El ciudadano Schr?der ya tiene trabajo

No le dur¨® mucho al ex canciller federal alem¨¢n Gerhard Schr?der, de 61 a?os, su condici¨®n de jubilado: menos de 24 horas. El pasado martes con la elecci¨®n de Angela Merkel concluy¨® el mandato del hasta entonces canciller en funciones. Al d¨ªa siguiente, Schr?der se present¨® en el Parlamento Federal (Bundestag) para entregar su acta de diputado. No estaba dispuesto Schr?der a "arrastrarse como un f¨®sil por los esca?os traseros del Bundestag".

Ese mismo d¨ªa a media ma?ana algunos transe¨²ntes por la Unter den Linden en Berl¨ªn pudieron casi tropezarse con Schr?der que recorr¨ªa el trayecto de unos 200 metros entre su nuevo domicilio, al lado mismo de la puerta de Brandeburgo, y el n¨²mero 50 de la elegante avenida donde el ex canciller dispone de por vida de una oficina con secretarias y guardaespaldas a cargo del contribuyente alem¨¢n.

Sus ingresos como asesor se estiman entre medio mill¨®n y 750.000 euros anules

No hab¨ªan transcurrido ni 24 horas desde su jubilaci¨®n de la pol¨ªtica cuando en Z¨²rich, la capital financiera de Suiza, el grupo editorial Ringier anunci¨® la contrataci¨®n como asesor de Schr?der, que en el desempe?o de su cargo se hab¨ªa ganado el apodo de canciller medi¨¢tico por su dominio de las t¨¦cnicas de comunicaci¨®n de masas.

Antes de esta contrataci¨®n Schr?der hab¨ªa expresado su intenci¨®n de ejercer su carrera de abogado y escribir un libro con sus experiencias en los siete a?os en la jefatura de Gobierno de Alemania. No parec¨ªa muy dispuesto el ex canciller a cumplir con su promesa en v¨ªsperas de las elecciones del pasado 18 de septiembre cuando dijo que la alternativa era "Sieg o Viktoria". Sieg significa victoria en alem¨¢n. Viktoria es el nombre de su hija adoptiva, una ni?a rusa de tres a?os en cuya adopci¨®n intervino su amigo el presidente de Rusia Vlad¨ªmir Putin.

Schr?der no regresar¨¢ del todo a su casa familiar en Hannover con Viktoria y su esposa de 42 a?os Doris K?pf; y el fin de semana lo pas¨® con su familia en su lujoso apartamento de 80 metros cuadrados con vistas hacia el monumento al Holocausto en el centro de la capital alemana.

Con la firma del contrato con Ringier, Schr?der tendr¨¢ que desplazarse una o dos veces por semana de Berl¨ªn a Z¨²rich. All¨ª dispondr¨¢ Schr?der de un despacho en el quinto piso de la sede de la editorial suiza que edita el popular Blick, el diario m¨¢s vendido del pa¨ªs, y vartios peri¨®dicos en ciudades del Este de Europa, y llega con sus tent¨¢culos hasta Extremo Oriente, China y Vietnam incluidos.

Ringier no piensa en una jornada de 40 horas semanales de trabajo y espera del ex canciller que le acompa?e en viajes al extranjero, donde Schr?der podr¨ªa ayudar "a abrir algunas puertas". No hubo forma de que Ringier diese cifras sobre el sueldo de su nuevo consejero. Ante las insistentes preguntas de un periodista sobre el tema, Schr?der cort¨®: "?Vamos, hombre, ya est¨¢ bien!".

El populista Bild Zeitung citaba el viernes la estimaci¨®n de un experto que estimaba entre medio mill¨®n y 750.000 euros anuales los honorarios usuales de semejantes asesores de primera fila. Schr?der, que siempre hizo gala de su origen humilde, hijo de una viuda de guerra que limpi¨® muchas casas para sacar adelante la familia, no parece que vaya a pasar penalidades en el futuro. Como canciller cesante, tiene derecho a tres meses del sueldo completo de 16.870 euros. Luego durante casi tres a?os, la mitad de ese sueldo, 8.435 euros. A partir de ese momento percibir¨¢ su jubilaci¨®n de algo m¨¢s de 6.000 euros al mes. Lo que s¨ª no har¨¢ Schr?der, como public¨® alg¨²n peri¨®dico estos d¨ªas, ser¨¢ dedicarse a la pintura. Su esposa Doris coment¨® la informaci¨®n de forma contundente con un: "?Menuda chorrada!".