Tania Maria Una vibrante presencia

La voz enlatada del presentador del concierto la vincul¨® con la bossa nova. Para darle la raz¨®n, la brasile?a pr¨¢cticamente arranc¨® con A felicidade, la canci¨®n que Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes escribieron para la pel¨ªcula Orfeo negro. Ella la somete a un tratamiento de choque. Porque la bossa de Tania Maria Correa Reis no es aquella versi¨®n intimista de la silla y la guitarra, sino m¨¢s bien la que tiene que ver con el jazz samba de los tr¨ªos y conjuntos que tocaban en locales nocturnos de la Copacabana de los a?os cincuenta.

Tania Maria lleva lustros madurando un estilo muy personal, optimista y vibrante incluso en los momentos m¨¢s ¨ªntimos. Con una forma de tocar el piano inequ¨ªvocamente percusiva y un expresivo fraseo vocal que se apoya en el scat. Todo lo acaba llevando a su terreno. Por ejemplo, ese musculoso B¨¦same mucho, que torna el bolerazo de Consuelo Vel¨¢zquez en imperativo bolero samba, bolero funk o bolero rhythm and blues.

Uno de sus trucos consiste en salpicar los temas -los puede estirar hasta diez o m¨¢s minutos- con peque?os hallazgos mel¨®dicos; el otro, cuando se lanza desbocada a improvisar, es recurrir a estribillos de temas brasile?os populares (Pa¨ªs tropical, Mas que nada) que ella usa como latiguillos.

Su nuevo disco se titula Intimidade e incluye piezas como Agua de beber o la autobiogr¨¢fica Canto ("Dej¨¦ mi ciudad, abandon¨¦ mi tierra, con la maleta de los sue?os..."). Tambi¨¦n hizo Florzinha/Petite fleur, adaptaci¨®n del tema de Sidney Bechet, o su T¨¢ tudo certo. De propina, un aseado Roberto Carlos -el cantante, no el futbolista-: Sentado ¨¤ beira do caminho.

Tania Maria dej¨® Brasil hace 30 a?os para trabajar en Par¨ªs y, m¨¢s tarde, se instal¨® en Nueva York. Desde entonces su presencia en los principales festivales de jazz del mundo ha sido algo habitual. Tiene una especial complicidad con el fiel Mestre Carneiro, puesta de manifiesto en su di¨¢logo de piano y pandero.