Mayorcitos, pero ellos

En medio de una impresionante coheter¨ªa, el medio aforo que registraba el recinto pudo comprobar c¨®mo el rubio Nick Carter se ha pasado dos pueblos con la boller¨ªa industrial; o c¨®mo AJ McLean hace bien en no quitarse las gorritas; o c¨®mo a Kevin Richardson le dan menos bola, quiz¨¢ porque es mucho mayor que sus compa?eros; o, tal vez, c¨®mo Brian Littrel, el rubio ani?ado, sigue sin crecer; o c¨®mo Howie Dorough podr¨ªa aparecer en El Padrino IV, haciendo de hijo de Andy Garc¨ªa.

As¨ª es, porque as¨ª fue, este quinteto que parece querer detener el tiempo en la ¨¦poca en que eran adolescentes, como se encargaron de mostrarnos en los montajes de v¨ªdeos con los que entreten¨ªan el tiempo de cambiarse de ropa entre bloques de canciones. Pero no fue ¨¦sa su ¨²nica magia: estuvieron dos horas bailando y sus voces sonaban siempre perfectas y sin s¨ªntomas de asfixia. ?Alg¨²n pregrabado? Pues a lo mejor, pero eso no erosiona el efecto que canciones como Shape of my heart, I want it that way, I'll never break your heart -que cantaron parcialmente en castellano- o Backstreet's back tuvieron sobre gran parte de los espectadores. Mayorcitos, s¨ª, pero siguen siendo ellos.