Carmen Iglesias destaca la vigencia de las ideas de Montesquieu

La celebraci¨®n del 250? aniversario de la muerte de Montesquieu (1689-1755) ha impulsado a la historiadora Carmen Iglesias a recuperar editorialmente su estudio sobre la obra y el contexto que rode¨® al fil¨®sofo franc¨¦s. Un trabajo que le llev¨® 10 a?os; que public¨® por primera vez en 1984 y por el que obtuvo el Premio Internacional de la Acad¨¦mie Montesquieu de Burdeos.

Aunque el texto no ha sufrido modificaciones significativas, la reedici¨®n de El pensamiento de Montesquieu (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores) a?ade un nuevo pr¨®logo, una cronolog¨ªa biogr¨¢fica y un ¨ªndice tem¨¢tico. Se trata, por tanto, de la recuperaci¨®n del an¨¢lisis hist¨®rico que Iglesias desarroll¨® acerca de Montesquieu y su ¨¦poca. Una figura que la historiadora admira por "su amor a la libertad y a la independencia, as¨ª como su equilibrio entre el pesimismo y el optimismo, que le lleva a apostar por la condici¨®n humana aunque sabe que no es ideal", seg¨²n explic¨® la autora ayer en la sede del C¨ªrculo de Lectores en Madrid.

Iglesias, acad¨¦mica de la Historia y de la Lengua, destac¨® la plena vigencia de los temas que Montesquieu abord¨® en sus escritos. "Sus problemas son los nuestros. Por un lado, c¨®mo articular el poder y la libertad aceptando que la condici¨®n humana tiende al abuso y que, como el propio Montesquieu escribi¨®, hasta la virtud necesita l¨ªmites. Este problema sigue estando en nuestras sociedades. Por otro lado, est¨¢ la encrucijada entre el determinismo y la libertad; entre las circunstancias que rodean al individuo y su libertad para superarlas y revertirlas".

Religi¨®n

Carmen Iglesias se?al¨® la "cautela" con la que Montesquieu escribi¨® siempre acerca de la Iglesia. "Como casi todos los ilustrados, ¨¦l no era ateo, ni agn¨®stico, sino creyente. Era un arist¨®crata provinciano, no un revolucionario. Combati¨® para que sus libros no estuvieran en el ¨ªndice, y por su relativismo ve¨ªa la religi¨®n sobre todo como un fen¨®meno social".

El pensamiento de Montesquieu abarca la filosof¨ªa y la historia de la ciencia en el siglo XVIII, dos disciplinas muy pr¨®ximas para los ilustrados. "El libro trata las corrientes en las que Montesquieu estuvo metido. El primer cap¨ªtulo parte de su origen familiar como arist¨®crata y el ambiente de las academias en aquel momento. Montesquieu tiene una visi¨®n muy newtoniana y, como sus contempor¨¢neos, est¨¢ muy influido por la ciencia. Durante los 20 a?os que tard¨® en publicar su Esp¨ªritu de las leyes estuvo haciendo experimentos cient¨ªficos. Investig¨® el electromagnetismo y diseccion¨® ranas en busca de una g¨¦nesis de la vida", explic¨® la autora.

En el libro, Iglesias -que ultima la edici¨®n de Cartas persas del fil¨®sofo franc¨¦s- enfrenta el pensamiento de Montesquieu con los de Spinoza y Leibniz, y estudia las dificultades que tuvo que afrontar para alcanzar ciertos planteamientos como la solidaridad, "que hoy nos parecen obvios".