Sabadell busca en Italia una salida a la crisis de la antigua Unidad Herm¨¦tica
El alcalde Bustos encabeza una delegaci¨®n que tratar¨¢ de garantizar la continuidad de ACC Spain
Sabadell y los municipios vecinos han puesto en marcha acciones pol¨ªticas para asegurar el futuro de la multinacional italiana ACC -la antigua Unidad Herm¨¦tica- en Catalu?a. El grupo tiene una plantilla de 870 trabajadores en la f¨¢brica de Sant Quirze del Vall¨¨s, cuyas naves ha vendido ya al Banco Popular por 12 millones de euros. La amenaza de cierre, tras varios meses de movilizaciones, ha llevado al alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos, a viajar a Italia para negociar directamente con la compa?¨ªa, al frente de una delegaci¨®n en la que tambi¨¦n figura el responsable de ACC Spain, Jordi Riu.
"?C¨®mo lo ves?" "La verdad es que mal, bastante mal". Ese es el saludo que m¨¢s circula ¨²ltimamente a la entrada de la f¨¢brica que la multinacional italiana ACC tiene en Sant Quirze del Vall¨¨s. El grupo tiene otra planta en Cervera, con 200 trabajadores, donde tambi¨¦n empiezan a hacer mella el cansancio y el desaliento. Los trabajadores llevan meses de huelga, movilizaciones y negociaciones con la direcci¨®n de la compa?¨ªa. En la ¨²ltima reuni¨®n, celebrada el pasado lunes, ACC comunic¨® a los trabajadores que las naves ya se hab¨ªan vendido al Banco Popular por 12 millones de euros. El argumento es que la matriz necesita el dinero para garantizar la viabilidad de la empresa. Pero los trabajadores se muestran incr¨¦dulos. "Sin patrimonio", comentaba uno de ellos, "estamos ya a un paso de la puerta".
ACC Spain se hizo con la empresa en 2003. Antes fue Cubigel y la sueca Electrolux, pero es conocida como la antigua Unidad Herm¨¦tica. La amenaza de cierre ha movilizado a todos los grupos municipales del Ayuntamiento. Hasta el punto que hoy, el alcalde de esta poblaci¨®n, el socialista Manuel Bustos, viajar¨¢ junto al director de la empresa, Jordi Riu, hasta Italia para hablar con los responsables de la multinacional. La delegaci¨®n quiere asegurar el futuro de la empresa. "El impacto que la situaci¨®n de la Unidad Herm¨¦tica puede tener en el conjunto de la ciudad de Sabadell y de los municipios vecinos, de donde son la mayor¨ªa de los trabajadores de la empresa, ha hecho que el Ayuntamiento de Sabadell vea muy necesarias las acciones pol¨ªticas a favor del futuro de la empresa", seg¨²n fuentes del consistorio.
La Agencia Catalana de Inversiones (ACI) sigue trabajando en la b¨²squeda de eventuales socios industriales que garanticen la continuidad de las plantas de Sant Quirze y Cervera y de los puestos de trabajo. La direcci¨®n de la compa?¨ªa ha pedido al ¨®rgano dependiente del Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat que se sume a la expedici¨®n, pero la consejer¨ªa que dirige Josep Maria Ra?¨¦ ha declinado participar en el viaje en espera de que la empresa aporte m¨¢s informaci¨®n y un plan industrial m¨¢s concreto que el que tiene hoy encima de la mesa.
El 80% se exporta
La antigua Unidad Herm¨¦tica es la ¨²nica f¨¢brica de compresores que hay en Espa?a. Sus trabajadores montan, tornean y ensamblan piezas para frigor¨ªficos. La multinacional tiene otras tres plantas en Italia, Austria y China. Seg¨²n Virginia Ruano, miembro del comit¨¦ de empresa en representaci¨®n de la CGT, este a?o han salido de Sant Quirze 2,7 millones de compresores, el 80% de los cuales se exporta a otros pa¨ªses.
Ruano asegura que en el ¨²ltimo plan de viabilidad la empresa "preve¨ªa para este a?o unas perdidas de 8,2 millones de euros y un incremento de la deuda hasta los 48 millones, que se han quedado en 36 millones tras la venta de las naves de Sant Quirze". La compa?¨ªa ha presentado un segundo plan de viabilidad al Gobierno catal¨¢n. El primero fue rechazado por ser "demasiado pobre". En este ¨²ltimo, ACC reitera la intenci¨®n de invertir m¨¢s de 50 millones de euros, y aseguraban que necesitaba un socio que aporte 18 millones de euros. La Generalitat ya dej¨® claro que no entrar¨ªa en el accionariado. La empresa tambi¨¦n reclama a los trabajadores una reducci¨®n de salarios, m¨¢s horas de trabajo y m¨¢s flexibilidad laboral, adem¨¢s de 90 prejubilaciones.
Es el ¨²ltimo episodio de una ajetreada historia que empez¨® en 1963 cuando la familia Forrellad lanz¨® a la venta el primer compresor. A mediados de la d¨¦cada de 1980 se empezaron a acumular las deudas, y en 1988 Electrolux se hizo con la empresa a trav¨¦s de una OPA amistosa.En 1993 empezaron las advertencias de cierre. En aquel momento un directivo ya amenaz¨® con el desmantelamiento si no se alcanzaba un acuerdo para reducir los salarios y aumentar las jornadas laborales. Por el camino, se han perdido m¨¢s de 400 puestos de trabajo y ha habido recortes sociales y econ¨®micos. Joan Navas tiene 55 a?os y lleva 32 en la empresa. "Si se cierra no creo que tenga ninguna posibilidad de encontrar un trabajo", asegura, pero descarta aceptar el plan de viabilidad de la empresa porque la direcci¨®n, aduce, "no tiene una visi¨®n clara de futuro".
Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, de 34 a?os, lleva 12 trabajando en la empresa. Fue su padre, tambi¨¦n ex trabajador de la Unidad Herm¨¦tica, el que le anim¨® a trabajar en la f¨¢brica. "Si llevan a?os perdiendo dinero, ?por qu¨¦ no han hecho algo?", se pregunta.
Tradici¨®n de lucha
La antigua Unidad Herm¨¦tica forma parte de la historia de la lucha sindical y pol¨ªtica de Sabadell y Catalu?a. En febrero de 1976, de la f¨¢brica salieron centenares de trabajadores en protesta por la actuaci¨®n policial y las represalias de dos manifestaciones acaecidas poco antes, y que se saldaron con varios heridos -entre ellos ni?os- y un muerto, un profesor que recibi¨® el impacto de una pelota de goma. En la marcha -que lleg¨® a congregar a 30.000 personas- se pidi¨® libertad para los detenidos y se exigieron derechos democr¨¢ticos. La huelga fue casi general y no acab¨® hasta que los trabajadores consiguieron que los encarcelados fueran puestos en libertad.
Joan Ribero estuvo en algunas de las movilizaciones de las postrimer¨ªas del franquismo que hicieron c¨¦lebre la Unidad Herm¨¦tica. Tiene 58 a?os y le prejubilaron el pasado febrero, tras 30 a?os en la empresa. "Los prejubilados y jubilados hemos creado una plataforma para apoyar a los trabajadores", asegura. Antes de que lo prejubilaran vivi¨® tres a?os de congelaci¨®n salarial. "Nos clavaban s¨¢bados y festivos cu¨¢ndo quer¨ªan, hemos perdido muchos derechos". "Estoy decepcionado" , asegura, "y si al final la f¨¢brica se cierra se demostrar¨¢ que los sindicatos son incapaces ya de movilizar a la gente".
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