La 'cruzada' de Ayaan Hirsi Ali
La diputada holandesa que protagoniz¨® el documental del asesinado Van Gogh vuelve para defender a los homosexuales del islam
La diputada holandesa de origen somal¨ª Ayaan Hirsi Ali tiene ya listo el gui¨®n de Submission 2, la segunda parte de un manifiesto convertido en el aspecto m¨¢s controvertido de su labor pol¨ªtica. Si en el primer cap¨ªtulo criticaba en un v¨ªdeo la posici¨®n de inferioridad de la mujer musulmana, ahora denuncia la marginaci¨®n de los homosexuales. El cineasta Theo van Gogh, director del corto original, fue asesinado hace un a?o por un joven integrista holand¨¦s de origen marroqu¨ª. Protegida desde entonces, ella sigue trabajando en el Parlamento y protagoniza estos d¨ªas una agria discusi¨®n sobre la libertad de ense?anza en el seno de su partido.
Una cosa es innegable, nunca en la historia reciente de Holanda ha habido una figura pol¨ªtica tan pol¨¦mica, y reconocible en el exterior, como Ayaan Hirsi Ali. El otro personaje llamativo, Pim Fortuyn, que calificaba al islam de cultura retr¨®grada y hom¨®foba (¨¦l era homosexual), muri¨® en 2002 a manos de un ecologista radical. Su asesinato desat¨® una crisis de identidad de la que la sociedad holandesa a¨²n no se ha recuperado. Por extra?o que parezca, tambi¨¦n allan¨® el terreno para la aparici¨®n de su colega femenina. Ella, que fue una refugiada somal¨ª de credo musulm¨¢n, al que ha renunciado, ha ascendido a lo que podr¨ªa denominarse estrellato pol¨ªtico-medi¨¢tico internacional de manera fulminante. Descrita por una de sus mayores admiradoras, la comisaria europea Neelie Kroes, como una mujer "con el aspecto de la modelo Naomi Campbell y el compromiso del Che Guevara", la diputada ha hecho de la cr¨ªtica contra los "males del islam" una tarea vital. Rechazando a quienes tildan su t¨¢ctica de contraproducente por demasiado directa, colabor¨® con Theo van Gogh en el v¨ªdeo que le costar¨ªa la vida al cineasta.
Una comisaria europea dice que tiene el aspecto de Naomi Campbell y el compromiso del Che
Titulado Submission, dicho programa denunciaba en 11 minutos escasos el sometimiento de la mujer musulmana al var¨®n. El hecho de que la protagonista cubriera su cuerpo s¨®lo con unos velos transparentes y llevara tatuados pasajes del Cor¨¢n desat¨® las iras de los sectores m¨¢s integristas de la comunidad musulmana holandesa. En la segunda parte, Submission 2, la diputada denuncia la hostilidad del islam hacia los homosexuales, calificados de "criaturas de Al¨¢" en su gui¨®n.
"Quiero abrir un debate sobre los gays, a quienes el islam considera incompatibles con la fe", ha declarado. Prevista para mediados del pr¨®ximo a?o, la filmaci¨®n estar¨¢ rodeada de fuertes medidas de seguridad. La identidad del director y los actores no ser¨¢ desvelada, aunque se sabe ya que uno de ellos es homosexual. "Les admiro", ha a?adido, aludiendo al hecho de que tras la muerte de Van Gogh recibi¨® llamadas de gente del espect¨¢culo que se ofrec¨ªa a colaborar en su proyecto "en nombre de la libertad de expresi¨®n".
A la espera del estreno, el ¨²ltimo caballo de batalla de Hirsi Ali se agita en el seno de su propio partido, los liberales del VVD. Y esta vez, la denuncia ha chocado con su colega de mayor peso dentro del grupo, Hans Wiegel. A ¨¦ste, antiguo l¨ªder del VVD en los a?os setenta, considerado intocable e invocado como la gran esperanza de los liberales para asumir la jefatura del Gobierno, le ocurre lo contrario que a ella. Es un desconocido fuera de los c¨ªrculos pol¨ªticos nacionales y aboga por "discutir en los pasillos y no en p¨²blico".
Donde Hirsi Ali pulsa la alarma sobre la libertad de educaci¨®n consagrada en la Constituci¨®n, porque, dice, fomenta la segregaci¨®n del alumnado inmigrante, Wiegel se cierra en banda. Invoca los principios inalienables del liberalismo y le aconseja mejores modales. "El problema es que es usted un conservador reaccionario que coquetea con un supuesto regreso a la escena pol¨ªtica, pero ignora asuntos actuales como la globalizaci¨®n o la inmigraci¨®n", escribe la diputada en una de las misivas de la agria correspondencia que han cruzado ambos. "Deber¨ªa usted apoyar los intentos de integraci¨®n de los musulmanes que se sienten en casa en Holanda. Respete la opini¨®n de los dem¨¢s, que s¨®lo as¨ª se avanza juntos", le ha replicado Wiegel.
Lo que podr¨ªa parecer una disputa de sal¨®n, tiene en Holanda hondas repercusiones pol¨ªticas. Acostumbrada a los Gobiernos de coalici¨®n -precisamente el VVD comparte hoy el poder con la democracia cristiana y otra agrupaci¨®n liberal algo m¨¢s de izquierda-, este tipo de peleas mina la estabilidad de los partidos con aspiraciones de poder. Pero Ayaan Hirsi Ali no se arredra. Considerada por la revista Time como una de las personalidades m¨¢s influyentes del mundo, ha conseguido no dejar indiferente a nadie en su pa¨ªs de adopci¨®n.
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