El deporte es cultura

Visit¨¦ el Sal¨®n del Libro de Barcelona y pude comprobar c¨®mo se publican libros de todos los temas. Bueno, de casi todos. Sobre deporte tan s¨®lo encontr¨¦ cuentos infantiles del Bar?a, biograf¨ªas, libros sobre el Tour y poco m¨¢s. En definitiva, aquellos libros que est¨¢n colocados como frutas del tiempo o latas de conserva en cualquier gran superficie. Por eso me sorprendi¨® ver Cuentos ol¨ªmpicos, una recopilaci¨®n de historias de, entre otros, Camilo Jos¨¦ Cela y Fernando Savater. No dud¨¦ en compr¨¢rmelo. ?Por qu¨¦ se desprecia as¨ª al deporte? Los lectores de deportes no s¨®lo son el hombre del bar equipado con cerveza y bocadillo, ni el aficionado repasando el historial necrol¨®gico de la familia del jugador del equipo rival, ni los t¨®picos jarro de agua fr¨ªa o sudar la camiseta. Algunos intelectuales ya vieron que era algo m¨¢s. Como Rafael Alberti, que escribi¨® una oda a Franz Platko, el portero h¨²ngaro que jug¨® en el Bar?a entre 1922 y 1930; V¨¢zquez Montalb¨¢n, que escribi¨® grandes art¨ªculos sobre f¨²tbol; Miguel Delibes, que sintetizaba los partidos del Real Valladolid; Kapuscinski y su reportaje La guerra del f¨²tbol; Josep Maria Planes y sus cr¨®nicas de ciclismo o Josep Maria de Sagarra y sus reflexiones sobre boxeo... El deporte tambi¨¦n es literatura, tambi¨¦n es cultura.