De la Pe?a enchufa al Espanyol

El Espanyol dio con el punto de inflexi¨®n que persegu¨ªa frente a un rocoso pero insulso Mallorca. No ganaba un partido de la Liga desde hac¨ªa dos meses, cuando pas¨® el Madrid por Montju?c. Desde entonces, su juego qued¨® expuesto a tal sinf¨ªn de dudas y vaivenes que Miguel ?ngel Lotina roz¨® la destituci¨®n. Demasiados cambios de esquemas, demasiadas caras diferentes a cada partido. La crisis se suaviz¨® tras la peculiar ratificaci¨®n del entrenador, el empate cazado a ¨²ltima hora ante el Athletic hace dos semanas y el un¨¢nime apoyo de la grada al entrenador vizca¨ªno. Aun as¨ª, el Espanyol era el antepen¨²ltimo y recib¨ªa con el agua al cuello al Mallorca. Sali¨® a flote porque el equipo le dio cuerda a De la Pe?a y el c¨¢ntabro se explay¨® y sirvi¨® la media docena de balones que pusieron en aprietos a la defensa mallorquinista.

El quehacer del equipo de Hector C¨²per se bas¨® en su futbol¨ªn defensivo con tres l¨ªneas perfectamente trazadas: los dos cuartetos m¨¢s atrasados y Arango y V¨ªctor basculando cerca del c¨ªrculo central. Los dos centrales italianos, Potenza y Iuliano, dictaron la norma de conducta del equipo bermell¨®n, propensos a fajarse a base de codazos, a meter el cuerpo de buena o de mala manera y a patear el bal¨®n al tunt¨²n con tal de alejar el menor conato de peligro. Mientras mantuvo el empate, el Mallorca respondi¨® con relativa soltura a las espor¨¢dicas embestidas del Espanyol. Apenas hubo noticias de Arango y de V¨ªctor, pero Borja puso en aprietos a Kameni con un par de buenos disparos desde lejos y un centro del voluntarioso Jon¨¢s estuvo a punto de ser rematado por Tuni.

Los ataques del Espanyol partieron siempre de las botas de De la Pe?a. Pero todo en el partido suced¨ªa a medias: multitud de balones divididos, de faltas, de ocasiones que se quedaban en agua de borrajas como un centro de De la Pe?a que no control¨® por un pelo Juanfran, y otro que rechaz¨® Prats bajo los palos y que Tamudo no acab¨® de aprovechar porque Navarro se le adelant¨®.

El asunto dio un giro de veras cuando otro centro desde la izquierda de De la Pe?a acab¨® con dos jugadores del Espanyol tumbados sobre el c¨¦sped. Mejuto castig¨® con penalti el forcejeo de Iuliano con Tamudo. El capit¨¢n del Espanyol, con un lanzamiento inapelable pese a que Prats le adivin¨® la intenci¨®n, logr¨® su primer gol en la Liga, un dato elocuente sobre las deficiencias que ha padecido su equipo en el primer tramo del campeonato.

El gol tuvo un efecto bals¨¢mico en el juego del Espanyol. Parec¨ªa otro equipo. Jugaba con una soltura como ya no se le recordaba. Fueron apenas unos minutos, pero los mejores, sin duda, desde hace mucho tiempo. Culminaron con un espl¨¦ndido tanto. Fue un contraataque. De la Pe?a se llev¨® un bal¨®n dividido y se lo cedi¨® a Luis Garc¨ªa. ?ste se lo devolvi¨® y De la Pe?a le dio a continuaci¨®n una magn¨ªfica asistencia para que el asturiano resolviese ante su antiguo equipo con un perfecto control y un disparo cruzado y por abajo. El partido qued¨® visto para sentencia.