Cantando con jondura

Un cantaor que hace dos cantes por sole¨¢ y dos por siguiriya, en un total de ocho, merece por lo menos un respeto. Canela de San Roque los hizo, soltando con largueza la voz, que llev¨® muy arriba. Quiz¨¢, si se hubiera acordado de los bajos de vez en cuando, habr¨ªa alcanzado una mayor matizaci¨®n, una mejor riqueza expresiva. Pese a ello estuvo bien, pues hablamos de un cantaor cuidadoso hasta el extremo, que mima los cantes, que los acuna buscando siempre la jondura y la grandeza.

Pese a no ser ¨¦sta una de sus noches memorables, hay que decir que estuvo bien en todo momento en los cantes citados, pero tambi¨¦n la malague?a del Mellizo, en las alegr¨ªas, en los fandangos, en las buler¨ªas. Es cantaor que sabe lo que se trae entre manos, y que por ello mismo da un sentido y una dimensi¨®n a los cantes que nada tienen que ver con la banalidad del cantar por cantar. Su ¨²ltimo cante siguiriyero, por ejemplo, fue espl¨¦ndido, estuvo dicho con reconcentrado inter¨¦s. Y hemos de apuntar un defecto en el que Canela cae con frecuencia: no remata los cantes a veces, dejando los tercios colgados en el vac¨ªo.