n se basa en "12 reglas universales", entre las cuales figura separar la informaci¨®n de la opini¨®n, no discriminar, rectificar "no tan escondido" los errores, obtener la informaci¨®n por medios l¨ªcitos, evitar la corrupci¨®n y a llamar "presunto" a quien no se ha demostrado la culpabilidad.
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