Casas de papel
La Administraci¨®n carece de instrumentos para controlar el estado de los edificios - Una veintena de inmuebles se han derrumbado en los ¨²ltimos mesesUna veintena de edificios han ca¨ªdo en el ¨²ltimo a?o, sin contar los casos extremos de Sallent y el Carmel
Una veintena de edificios han sufrido desperfectos de diversa ¨ªndole en Catalu?a en el ¨²ltimo a?o. Algunos han sido desalojados, otros han desparecido. Hay un par de casos vinculados a explosiones de gas (uno en Lleida y otro en Tarragona) y otros dos de etiolog¨ªa distinta: el hundimiento del t¨²nel de la l¨ªnea 5 del metro que se constru¨ªa en el barrio barcelon¨¦s del Carmel y el lento hundirse del barrio de la Estaci¨®, en Sallent. Ambos, pero sobre todo el primero, han supuesto realojos de centenares de personas, realojos que han corrido a cargo de las autoridades municipales o auton¨®micas, que luego intentan recuperar ese dinero de los promotores. Es una tarea, en el mejor de los casos, lenta y judicial. No siempre un propietario tiene un seguro. No siempre est¨¢ clara la responsabilidad directa. La mayor parte de los casos est¨¢ pendiente de una resoluci¨®n judicial que permita, luego, proceder contra el declarado responsable.
La Administraci¨®n reconoce tener dificultades para actuar de modo preventivo. Los responsables de la seguridad de los edificios son los ayuntamientos, que no siempre disponen de t¨¦cnicos adecuados. La Administraci¨®n auton¨®mica es la encargada de conceder la c¨¦dula de habitabilidad, imprescindible para disponer de luz y agua, pero con frecuencia las empresas de servicio admiten la del propietario anterior.Una modificaci¨®n de la ley obliga ahora a renovar esta c¨¦dula cada 15 a?os, pero los propios responsables del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda reconocen que la norma no es excesivamente conocida y menos, cumplida. Pero incluso si se solicita, la inspecci¨®n municipal es, las m¨¢s de las veces, s¨®lo ocular y no descubre vicios ocultos. Los ¨²nicos edificios que se controlan son los que solicitan ayuda para rehabilitaci¨®n, ya que es imprescindible el test de edificio que, adem¨¢s, corre a cargo de la Administraci¨®n. Pero puede ocurrir que el propietario decida rehabilitar por libre y sin licencia.
Piera fue la primera poblaci¨®n en sufrir la plaga de derrumbes en la Catalu?a central. Vinieron despu¨¦s Sant Fruit¨®s de Bages, Manresa (en dos ocasiones) y Navarcles. Las circunstancias del hundimiento son diversas y en ninguno de estos casos hubo que lamentar v¨ªctimas, pero coinciden dos elementos: las estructuras cedieron despu¨¦s de un periodo de lluvias, las paredes eran de adobe y los edificios hab¨ªan quedado desprotegidos en una de las paredes laterales tras el derribo de la casa anexa. S¨®lo en uno de los casos de Manresa, una casa de la calle de Santa Clara, no coinciden estas circunstancias. Los problemas, en este caso, ven¨ªan del avanzado estado de deterioro de un edificio que hac¨ªa tiempo que estaba abandonado.
- Piera. Piera es un caso singular. La subdirectora de Vivienda, N¨²ria Pedrals, explica que en la casa que se cay¨® en esta localidad el pasado 15 de octubre se realizaban obras de las instalaciones de agua y electricidad aunque el propietario carec¨ªa de c¨¦dula de habitabilidad.En la vieja casa, un piso patera, fallecieron 5 de los 12 inmigrantes que malviv¨ªan en ella. Cedi¨® la pared maestra del edificio, de adobe, y arrastr¨® los techos de dos pisos. Coincid¨ªan varios elementos que pod¨ªan influir en la debilidad de la estructura: la casa anexa estaba sin tejado desde hac¨ªa varios a?os y la lluvia y la humedad pod¨ªan hacer mella en la vivienda siniestrada, se trataba de una casa pendiente de rehabilitaci¨®n y en el interior de la misma se hab¨ªan realizado obras, en la planta baja, con la supuesta intenci¨®n de ampliar la zona de vivienda y poder aumentar el n¨²mero de personas en r¨¦gimen de alquiler pagando unos 100 euros al mes por una cama.
En el caso de Piera, los dos edificios afectados, los n¨²meros 1 y 3 de la calle de Sant Bonifaci, se deben derribar. La casa n¨²mero 5 se mantiene en pie, aunque tendr¨¢ que ser reforzada. El matrimonio que la ocupaba fue desalojado y pas¨® a vivir con familiares. El Ayuntamiento, de momento, ha asumido las obras de derribo y desescombro, un gasto que podr¨¢ imputar al responsable del derribo tras el proceso judicial.
- Sant Fruit¨®s. En Sant Fruit¨®s de Bages cay¨® una casa de un centenar de a?os que ten¨ªa escasa cimentaci¨®n. El edificio no hab¨ªa presentado ning¨²n problema aparente hasta que se inici¨® el derribo de la casa contigua. El promotor hab¨ªa sacado tierras para construir un garaje subterr¨¢neo. La obra presentaba problemas y las casas vecinas ten¨ªan grietas. El Ayuntamiento hab¨ªa requerido a la constructora para que construyera una cimentaci¨®n en esta planta subterr¨¢nea con el fin de estabilizar las dos casas vecinas, pero una de ellas cedi¨® antes de finalizar la construcci¨®n del muro. En el patio se hab¨ªa acumulado una gran cantidad de agua en el periodo de lluvias de octubre. En este caso no hubo v¨ªctimas de milagro, porque la abuela se despert¨® de madrugada, alertada por el crujir de las vigas. Avis¨® a su hijo y salieron todos, ella y un matrimonio con dos hijos a la calle. Momentos despu¨¦s el comedor de un piso y la habitaci¨®n de la abuela se desplomaron. La familia tuvo que ser desalojada.
- Navarcles. En Navarcles (Bages) cay¨® otra casa el 14 de noviembre. La familia hab¨ªa denunciado reiteradamente la existencia de grietas desde que hace m¨¢s de un a?o se derrib¨® la vivienda contigua. Los problemas se agravaron un lunes. Por la ma?ana apareci¨® una grieta muy aparatosa y al anochecer se agrand¨®. La familia avis¨® a la Polic¨ªa Local y ¨¦sta a los t¨¦cnicos municipales, quienes indicaron que se deb¨ªa realizar una evacuaci¨®n urgente. El peligro era tan inminente que la casa cay¨® cuando los t¨¦cnicos, la polic¨ªa y la familia hab¨ªan salido a la calle. Los cascotes del edificio atraparon al coche de la Polic¨ªa Local.
- Manresa. El Ayuntamiento de Manresa ha asumido, en el caso de un edificio que cedi¨® en la calle de Santa Maria por id¨¦nticos motivos y sin causar v¨ªctimas, el alojamiento de las familias afectadas. Para un matrimonio mayor se aceler¨® el ingreso de ambos en una residencia, mientras que a una familia con hijos menores se la aloj¨® en un hotel hasta que su piso sea de nuevo habitable. El Ayuntamiento repercutir¨¢ el gasto del alojamiento de la familia en el responsable del hundimiento, que se considera que es el propietario del patio anexo, ya que derrib¨® sin proteger de la humedad la pared de la casa contigua. Los gastos de reparaci¨®n del inmueble recaen en su propietario y ¨¦ste deber¨¢ dirimir con el vecino el pago de las obras.
- Tarragona. El pasado 10 de noviembre, un inmueble entero qued¨® reducido a escombros como consecuencia de una explosi¨®n de gas en pleno centro de Tarragona. En el suceso perdieron la vida cinco personas y el Ayuntamiento ha decidido derribar todo el bloque, el n¨²mero 72 de la Rambla Nova, por seguridad. El concejal de Urbanismo, Jordi Sendra, explica que el consistorio ha asumido los costes de apuntalamiento y de limpieza de la v¨ªa p¨²blica, tareas que se prolongaron hasta una semana despu¨¦s de la explosi¨®n. El concejal asegura no tener cuantificados los costes de estos trabajos, pero puntualiza que en funci¨®n de c¨®mo termine la investigaci¨®n, a¨²n en marcha, que debe determinar la responsabilidad civil, quien termine por pagar los desperfectos del inmueble tendr¨¢ que hacerse cargo tambi¨¦n de estos gastos.
La Administraci¨®n de Tarragona ha tenido que hacer frente tambi¨¦n a otros problemas en inmuebles. El 3 de febrero pasado, el avance de las grietas producidas por el mal estado de las cloacas y ca?er¨ªas hizo que hubiera que desalojar a 35 vecinos de la calle de Compte y la plaza de Pallol. Hasta junio no pudieron regresar a casa. El Ayuntamiento coste¨® noches de hotel y dietas, aunque negoci¨® con los afectados unas condiciones muy beneficiosas: los vecinos pedir¨ªan subvenciones al Departamento de Medio Ambiente y Vivienda y las ceder¨ªan al consistorio, y quedaba por escrito que el Ayuntamiento se desentend¨ªa de la responsabilidad civil del incidente.
El pasado 14 de noviembre las fuertes lluvias causaron el derrumbe de 20 metros de la muralla romana, en un tramo que es titularidad del arzobispado. La Generalitat y el Ayuntamiento han firmado un convenio de colaboraci¨®n mediante el cual el Gobierno catal¨¢n aportar¨¢ 1,2 millones de euros en tres a?os para reconstruir el tramo afectado e impermeabilizar el kil¨®metro y medio de murallas que hay en Tarragona, para que no se vuelva a repetir un derrumbe.
- Vilanova. El pasado 2 de junio se derrumb¨® un edificio de tres plantas en el n¨²mero 25 de la calle de Fossar Vell de Vilanova i la Geltr¨² (Garraf), en el casco antiguo de la localidad. Unas obras en el edificio contiguo originaron el desplome del inmueble, en el que viv¨ªan una veintena de inmigrantes, sin que hubiera ninguna v¨ªctima mortal. Algunos inquilinos se dieron cuenta de la aparici¨®n de unas grietas y alertaron a un t¨¦cnico. Cuando ¨¦ste lleg¨®, hizo desalojar el inmueble y s¨®lo unos minutos m¨¢s tarde el edificio se vino abajo. El propietario del bloque coste¨® a los inmigrantes la estancia en un hostal durante unos d¨ªas.
- Martorell. En Martorell, el Ayuntamiento ha anunciado que actuar¨¢ de forma subsidiaria para arreglar el hundimiento de la calzada de la calle de Joan Mir¨®, que ha repercutido sobre las viviendas de los n¨²meros 5 y 6 de la plaza de Santa Anna, en las que han aparecido numerosas grietas. Sus residentes fueron desalojados durante m¨¢s de tres horas en la madrugada del 28 de octubre por el temor de que se vinieran abajo despu¨¦s de que una vecina oyera en plena noche c¨®mo se desplazaban las juntas de dilataci¨®n. Un informe t¨¦cnico indica que el hundimiento de la v¨ªa se debe a "una mala compactaci¨®n del terreno", de gran pendiente, explic¨® la alcaldesa, Dora Ramon. El Ayuntamiento y los vecinos han optado por la v¨ªa judicial para reclamar responsabilidades a la empresa, Tipacsa 86, que llev¨® a cabo la edificaci¨®n y la urbanizaci¨®n de la calle hace siete a?os.- Lleida. El hundimiento parcial de un edificio de cinco plantas en la calle de Cavallers de Lleida, el 19 de noviembre, ha vuelto a cuestionar el estado de salud del centro hist¨®rico de la ciudad. El Ayuntamiento culpa del siniestro al propietario del solar contiguo al inmueble desplomado por no haber hecho las obras de refuerzo exigidas por los t¨¦cnicos municipales y ¨¦ste, a su vez, culpa a la empresa que efectu¨® la demolici¨®n el pasado mes de abril. Pero mientras se dirime esta cuesti¨®n por v¨ªa administrativa o judicial, el consistorio ha tenido que hacerse cargo de las ocho personas que han perdido su piso y de otro centenar que fueron desalojadas de los edificios pr¨®ximos por motivos de seguridad. De estos ¨²ltimos, una treintena de inquilinos del edificio situado en el n¨²mero 32 de la calle de Companya no han podido volver a sus casas por haber sido declaradas en ruina inminente.
Candi Villafa?e, concejal de Servicios Personales, afirma que, sin contar con los gastos ocasionados por el derribo del edificio siniestrado y la retirada de los escombros, el accidente comportar¨¢ un quebranto econ¨®mico para las arcas municipales. La atenci¨®n b¨¢sica de los afectados durante la primera semana, del 19 al 27, cuesta al consistorio 12.520 euros en concepto de dietas, cenas y alojamiento en hoteles. El Ayuntamiento est¨¢ realizando gestiones para facilitar temporalmente en el mismo barrio una vivienda de protecci¨®n oficial a las cuatro familias afectadas por el derribo del edificio situado en el n¨²mero 60 de la calle de Cavallers. De los otros vecinos desalojados de Companya deber¨¢ hacerse cargo la inmobiliaria propietaria del inmueble. El alcalde de Lleida, el socialista ?ngel Ros, ha anunciado que el consistorio tiene intenci¨®n de personarse en la causa judicial para reclamar da?os y perjuicios a la persona o empresa que sea considerada por el juez responsable del hundimiento de la casa.
Un caso diferente es el causado por una explosi¨®n de gas en el barrio de La Mariola, uno de los m¨¢s deprimidos de Lleida. La explosi¨®n supuso el hundimiento parcial de un bloque y caus¨® dos muertos adem¨¢s de tres heridos, uno de ellos grave y otro muy grave. Un total de 24 familias de los bloques colindantes tuvieron que ser desalojadas provisionalmente.
- Barcelona. A principios de a?o, un escape de agua por la rotura de una tuber¨ªa oblig¨® a desalojar precipitadamente a 96 familias del Tur¨® de la Peira, en el distrito de Nou Barris. El escape origin¨® un movimiento de tierras que deterior¨® seis inmuebles del barrio. No hubo salvaci¨®n para esta media docena de edificios, que tuvieron que ser derribados. Los inmuebles sacrificados fueron los n¨²meros 3, 5 y 49 de la calle de Sant Iscle, y los n¨²meros 2-4, 6-8 y 10 de la calle de Montsant. Los derribos comenzaron el 14 de enero y los vecinos atribuyeron el accidente a las obras para instalar un colector en el subsuelo del barrio. La manzana que comprende estos edificios estaba afectada ya por la rehabilitaci¨®n prevista en el barrio y antes o despu¨¦s, los vecinos deber¨ªan haber abandonado sus viviendas. De hecho, a 40 de estas familias les faltaba s¨®lo un mes para trasladarse a sus nuevos domicilios. As¨ª, tras el desalojo pasaron una breve temporada en hoteles.
El problema se presentaba sobre todo para las otras 56 familias afectadas, porque sus pisos tardar¨¢n a¨²n tres a?os en estar construidos. Se alojaron en hoteles hasta que, m¨¢s de dos meses despu¨¦s del accidente, el Ayuntamiento de Barcelona les reubic¨® provisionalmente en los llamados pisos puente.
- Olot. La veintena de inquilinos que el 20 de octubre fueron desalojados de un inmueble de tres plantas de Olot a causa de un serio peligro de hundimiento est¨¢n en su mayor parte alojados en los bungal¨®s de un c¨¢mping de la localidad. Fuentes del Ayuntamiento de Olot aseguraron que la entidad que gestiona el alquiler de las viviendas, la C¨¢mara de la Propiedad Urbana, se ha hecho cargo de los gastos del alojamiento, circunstancia que no acostumbra a ser habitual en estos casos. En los bajos de la vivienda se hab¨ªa habilitado un oratorio musulm¨¢n. Durante la celebraci¨®n del Ramad¨¢n, el consistorio permiti¨® el uso del pabell¨®n municipal para los rezos, pero actualmente los usuarios del centro se han repartido por otros recintos religiosos. El arquitecto municipal, Lloren? Panella, asegura que el desalojo se produjo por causas muy justificadas, puesto que una inspecci¨®n detect¨® vigas muy deformadas e incluso rotas en diversas partes.
- Sabadell. El 25 de marzo una explosi¨®n en Sabadell acab¨® con la vida de Mohammed S. C., de 24 a?os, y su vecina, Dolors J. M., de 78. Eran las 20.30 horas cuando el joven Mohammed, que estaba manipulando gasolina, vio como el suelo se hund¨ªa bajo sus pies. Fragmentos de acera acabaron en las terrazas de las viviendas pr¨®ximas y una viga de cuatro metros cruz¨® toda la calle e impact¨® en la casa de enfrente. La casa donde resid¨ªa la familia de Mohammed, el n¨²mero 67 de la calle de Sagarra de Sabadell, y la de al lado, el 65 quedaron destrozadas e irrecuperables. Seg¨²n el Ayuntamiento de Sabadell a los ocho miembros de la familia de Mohammed, que salieron con vida del accidente, se les pag¨® durante tres semanas la estancia en un hostal de la ciudad. En estos momentos, sin embargo, seg¨²n una portavoz del consistorio, "se desconoce d¨®nde viven". En el caso del hijo de Dolors J. M., que resid¨ªa en la vivienda de al lado, se "le proporcion¨® un piso de la empresa p¨²blica Adigsa".
No ha sido el ¨²nico incidente en lo que va de a?o en el municipio. El pasado 27 de septiembre, a Antonia Albareda, de 69 a?os, el derrumbe la sorprendi¨® mientras dorm¨ªa en su casa de la calle del Canonge Roncar de la Creu Alta de Sabadell. Hacia las 8.50 horas, le cay¨® encima la pared de su dormitorio. Los bomberos tuvieron que perforar el armario de la habitaci¨®n para rescatarla. Una excavadora que limpiaba el barro acumulado por las ¨²ltimas lluvias en la finca vecina fue la causante del accidente. La pala mec¨¢nica que provoc¨® el derrumbe pertenec¨ªa a la empresa Construcciones Ribera, que realizaba las obras. Antonia viv¨ªa con su madre y su t¨ªa. Los vecinos del inmueble pudieron volver a sus casas. A la t¨ªa y a la madre de Antonia, el Ayuntamiento de Sabadell les proporcion¨® alojamiento en la Residencia Albada de Sabadell. Antonia est¨¢, por el momento, al cuidado de sus familiares.
- Estartit. Un caso diferente es lo que ocurre en Estartit, donde la inestabilidad de una monta?a ha hecho desalojar nueve edificios. Las administraciones ya llevan gastados unos tres millones de euros en los intentos de evitar los desprendimientos de la monta?a del Cap de la Barra, en Estartit (Baix Empord¨¤), y las previsiones municipales estiman que faltan todav¨ªa obras de consolidaci¨®n por un valor de 2,7 millones. Los nueve edificios desalojados en la ladera de la monta?a afectan a un total de 20 propietarios. Al tratarse de segundas residencias -salvo en un caso-, el Ayuntamiento no se ha visto obligado a buscar vivienda a los vecinos.Los edificios de la ladera de la monta?a del Cap de la Barra se construyeron respetando todas las normativas urban¨ªsticas. "Construir en esa zona no comportaba entonces ning¨²n riesgo. Era una zona urbanizable como otra cualquiera", afirma el alcalde de Torroella de Montgr¨ª-Estartit, Carles Negre- Carmel. Pero los dos casos que han supuesto mayor n¨²mero de afectados y, en cierta medida, alarma social son el hundimiento del Carmel y el de Sallent. En enero, un t¨²nel del metro de la l¨ªnea 5 se hund¨ªa en el subsuelo del barrio del Carmel. El conocido socav¨®n del Carmel fue el caso m¨¢s grave tanto por las dimensiones de la tragedia -m¨¢s de 1.200 afectados- como por las repercusiones pol¨ªticas y sociales.El derrumbe de tres edificios en el Carmel comport¨® que 94 personas, agrupadas en 34 familias, perdieran su vivienda. Para compensar la p¨¦rdida, la Generalitat les ha dado en propiedad un piso de protecci¨®n oficial. Adem¨¢s, el Gobierno catal¨¢n acept¨® descalificar estas viviendas protegidas para que puedan ser vendidas en el mercado libre. Las familias han recibido tambi¨¦n una compensaci¨®n econ¨®mica. La indemnizaci¨®n pactada con la Generalitat, que ya ha sido abonada a todos, asciende a 70.000 euros para la adquisici¨®n de mobiliario (y 10.000 m¨¢s por persona a partir del segundo miembro de la familia) y otros 30.000 euros para cada afectado en concepto de da?os morales.
- Sallent. El barrio de la Estaci¨®n de Sallent (Bages) se hunde de manera progresiva. Est¨¢ construido sobre una vieja galer¨ªa de una mina de potasa clausurada en su d¨ªa por no poder resolver los problemas con la filtraci¨®n de agua. En el interior se ha formado, como m¨ªnimo, una gran cavidad donde los expertos dicen que se podr¨ªa albergar la catedral de Barcelona. En algunos puntos, las sondas de control indican que la velocidad de sedimentaci¨®n llega a 5 cent¨ªmetros por a?o a unos 100 metros de profundidad. En la superf¨ªcie, las casas se agrietan, algunas de manera alarmante hasta tener que desalojar a los vecinos.
La decisi¨®n del Gobierno es firme: se debe desalojar el barrio donde viven en la actualidad unas 700 personas. Hasta la fechas, en dos actuaciones distintas, se han derruido unos 120 pisos y un par de casas unifamiliares. 57 familias han debido ser realojadas en pisos de Adigsa y varias decenas residen en otras viviendas que ya ten¨ªan en propiedad en el momento de decidir el derribo. El Gobierno ha llegado a un acuerdo econ¨®mico con los propietarios de los pisos de los bloques de car¨¢cter social, a quienes ofrece una indemnizaci¨®n de 1.200 euros por metro cuadrado ¨²til o una propuesta de cambiar piso viejo por piso nuevo.
La empresa cerr¨® la mina sabiendo que se hab¨ªa iniciado un proceso denominado de subsidencia (asentamiento del suelo) y hab¨ªa informado a la autoridad competente en materia minera (la Direcci¨®n General de Minas, del Ministerio de Industria), pero la explotaci¨®n ha pasado por diversas manos: Potasas Ib¨¦ricas, Explosivos R¨ªo Tinto, Potasas del Llobregat-INI y, en la actualidad, Iberpotash.
El Ayuntamiento, cuando empez¨® la construcci¨®n no ten¨ªa conocimiento de los problemas que podr¨ªa haber, pero, en cambio, en el a?o 2000, con los estudios ya iniciados y aparentes grietas, se concedieron permisos.
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