Estatuto
La reforma del Estatuto catal¨¢n ha generado un alud de reacciones irracionales. Una de ellas es el temor al t¨¦rmino naci¨®n, que no deber¨ªa asustar a nadie ya que s¨®lo basta recordar un poco de historia para ser consciente del origen inmediato de Espa?a en los viejos reinos medievales. Realmente m¨¢s me preocupa en qu¨¦ medida puede afectar esta propuesta al principio de igualdad y solidaridad entre los espa?oles.
Por cierto, para ira y miedo, la desorbitada respuesta de muchos sectores. En cualquier caso ninguna de estas reacciones permite tener la mente clara para razonar y actuar, cosas que necesitamos para discutir civilizadamente sobre la reforma.
Tendr¨ªamos que examinar si esta reforma responde a lo que desean realmente los catalanes. A pesar de ser respaldada por un 90% de los esca?os del Parlament, la propuesta da la impresi¨®n de ser una gigantesca operaci¨®n de mercadotecnia en la que los pol¨ªticos han querido salir en la foto, lav¨¢ndose las manos del problema que le han pasado a Madrid..
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