David Marshall, poeta y brigadista internacional
Un escritor comprometido
Llega a Espa?a la noticia de la muerte, a los 89 a?os, del poeta David Marshall, uno de los ¨²ltimos supervivientes brit¨¢nicos de las Brigadas Internacionales, a cuyo elogio y memoria estuvo siempre entregado.
Marshall, hijo de padres metodistas y aficionado desde ni?o a la lectura, no particip¨® en el activismo de la izquierda de su pa¨ªs, tan bullente en los primeros a?os 1930, pues viv¨ªa entonces, seg¨²n sus propias palabras, "del todo ignorante del mundo y envuelto en mi afici¨®n libresca".
Pero las noticias en la prensa inglesa sobre el estallido de la revuelta fascista y el comienzo de la Guerra Civil tuvieron en ¨¦l un efecto galvanizador; abandon¨® su puesto administrativo en el Ministerio de Trabajo, obtuvo, sin tener la edad requerida, un pasaporte falsificando la firma de su padre, y, al cabo de un largo viaje en ferrocarril, logr¨® llegar a Barcelona, desde donde ser¨ªa enviado -tras diversas peripecias y escaramuzas- a Albacete, encuadr¨¢ndose junto a otros voluntarios brit¨¢nicos, al mando de su compatriota Nat Cohen, en la Centuria Inglesa Antifascista de Tom Mann, que ostentaba en su ense?a la frase "la disciplina proletaria vencer¨¢ al fascismo".
Luchando todos ellos como parte de la XII Brigada Internacional en el Cerro de los ?ngeles, Marshall fue gravemente herido de bala en el tobillo el 12 de noviembre de 1936, y, superando un dif¨ªcil traslado en camilla hasta Alicante, embarc¨® de regreso a su pa¨ªs, enter¨¢ndose al llegar all¨ª en diciembre de que la mayor parte de sus camaradas hab¨ªan perecido combatiendo en Boadilla.
A partir de entonces, Marshall, afiliado ya al Partido Comunista, cultiva a la par su compromiso pol¨ªtico y su vocaci¨®n literaria, siendo incluido en la importante antolog¨ªa Poems for Spain que Stephen Spender y John Lehman editaron en 1939. Al lado de poetas de la talla de Auden, MacNeice, Day Lewis y el propio Spender, Marshall figura en ese libro con su hermoso poema Retrospect (Recuerdo), que, estableciendo un elocuente paralelo entre la placidez de una acomodada ciudad inglesa y la realidad por ¨¦l vivida en sus meses de soldado de la causa republicana, se abre con estos versos: "Vuelve. / Seis pies de nieve en el frente de Arag¨®n, / mientras aqu¨ª / los ni?os patinan por las calles / pies firmes pisoteando las zanjas; / el hielo empa?a / el azul rojizo de los neones, / las lujuriosas tiendas invitan / pero all¨¢ / las luces del caf¨¦ parpadean, se apagan / las costillas se erizan, la piel se tensa".
Sin dejar nunca de escribir, David Marshall fue de nuevo voluntario, pese a un inicial rechazo por su pasado de Brigadista, en la II Guerra Mundial, participando en el desembarco de Normand¨ªa y en la liberaci¨®n del campo de exterminio de Belsen.
Al regresar, ya desmovilizado, a Inglaterra, recupera su trabajo de funcionario, escribe, y, con m¨¢s de 50 a?os, cambia de oficio y emprende una nueva labor de tramoyista y constructor de escenarios en el legendario grupo teatral de agitaci¨®n Theatre Workshop, que dirig¨ªa Joan Littlewood.
Sin embargo, "pese a su temperamento jaranero, nunca se desradicaliz¨®", ha escrito el historiador Paul Preston con motivo de la muerte de Marshall, hablando tambi¨¦n de su poes¨ªa comprometida escrita en los tiempos de Margaret Thatcher.
Su ¨²ltima publicaci¨®n fue, en este mismo a?o 2005, el libro The tilting planet (El planeta inclinado), donde, bajo el sello coeditorial de la brit¨¢nica Asociaci¨®n en Memoria de las Brigadas Internacionales, Marshall incluye nuevos poemas de ¨¢mbito espa?ol y otros de diversa tem¨¢tica.
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