Zapatero advierte a Blair de que no aceptar¨¢ cualquier acuerdo presupuestario

El jefe del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se declar¨® ayer en Londres dispuesto a llegar a un acuerdo en las negociaciones sobre el presupuesto europeo, pero advirti¨® a su hom¨®logo brit¨¢nico y presidente de turno de la UE, Tony Blair, que no aceptar¨¢ "cualquier acuerdo". Blair, que puso a Espa?a e Irlanda como ejemplo de los pa¨ªses que m¨¢s se sacrifican debido a la entrada de los pa¨ªses del Este, resucit¨® ayer su exigencia de que los Veinticinco acepten "cuando menos dejar las puertas abiertas" a una eventual reforma de la agricultura europea en 2009 o 2010.

Zapatero se entrevist¨® en Downing Street durante cerca de tres cuartos de hora con Blair "para explicarle la posici¨®n espa?ola". "Le he ratificado la voluntad de Espa?a de llegar a un acuerdo, pero no a cualquier acuerdo. A un acuerdo que sea el mejor posible para Europa y un acuerdo positivo para Espa?a", explic¨® a la salida de la reuni¨®n.

El jefe del Gobierno rehus¨® utilizar la amenaza del veto, aunque l¨®gicamente tampoco renunci¨® a ¨¦l. "Espa?a tiene, como todos los socios de la UE, la posibilidad de decir s¨ª o de decir no a una propuesta. Por tanto todo est¨¢ abierto, l¨®gicamente, aunque los que tenemos una fe europe¨ªsta como es el caso de Espa?a, del Gobierno de Espa?a, vamos a trabajar siempre por el acuerdo", dijo. "Pero el acuerdo", advirti¨® de nuevo, "tiene que pasar por unas bases distintas a las que la presidencia brit¨¢nica ha hecho p¨²blicas". "La propuesta que ha presentado no es aceptable para Espa?a. Tiene que modificarse. Tiene que cambiarse y l¨®gicamente si hay cambios, si hay modificaciones, podremos estar en un terreno de entendimiento y de acuerdo que ser¨ªa muy bueno para la UE y tambi¨¦n bueno para Espa?a, porque todos necesitamos que la UE vuelva a tomar el pulso", a?adi¨® Zapatero.

Espa?a quiere asegurarse de que al final del periodo presupuestario en cuesti¨®n, de 2007 a 2013, mantenga un saldo positivo con la UE. Es decir, que reciba alg¨²n dinero m¨¢s del que aportar¨¢ durante esos a?os al presupuesto com¨²n. "Sabemos que tenemos que contribuir al proceso de ampliaci¨®n. Sabemos que Espa?a ha crecido econ¨®micamente, pero Espa?a necesita todav¨ªa un recorrido importante de ayuda", explic¨®.

Contribuyente neto

El primer ministro brit¨¢nico dio se?ales de haber entendido el mensaje. En una rueda de prensa posterior, resalt¨® que "pa¨ªses como Espa?a o Irlanda van a ver un cambio masivo y de ser grandes beneficiarios netos van a pasar a ser contribuyentes netos o a quedarse m¨¢s o menos al mismo nivel". Blair puso ese ejemplo cuando intentaba transmitir a los brit¨¢nicos el mensaje de que sus medios est¨¢n dando a entender de manera equivocada que Reino Unido es el gran pagano de la ampliaci¨®n de la UE, cuando eso no es as¨ª.

"Existe la sensaci¨®n en algunas de las informaciones [de la prensa brit¨¢nica] de que Gran Breta?a es el ¨²nico pa¨ªs que va a contribuir a pagar la ampliaci¨®n. Hay un gran traspaso de fondos de los actuales 15 a los 10 nuevos socios y todos los antiguos pa¨ªses ven aumentar sus contribuciones netas. Comparado con otros pa¨ªses, Gran Breta?a vive tiempos m¨¢s f¨¢ciles que otros", dijo, reconociendo que su pa¨ªs tiene a¨²n margen para ceder.

"El ambiente general es el de conseguir un acuerdo", afirm¨® tras haberse entrevistado estos d¨ªas con gran n¨²mero de hom¨®logos, aunque a?adi¨®: "Hay que decir que quedan negociaciones muy duras por delante y que el margen de maniobra es muy estrecho, incluy¨¦ndonos a nosotros, y el acuerdo es dif¨ªcil". Pero de sus palabras se desprendi¨® la sensaci¨®n de que el acuerdo financiero es posible. La propuesta brit¨¢nica en general gusta a los pa¨ªses contribuyentes netos y, aunque los nuevos socios se quejan del recorte de ayudas que significa la propuesta brit¨¢nica en t¨¦rminos de ayudas, ese recorte es m¨¢s te¨®rico que real, porque lo que pierden por un lado lo recuperan por el otro.

Si el "estrecho margen de maniobra" al que alude Blair se traduce en una contribuci¨®n adicional exclusivamente brit¨¢nica que beneficie a pa¨ªses con problemas concretos, como Espa?a y Suecia, que votaron contra la propuesta luxemburguesa en junio, aumentan las posibilidades de acuerdo.

Pero Blair rescat¨® ayer su exigencia de que el acuerdo vaya acompa?ado de un compromiso de revisar la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), a lo que se oponen no s¨®lo Francia, sino tambi¨¦n pa¨ªses como Espa?a, Italia, Irlanda y otros. El escenario negociador de hoy, sin embargo, es distinto al de hace seis meses. Gran Breta?a ha aceptado aumentar algo su contribuci¨®n, aunque sea de manera que no afecta directamente a su cheque. Blair ha puesto sobre la mesa 8.000 millones de dinero brit¨¢nico y Francia exige que esa cantidad aumente a 14.000 millones. Si el primer ministro brit¨¢nico accede a aumentar esa compensaci¨®n, estar¨¢ en condiciones de exigir con alg¨²n argumento alguna contrapartida en materia agr¨ªcola.

Ayer fue muy firme al condicionar el acuerdo a la PAC, pero admiti¨® de antemano que m¨¢s que un compromiso de reforma, lo que exige es un compromiso de que se pueda hablar de la reforma. Blair quiere que la Comisi¨®n Europea elabore un examen de la PAC que ser¨ªa discutido en 2008. "Otros pa¨ªses pueden decir que no quieren ese cambio, pero al menos han de aceptar que el cambio pueda hacerse si nos ponemos de acuerdo para hacerlo. No puedo forzar ese cambio ahora, pero s¨ª puedo insistir en dejar abiertas las puertas a ese cambio para la segunda mitad de las perspectivas financieras", insisti¨®.