Comerciantes y AA VV polemizan por la ordenanza de civismo

Sin grises. Las voces que ayer se escucharon en el Sal¨®n de Cr¨®nicas del Ayuntamiento de Barcelona en la audiencia p¨²blica sobre la futura ordenanza de la convivencia y el civismo se alinearon en campos opuestos. Las asociaciones de vecinos (AA VV), entidades sociales y j¨®venes pidieron la retirada de la ordenanza. Los representantes de los comerciantes y algunas voces individuales pidieron lo contrario: que se aplique con decisi¨®n.

El Sal¨®n de Cr¨®nicas se qued¨® peque?o para la celebraci¨®n de la audiencia p¨²blica. M¨¢s de 170 personas hab¨ªan solicitado asistir al debate y unas 70 hab¨ªan pedido el turno de palabra para decir lo que pensaban sobre un conjunto de normas que establecen los derechos y deberes de los ciudadanos de Barcelona y tambi¨¦n de los que est¨¢n de paso.

Como cuesti¨®n previa, algunas intervenciones reprocharon la ausencia en el debate del alcalde de Barcelona, Joan Clos. "Pens¨¢bamos que siendo una cuesti¨®n de primer orden el alcalde deb¨ªa estar [presente], y su ausencia la interpretamos como un desprecio". Esas palabras de Eva Fern¨¢ndez, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), arranc¨® aplausos en la sala de un p¨²blico formado mayoritariamente por representantes de asociaciones de vecinos, entidades sociales, algunas trabajadoras sexuales y j¨®venes claramente enfadados con la pol¨ªtica del tripartito municipal. Clos pronunci¨® una conferencia en el Colegio de Ingenieros en la tarde de ayer y aleg¨® que no presid¨ªa la audiencia porque "estaba perfectamente representado" por el concejal de Presidencia, Jos¨¦ Cuervo.

Frente a los aplausos del sector enfadado, m¨¢s discretos en sus reacciones fueron vecinos que asist¨ªan a t¨ªtulo particular, empresarios y comerciantes.Una sesi¨®n que se inici¨® con el reparto de la revista Carrer -editada por la FAVB-con un titular m¨¢s que expl¨ªcito: Ordenances: un projecte inc¨ªvic. No fue la ¨²nica situaci¨®n curiosa del debate porque a lo largo del mismo se repartieron octavillas para convocar a una manifestaci¨®n contra la ordenanza para el pr¨®ximo s¨¢bado. De hecho, la convocatoria se hizo de viva voz en una de las intervenciones. Y unas j¨®venes exhibieron unas camisetas con la leyenda Yo tambi¨¦n soy puta, en alusi¨®n al tratamiento que da la ordenanza a la prostituci¨®n.

El malestar que ha provocado la nueva normativa -prevista para ser aprobada en el ¨²ltimo plenario del a?o- en un sector de la poblaci¨®n qued¨® patente. "Es un error mezclar cuestiones de incivismo con problemas sociales porque no hay suficientes recursos para atender, por ejemplo, a los indigentes", dijo Rosa Balaguer, del Casal d'Infants del Raval. Ese tipo de entidades, las que prestan ayuda a colectivos con problemas, y a menudo en situaci¨®n de exclusi¨®n social, coincidieron en el diagn¨®stico: la ordenanza "criminaliza" a los m¨¢s d¨¦biles, quiere ocultar la pobreza real que hay en las calles de Barcelona y s¨®lo mostrar un "aparador bonito" para el turismo. "Esta ordenanza representa un paso atr¨¢s de esta ciudad en la cohesi¨®n social", manifest¨® un representante de SOS Racismo. "Reclamamos nuestro derecho a ejercer la prostituci¨®n sin coacci¨®n y que no se nos retire de la calle. La ordenanza s¨®lo persigue la de la calle porque la otra no se ve", afirm¨® con contundencia Margarita Carreras. La entidad Arrels y otras que asisten a enfermos de sida se expresaron de forma parecida, informa David Casals.

Algunos j¨®venes de colectivos de la plaza del Diamant, en Gr¨¤cia, criticaron la ordenanza por muchos aspectos. Pero especialmente por uno: "Todo descansa en la Guardia Urbana y eso es s¨®lo pol¨ªtica represiva".

Antes de abrir el debate, los representantes de los cinco grupos pol¨ªticos del consistorio explicaron su postura respecto al conjunto del articulado. Ricard Gom¨¤ (ICV-EUiA) dej¨® claro que la formaci¨®n ecosocialista sigue oponi¨¦ndose al tratamiento que hace el texto sobre la prostituci¨®n y la mendicidad: "en otras cosas se ha llegado a acuerdos, pero persisten serios puntos de discrepancia en puntos fundamentales". En la aprobaci¨®n inicial del texto, ICV se abstuvo. Mientras que el otro socio del tripartito, Esquerra Republicana, apoy¨® a Clos. Tanto CiU como el PP se alinearon ayer con la necesidad de una ordenanza que frene el incivismo. Pero con matices. Mientras el PP ped¨ªa "firmeza 10 con los inc¨ªvicos", desde CiU se alertaba de que el cumplimiento de la ordenanza depender¨¢ de que se dote de los medios necesarios: "si no, no servir¨¢ de nada", puntualiz¨® Joan Puigdollers (CiU).

Desde la mesa, el concejal de Presidencia, Jos¨¦ Cuervo, intentaba poner orden tras alguna de las intervenciones saludadas con aplausos por el sector m¨¢s joven del p¨²blico.

Un tono m¨¢s sosegado tuvieron las intervenciones de algunos vecinos de Gr¨¤cia, que conf¨ªan en que la ordenanza sirva para erradicar el problema del ruido y del botell¨®n en la parte central del distrito.

Las voces que se alinearon m¨¢s con la ordenanza procedieron de los sectores que se consideran especialmente perjudicados por algunas de las conductas que se sancionar¨¢ con multas m¨¢s caras, como la venta de objetos en la calle. Alex Go?i, en representaci¨®n de la Patronal de la Peque?a y Mediana Empresa, defendi¨® la ordenanza y pidi¨® que se aplicara con decisi¨®n. Desde la asociaci¨®n de comerciantes de la dreta del Eixample, con el mismo punto de vista, se insisti¨® en otra cuesti¨®n: que se erradiquen las pintadas en cualquier puerta o pared de los comercios. "Que se busquen espacios para ello pero que toda la ciudad deje de ser objetivo de los grafiteros", apunt¨® Mari Carmen Izquierdo.