"Una democracia en Oriente Pr¨®ximo"

En su discurso desde el Despacho Oval del domingo (el quinto sobre Irak desde el 30 de noviembre), Bush dijo que las elecciones "no van a significar el final de la violencia", pero s¨ª suponen "un paso adelante hacia una democracia constitucional en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo". El presidente mantuvo los ejes de la estrategia que defiende: afirmar que una retirada inmediata de tropas supondr¨ªa "entregar Irak a los enemigos que se han juramentado para matarnos", asegurar que no s¨®lo se puede ganar esta guerra, "sino que la estamos ganando" y pronosticar "m¨¢s sacrificios". Pero quiso imprimir un tono m¨¢s humilde, menos agresivo, a la segunda parte de los 17 minutos que dur¨® el discurso. "Quiero dirigirme a los que no respaldaron mi decisi¨®n de enviar tropas a Irak. He escuchado vuestro desacuerdo y s¨¦ lo profundo que es. (...) No espero vuestro apoyo en todo, pero esta noche tengo una petici¨®n: que nadie se deje llevar por la desesperaci¨®n, que nadie se rinda en esta lucha por la libertad".

Bush acept¨® que los obst¨¢culos "son m¨¢s fuertes de lo que pensamos", asumi¨® que es leg¨ªtimo preguntarse si la guerra ha creado m¨¢s problemas de los que ha resuelto y reconoci¨® las razones del disenso. El presidente repiti¨® que "la mayor parte de la informaci¨®n" sobre Irak "result¨® estar equivocada" y volvi¨® a asumir la responsabilidad de la guerra, incluidas las muertes de m¨¢s de 2.100 soldados. "S¨¦ que algunas de mis decisiones han desembocado en p¨¦rdidas terribles; pero no se tomaron a la ligera. S¨¦ que esta guerra es pol¨¦mica. Pero ser presidente exige hacer lo que uno cree que es adecuado y aceptar las consecuencias de ello".