Richard Pryor, actor

El actor y c¨®mico Richard Pryor muri¨® el pasado 10 de diciembre, a los 65 a?os, a causa de un ataque cardiaco. Hab¨ªa nacido en Peoria, Illinois, el 1 de diciembre de 1940, y padec¨ªa esclerosis m¨²ltiple desde 1986.

Convertido durante los a?os sesenta y setenta en un popular icono del humor estadounidense, su vida personal acumul¨®, sin embargo, circunstancias dram¨¢ticas que salpicaron sus ¨¦xitos sobre los escenarios. En 1980 ya estuvo al borde de la muerte al sufrir graves quemaduras en un fuego incontrolado que ¨¦l mismo provoc¨® mientras consum¨ªa coca¨ªna; su adicci¨®n a las drogas no es m¨¢s que otro eslab¨®n de una vida conflictiva.

Pryor, que declar¨® p¨²blicamente que se hab¨ªa criado en un burdel, abandon¨® los estudios para enrolarse en el Ej¨¦rcito durante dos a?os, pero su innata comicidad lo llev¨® pronto a trabajar en clubes nocturnos en EE UU y Canad¨¢. Sus shows se convert¨ªan, repletos de crudeza y sarcasmo, en duros mon¨®logos sobre sexo, droga y racismo, que reflejaban la desilusi¨®n de Pryor como integrante de la comunidad negra ante el American way of life. Un humor ¨¢cido y corrosivo que no siempre fue bien aceptado, en especial por los espectadores blancos.

Pronto saltar¨ªa al universo cat¨®dico y sus pol¨¦micas participaciones en talks shows televisivos llamar¨ªan la atenci¨®n de los productores cinematogr¨¢ficos: en 1967, el director William Castle propicia su debut en la pel¨ªcula Un mill¨®n en un cad¨¢ver. Pryor quedar¨ªa encasillado como un actor apto exclusivamente para comedias, y ¨¦l mismo no luchar¨ªa demasiado por escapar a esta etiqueta; sin embargo, en sus comienzos intervino en filmes como el drama terror¨ªfico El presidente (1968), de Barry Shear, y la producci¨®n b¨¦lica Carter's army. Y quiz¨¢ muchos aficionados no lo recuerden, pero a?os m¨¢s tarde, ya instalado como una estrella de mediana magnitud, Paul Schrader le ofreci¨® uno de los personajes de su vida: Pryor se embarc¨®, compartiendo cartel con Harvey Keitel y Yaphett Kotto, en el drama Blue collar, un comprometido retrato del mundo sindical estadounidense, centrado en tres trabajadores de una f¨¢brica de Detroit.

Los a?os setenta suponen una d¨¦cada de fuerte actividad, e incluso debuta como guionista al servicio del inefable Mel Brooks en el western par¨®dico Sillas de montar calientes (1974). Sus cualidades como monologuista y cantante aparecen recogidas en varios filmes que incluyen sus actuaciones en directo, como Richard Pryor: Live in concert (1979), documentos que muestran a las claras c¨®mo, aunque su carrera cinematogr¨¢fica tomaba un rumbo acomodado y comercial, sus shows en directo a¨²n mostraban a un artista cr¨ªtico y agresivo.

Cierto es que sus apariciones televisivas fueron criticadas por los gerifaltes del medio, cuando no borradas de un plumazo, como el lamentablemente breve The Richard Pryor Special en 1977. Y es que, aunque en 1978 ayudase a poner en pie una arriesgada versi¨®n black de El mago de Oz, Hollywood comenzaba a devorarlo. El a?o 1976 marca el inicio de sus colaboraciones en la gran pantalla con el popular Gene Wilder, en la exitosa El expreso de Chicago.

Los a?os ochenta lo muestran participando en numerosas pel¨ªculas en las que el sistema se esforzaba por limar las aristas de su humor; eran filmes de consumo r¨¢pido, con los que se hizo popular en Espa?a, del estilo de El gran despilfarro, En estado cr¨ªtico, No me chilles que no te veo y Su juguete preferido. Todas ellas mostraban a un Pryor claramente domesticado por el stablishment.

Su participaci¨®n en la m¨¢s que mediocre Superman III (1983) marc¨® otro punto ¨¢lgido de su fama. Pese a ello, en su carrera aparecer¨ªan a¨²n algunos destellos, como Jo Jo Dancer, your life is calling, un proyecto personal, que ¨¦l mismo dirigi¨® e interpret¨®, y en el que narr¨® la vida de Jo Jo Dancer, un c¨®mico con cuya existencia establec¨ªa paralelismos con su vida personal.

En 1995, utilizando el humor que siempre lo caracteriz¨®, interpret¨® a un enfermo de esclerosis m¨²ltiple en la serie Chicago Hope, lo que le vali¨® una candidatura al Emmy. Queda como su ¨²ltima aparici¨®n cinematogr¨¢fica un cameo en Carretera Perdida, de David Lynch (1997), donde ya era muy evidente su deterioro f¨ªsico.-