Eugene McCarthy, pol¨ªtico estadounidense
Lider¨® en el Senado la oposici¨®n a la guerra de Vietnam
Eugene McCarthy, ex senador y uno de los l¨ªderes del movimiento contra la guerra de Vietnam, muri¨® en la madrugada del s¨¢bado 10 de diciembre en Washington a los 89 a?os, despu¨¦s de haber sufrido complicaciones derivadas de la enfermedad de Parkinson que sufr¨ªa. A McCarthy se le atribuye haber desencadenado el movimiento interno de protesta en el Partido Dem¨®crata que en 1968 oblig¨® al entonces presidente Lyndon B. Johnson a tirar la toalla en la lucha por la nominaci¨®n para las elecciones.
A?o y medio antes de esas elecciones, McCarthy, senador por Minnesota pero con un perfil m¨¢s de fil¨®sofo y moralista que de pol¨ªtico convencional -fue novicio en un monasterio benedictino y profesor en una universidad cat¨®lica- lleg¨® a la conclusi¨®n de que el Gobierno de Johnson iba a mantener la escalada en Vietnam.
"Da la impresi¨®n de que no tienen l¨ªmites sobre el precio que est¨¢n dispuestos a pagar por una victoria militar", dijo, rompiendo filas dentro del partido dem¨®crata -muchos le seguir¨ªan despu¨¦s- cuando explic¨® las razones por las que se puso al frente del movimiento contra la guerra antes de las elecciones: "Conf¨ªo en que este reto pueda mitigar la impresi¨®n de impotencia y restaurar la confianza de mucha gente en el proceso pol¨ªtico y en el Gobierno de EE UU".
McCarthy supo detectar el enorme descontento popular ante una guerra que se encontraba en un callej¨®n sin salida y que supon¨ªa una fuerte sangr¨ªa para el Ej¨¦rcito; se lanz¨® a las primarias en contra de la opini¨®n de la direcci¨®n dem¨®crata y con una cantidad de dinero rid¨ªcula incluso para aquella ¨¦poca, 4.000 d¨®lares. Johnson, que cre¨ªa tener despejado el camino para seguir en la Casa Blanca, no tom¨® en serio la candidatura, pero miles de universitarios y j¨®venes encendidos por el mensaje de que hab¨ªa que poner fin a la guerra se alistaron como voluntarios y recorrieron New Hampshire. McCarthy perdi¨® las elecciones primarias, pero logr¨® el 42% de los votos, una victoria moral frente al 49% de Johnson; la percepci¨®n popular y medi¨¢tica fue que si el presidente, con la mayor¨ªa del partido y el aparato del Gobierno detr¨¢s, s¨®lo sacaba ese margen al candidato Quijote, era un hombre condenado al fracaso.
El senador Robert Kennedy tambi¨¦n lo vio as¨ª y present¨® su candidatura tres d¨ªas despu¨¦s. Semanas m¨¢s tarde, Johnson anunci¨® que no se presentaba a las elecciones. Kennedy fue asesinado en junio, tras haber ganado las primarias en California. McCarthy sigui¨® en la carrera, pero su momento hab¨ªa pasado. Tras una ca¨®tica convenci¨®n en Chicago -para muchos, una de las claves de la derrota dem¨®crata que iba a producirse- el hombre que acab¨® siendo candidato fue el vicepresidente, Hubert Humphrey, que perdi¨® en noviembre ante Richard Nixon.
McCarthy, que estuvo 21 a?os en el Capitolio, desde 1949 hasta 1970, se mantuvo al pie del ca?¨®n y luch¨® por la candidatura en otras cuatro ocasiones (la ¨²ltima, en 1992), pero apartado de la pol¨ªtica activa y dedicado a escribir textos pol¨ªticos y libros de poes¨ªa. Sus posiciones desconcertaron en muchas ocasiones (en 1980 apoy¨® a Reagan frente a Carter).
"Ser¨¢ recordado por su oposici¨®n a la guerra de Vietnam y su campa?a contra Johnson, pero creo que ¨¦l hubiera preferido serlo por el trabajo que hizo en el Congreso", afirm¨® su hijo Michael, que explic¨® que el gancho que su padre tuvo entre los j¨®venes se debi¨® "a que lanz¨® un debate sobre ideas y sobre pol¨ªtica, no sobre las personas". El actual l¨ªder de la minor¨ªa en el Senado, Harry Reid, rindi¨® tributo a su memoria destacando su "enorme estatura dentro del Partido Dem¨®crata".-
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