Una santa Teresa sensual y l¨ªder revolucionaria
Ray Loriga dirige en Portugal a Paz Vega en una original recreaci¨®n de la vida de la monja
Aparece santa Teresa en el claustro vestida con el h¨¢bito blanco dise?ado por la japonesa Eiko Ishioka (Oscar al mejor vestuario por Dr¨¢cula) y dan ganas de quit¨¢rselo. El traje es una belleza (al primer vistazo, se entiende por qu¨¦ cuesta casi 18.000 euros cada vestido) y Paz Vega est¨¢ arrebatadora, morbosamente sexy, dentro de ese caj¨®n de seda con un crucifijo bordado. Antes de ser canonizada en 1622 y convertirse en santa Teresa de Jes¨²s, Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582) fue una mujer hermosa, una monja valiente y una poetisa de extrema sensibilidad, que describi¨® sus experiencias m¨ªsticas como si fueran orgasmos carnales, as¨ª que quiz¨¢ la idea no sea tan descabellada...
Durante una pausa del rodaje de Santa Teresa, muerte y vida en el Monasterio do Cristo, en Tomar, 150 kil¨®metros al norte de Lisboa, Ray Loriga, guionista y director, cuenta que ha querido huir de "la santa Teresa de las estampitas" para acercarse a fondo a esa Teresa "mujer, humana, sexual, revolucionaria, feminista, inteligente y verbosa".
"Teresa fue una de las primeras mujeres de la historia que se neg¨® a aceptar los roles femeninos que le ofrec¨ªan la sociedad y la Iglesia", explica Loriga (Madrid, 1967). "No quiso ser ni Mar¨ªa Magdalena ni la Virgen Mar¨ªa, esos dos arquetipos monstruosos; ni tampoco esposa y madre esclava. Por eso escribi¨® 'la libertad est¨¢ en la celda'. Pero lo que la hizo extraordinaria de verdad fue su capacidad para expresarlo todo, la sexualidad, el amor, la m¨ªstica, la pol¨ªtica...".
?La pol¨ªtica? "Ella puso el dedo en las heridas m¨¢s sangrantes de la Iglesia, que todav¨ªa duelen hoy. Habl¨® del papel de la sexualidad; protest¨® por la atroz situaci¨®n de la mujer dentro de la Iglesia, abog¨® por una Iglesia sin clases ni pobres ni ricos, y puso encima de la mesa el balance entre el poder pol¨ªtico y el poder espiritual de la Iglesia; y lo bonito es que algunas de esas batallas las gan¨®".
De todos modos, el escritor y director sabe que, tal y como est¨¢n las cosas, no ser¨ªa raro que su visi¨®n de santa Teresa provoque algunas llagas y cilicios. "S¨¦ que hay cosas que a mucha gente no le gustar¨¢n, pero yo he intentado ser fiel al esp¨ªritu de Teresa y a la vez a la pel¨ªcula. Su relaci¨®n con Cristo la expres¨® como una relaci¨®n muy sexual. En sus transverberaciones -un proceso espiritual y carnal muy complejo que se parece mucho a un acto sexual pero que no se puede reducir a la palabra orgasmo, porque much¨ªsimas mujeres tienen orgasmos y santa Teresa s¨®lo hay una-, se sent¨ªa traspasada por el dardo de Dios; as¨ª que, si hay esc¨¢ndalo, ser¨¢ suyo, no m¨ªo. Todo eso est¨¢ en sus libros, en sus poemas".
Hac¨ªa fr¨ªo en el espectacular monasterio de Tomar el martes pasado. Eusebio Poncela (tambi¨¦n guap¨ªsimo y muy sibilino embutido en su h¨¢bito de Gaspar Daza) y Manuel Mor¨®n (un Provincial de ?vila en toda regla, tonsura incluida) rodaban en un patio, con la voz casi inaudible y caras de conspiradores constipados, un breve di¨¢logo. Andr¨¦s Vicente G¨®mez, el productor, eligi¨® Portugal en vez de ?vila para rodar esta biopic santera de 7,7 millones de euros de presupuesto, "porque aqu¨ª hay muchas m¨¢s facilidades para rodar en escenarios religiosos que en Espa?a".
El equipo estar¨¢ en Tomar hasta Navidad, y luego ir¨¢ a C¨¢ceres y Trujillo (que har¨¢n las veces de ?vila), y a Madrid y Alicante (estudios Ciudad de la Luz), para rodar interiores. La fotograf¨ªa es cosa de Jos¨¦ Luis Alcaine, que tratar¨¢ de dar una "luz simple y horizontal". "Las velas eran muy caras y la luz ven¨ªa de las ventanas, pero en algunos conventos de clausura estaban cerradas...". Pero la pel¨ªcula se ver¨¢, ?no? "S¨ª,s¨ª, y ser¨¢ muy luminosa".
Para Ray Loriga, el reparto "es un sue?o": adem¨¢s de los citados, Leonor Watling es do?a Guiomar de Ulloa, la alegre viuda y generosa protectora de Teresa; Geraldine Chaplin es la "represora y envidiosa" priora del convento; Jos¨¦ Luis G¨®mez es el amigo teresiano Fray Pedro de Alc¨¢ntara; ?lvaro de Luna hace de padre de Teresa; y adem¨¢s est¨¢n Amparo Valle, ?ngel de Andr¨¦s y Francesc Garrido.
La elecci¨®n de Paz Vega fue muy f¨¢cil, a?ade el director. "Quer¨ªa una actriz que estuviera viva debajo del traje, de la historia, del peso simb¨®lico del personaje". Y ella est¨¢ entusiasmada con el reto. "Teresa es una mujer especial, muy valiente, una adelantada a su tiempo que nunca se achant¨®", dice ella. ?Y resulta f¨¢cil interpretar sus visiones m¨ªsticas? "Bueno, trabajar con Ray es muy f¨¢cil porque lo tiene muy claro; y yo intento hacer una mujer que tiene una inquietud muy grande, no una doctora de la Iglesia. M¨ªsticos podemos ser todos, sentir su 'realizaci¨®n plena' es m¨¢s dif¨ªcil; pero yo creo que su misticismo es un motor interior que se parece mucho al amor".
Las veteranas del equipo, Geraldine Chaplin y Amparo Valle, est¨¢n tambi¨¦n entusiasmadas con el proyecto. "Ray tiene mucho talento, el mundo que contamos es fascinante, el monasterio es muy misterioso, los trajes son de otra dimensi¨®n y Teresa era una mujer muy solitaria, muy pol¨ªtica, muy sexual, muy feminista y anor¨¦xica hasta el ¨¦xtasis", dice Chaplin. "Yo, que estudi¨¦ 14 a?os en las teresianas, puedo dar fe de que no fue terrible, ni siquiera rez¨¢bamos mucho", a?ade Valle.
Nieta de un jud¨ªo converso, santa Teresa de Jes¨²s ingres¨® en el monasterio de San Jos¨¦, de ?vila, cuando ten¨ªa 18 o 19 a?os, entre fuertes rumores de "honra perdida". Rumor que todav¨ªa hoy sigue circulando por ?vila, seg¨²n certifica Loriga: "Cuando fuimos a localizar all¨ª, una viejecita que estaba sentada en un banco nos dijo: 'Ah, santa Teresa, ?a ¨¦sa se la foll¨® su primo!". Ella nunca fue clara sobre eso; aunque escribi¨® que corri¨® graves peligros y algo as¨ª como "honra no la perd¨ª que Dios no me dejara".
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