Cuaderno de bit¨¢cora
El PP valenciano ha programado una campa?a propagand¨ªstica al amparo del eslogan Imagina m¨¢s Comunidad. La present¨® el s¨¢bado ¨²ltimo el presidente Francisco Camps ante unos 2.000 afiliados y simpatizantes. No nos consta exactamente en qu¨¦ consistir¨¢, pero de las cr¨®nicas publicadas se desprende que se trata de un relanzamiento program¨¢tico constituido por seis ponencias pol¨ªticas que se elaborar¨¢n a partir de las opiniones que se recaben de los ciudadanos. De ah¨ª quiz¨¢ el que este proyecto se haya descrito metaf¨®ricamente, pero con escasa pertinencia, como "cuaderno de bit¨¢cora", pues se supone que las opiniones del vecindario puntualmente registradas sirvan para marcar el rumbo futuro del partido. Una astuta propuesta para abonar la ilusi¨®n de que vivimos una democracia participativa.
La campa?a, adem¨¢s, llega en el momento m¨¢s oportuno para los intereses del partido gobernante. Llega precisamente cuando m¨¢s demoledora es la cr¨ªtica a la gesti¨®n pol¨ªtica -por las varias y espectaculares corruptelas denunciadas- y m¨¢s notorio el abatimiento del censo partidario. No es sorprendente que el l¨ªder popular pusiese el ¨¦nfasis en subir la moral de la tropa mediante un discurso que tuvo todos los visos de una arenga. "No tememos a nada ni a nadie", proclam¨®. Y no le faltan argumentos para persuadir a sus parciales. Los sondeos demosc¨®picos le ponen a cubierto de cualquier sobresalto electoral y, por ahora, hay que echarle fantas¨ªa para pronosticar un vuelco en las urnas. Por ese lado nada ha de temer, siempre y cuando no se acent¨²en los escandalillos o escandalazos que afloran, aunque el PP quiera blindarse con la amenaza de empapelar a sus presuntos calumniadores.
Subrayada la oportunidad de la iniciativa publicitaria y la solidez electoral del partido, debemos a?adir que tales prendas no son -o no habr¨ªan de ser- una patente de corso para desahogos ret¨®ricos rebozados de hiel anticatalana. No es propio de un partido que se tiene por centrista y de un dirigente -decimos del molt honorable- que sabe a qu¨¦ extremos inc¨ªvicos abocan estas necedades. No deja de ser penoso que las vocee un tarambana, sobre todo si ostenta un cargo p¨²blico, pero en boca de un presidente de la Generalitat se nos antojan deprimentes. Y poco inteligentes, pues ni siquiera sirven para desarmar dial¨¦cticamente a la facci¨®n blavera de tendencia fascistoide que, muy al contrario, se siente envalentonada al colegir que acierta y es acompa?ada con sus invectivas contra los vecinos del norte.
A este prop¨®sito, merece subrayarse la prudencia del pleno de la C¨¢mara de Comercio de Valencia que rubric¨® con el silencio las palabras de su presidente, el locuaz Arturo Virosque, obstinado en meter su cuchara en el debate pol¨ªtico sum¨¢ndose a la hostilidad fomentada contra el proyecto de Estatuto catal¨¢n. "Quieren romper Espa?a", declam¨®. Igual cree el dirigente cameral que con tales invectivas gana enteros para perpetuarse en una poltrona que ya invoca su relevo. Y no por sus proclividades o man¨ªas ideol¨®gicas, sino por la mera fecha de caducidad. Hay faltas de sinton¨ªa, como la aludida, que son toda una invitaci¨®n al licenciamiento. ?Pero ni con agua hirviendo!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.