Rajoy: "S¨®lo hay una naci¨®n, la espa?ola"

La cita era en la Real Casa de Postas, en la calle del Correo, al lado de la Puerta del Sol. De ah¨ª partieron todas las delegaciones auton¨®micas de cargos del PP, con bandera de su comunidad incluida, para desplegarse despu¨¦s por el kil¨®metro cero de la ciudad. El ¨²ltimo en llegar fue Mariano Rajoy, con la mano derecha inmovilizada por el accidente de helic¨®ptero que sufri¨® el jueves. Le esperaban el ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y su esposa, Ana Botella; ?ngel Acebes, secretario general del PP; Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y compa?era de accidente a¨¦reo; Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde de la capital, y un grupo de cargos del partido.

Rajoy y Aznar iniciaron juntos ese m¨ªnimo paseo hasta la Puerta del Sol y desde ah¨ª los simpatizantes del PP se volcaron en ovaciones a su l¨ªder, que ayer hac¨ªa su primera aparici¨®n p¨²blica tras el siniestro. Aznar qued¨® en segundo plano repartiendo saludos, mientras Rajoy sub¨ªa a la tribuna para ser aclamado por las decenas de miles de personas concentradas para defender la unidad de Espa?a.

Piqu¨¦ asegura que el proyecto de Estatuto afecta a la letra y al esp¨ªritu constitucional

Aznar y toda la plana mayor del PP asistieron a la concentraci¨®n a favor de la Constituci¨®n

La arenga concluy¨® con vivas a la libertad, a la Constituci¨®n y a la naci¨®n espa?ola

Y es que la unidad de Espa?a fue el principal motor y aglutinante de los ciudadanos congregados en un abarrotado y simb¨®lico kil¨®metro cero madrile?o. Fueron 47.300, seg¨²n los c¨¢lculos de este peri¨®dico. Y 200.000, seg¨²n la Comunidad de Madrid. La Delegaci¨®n del Gobierno no ofreci¨® estimaci¨®n de asistentes.

El PP convoc¨® a sus simpatizantes a un acto de homenaje a la Constituci¨®n y, para ello, 19 militantes populares leyeron 19 art¨ªculos de la Constituci¨®n. Arrancaron el Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y Galicia, con los art¨ªculos 1, 2 y 9. Son los que afirman que "la soberan¨ªa nacional reside en el pueblo espa?ol"; subrayan que "la Constituci¨®n se fundamenta en la indisoluble unidad de la naci¨®n espa?ola", y avisan de que "los ciudadanos y los poderes p¨²blicos est¨¢n sujetos a la Constituci¨®n". Concluyeron la lectura dos militantes de Ceuta y Melilla con los art¨ªculos 138 y 139. Son los que dicen que "las diferencias entre los Estatutos no podr¨¢n implicar, en ning¨²n caso, privilegios econ¨®micos y sociales" y que "todos los espa?oles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio espa?ol".

La lectura de la Constituci¨®n a cargo de diez mujeres y nueve hombres, de entre 18 y 67 a?os, era s¨®lo el pre¨¢mbulo para que Rajoy desgranara la posici¨®n del PP sobre la Ley Fundamental, las reformas constitucional y estatutaria, y el modelo de convivencia en Espa?a. El PP colg¨® por la tarde en su p¨¢gina web ese discurso, que es un dec¨¢logo que resume la visi¨®n de ese partido de la Espa?a constitucional.

Arranca con la afirmaci¨®n de que la Ley Fundamental no es una Constituci¨®n otorgada. "La nuestra es una Constituci¨®n del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", clam¨® Rajoy. Y se "escribi¨® desde la libertad". Por tanto, "no tiene m¨¢s due?o ni otro destinatario que el pueblo espa?ol". Esa primera proclama fue jaleada con gritos de "?Espa?a, Espa?a!" y "?Una naci¨®n, una Constituci¨®n!".

El segundo punto fue una loa a "la Monarqu¨ªa espa?ola, restaurada en la figura de Juan Carlos I", a su papel en la Transici¨®n, a su relevancia como "s¨ªmbolo" de la naci¨®n y a su capacidad para situarse "por encima de diferencias pol¨ªticas y peleas partidistas". Los aplausos a ese elogio al Rey precedieron al tercer y m¨¢s relevante punto del dec¨¢logo del l¨ªder de los populares: Lo que es y lo que no puede ser, seg¨²n el PP, el Estado de las Autonom¨ªas.

"El Estado auton¨®mico no significa que nuestra naci¨®n se fragmente en parcelas. No hay m¨¢s que una naci¨®n, la espa?ola, que formamos todos los espa?oles. Y no reconocemos m¨¢s que un ¨²nico poder soberano, cuyo propietario es el pueblo espa?ol entero". La reclamaci¨®n para que no se "fragmente" Espa?a anim¨® a los simpatizantes del PP a ondear las innumerables banderas que jalonaban la Puerta del Sol. La aclamaci¨®n popular subi¨® varios decibelios cuando Rajoy dijo: "No hablamos el lenguaje antiguo de los derechos hist¨®ricos, las soberan¨ªas medievales o los pueblos irredentos".

Y es que aunque oficialmente el motivo de la concentraci¨®n no era criticar el proyecto de Estatuto catal¨¢n, ¨¦ste lo empap¨® todo. Al concluir el mitin, Rajoy se jact¨® ante un grupo de periodistas de que no hab¨ªa habido "ni un insulto al Estatuto y ni un insulto a Catalu?a". Pero s¨ª hubo m¨²ltiples referencias cr¨ªticas. Al punto de que la frase: "No formamos una naci¨®n de naciones, sino una naci¨®n de personas, de individuos, de ciudadanos libres e iguales" fue la m¨¢s aplaudida.

Tras la concentraci¨®n, el presidente del PP catal¨¢n, Josep Piqu¨¦, asegur¨® a Europa Press que la defensa de la Constituci¨®n "pasa por enfrentarse a proyectos" que, como el proyecto de Estatuto catal¨¢n, "afectan a su letra y a su esp¨ªritu". Y pidi¨® que el texto no salga adelante porque es "perjudicial para todos".

El cuarto mensaje del prontuario popular es que Espa?a es "una sociedad abierta". Ah¨ª Rajoy lanz¨® la frase m¨¢s enigm¨¢tica de la ma?ana: "No estamos sometidos al dictado de un tirano, de un partido totalitario o de un credo nacionalista obligatorio". Seg¨²n sus colaboradores, Rajoy no se estaba refiriendo a ning¨²n tirano, partido o credo concretos. S¨®lo pretend¨ªa destacar que hay y ha habido constituciones resultado de tales dictados. Como "sociedad abierta", adem¨¢s, el PP defiende que nadie "puede invocar derechos por encima de los ciudadanos".

No pod¨ªa faltar, y Rajoy lo situ¨® en quinto lugar, el elogio a los 27 a?os de "paz, progreso y bienestar" logrados en Espa?a desde 1978.

Inmediatamente, como sexta preocupaci¨®n, Rajoy se pregunt¨® si "hay que reformar" la Constituci¨®n. Se contest¨® que "nada es inmodificable". Y enlaz¨® con el s¨¦ptimo y muy insistente mensaje de los populares: cualquier cambio debe mantener el "consenso constitucional". El texto de 1978, afirm¨®, "naci¨® gracias a la generosa renuncia de todos". Y reivindic¨® "aquel esp¨ªritu, aquel prop¨®sito de reconciliaci¨®n", aquella "firme determinaci¨®n de clausurar casi dos siglos de constituciones partidistas, de persecuci¨®n del adversario y de guerras civiles".

El presente y el futuro no es, seg¨²n el octavo mensaje del l¨ªder del PP, tan halag¨¹e?o. ?l ahora ve que, "por vez primera desde 1978, se rompen todos los consensos, incluidos los de la lucha antiterrorista y el modelo de Estado". El PP culpa al PSOE de ambas rupturas. Y ve a los socialistas acompa?ados de "nost¨¢lgicos de la confrontaci¨®n", de "voces que nos trasladan a un pasado que nos divide".

Con el ambiente as¨ª de caldeado, Rajoy clam¨®: "El futuro com¨²n no se construye con radicalismo, intolerancia y mal talante". Y los suyos corearon: "?Espa?a merece otro presidente!".

La pen¨²ltima escala de su manifiesto fue para defender la libertad de expresi¨®n que el PP ve amenazada en aquellos medios m¨¢s cr¨ªticos con el Gobierno. De hecho, buena parte de los gritos m¨¢s repetidos antes de la intervenci¨®n de Rajoy fueron a favor de la cadena de radio Cope.

La cima, la meta del dec¨¢logo popular, fue la reivindicaci¨®n de la memoria de las v¨ªctimas del terrorismo como aviso en contra de una posible negociaci¨®n con ETA: "El recuerdo de los cientos, cientos y cientos de espa?oles a los que les han arrancado la vida porque creyeron en la Constituci¨®n, porque defendieron la libertad, y porque escogieron la orilla de la ciudadan¨ªa frente al gregarismo fundamentalista".

La arenga concluy¨® con tres vivas: a la Constituci¨®n, a la libertad, y a la naci¨®n espa?ola. Despu¨¦s, los 47.300 manifestantes se disolvieron pac¨ªficamente.