Fernando P¨¦rez rueda 'Madrigal', su proyecto m¨¢s arriesgado
El director cubano la define como una pel¨ªcula de emociones
Tres a?os despu¨¦s del ¨¦xito de la osada e inquietante Suite Habana, Fernando P¨¦rez se lanza de nuevo al vac¨ªo con Madrigal, un intento de "pel¨ªcula abstracta" con la que pretende probarse a s¨ª mismo y probar "hasta d¨®nde puede llegar el lenguaje del cine". A diferencia de su anterior filme, a medio camino entre el documental y la ficci¨®n, Madrigal es pura ficci¨®n y alegor¨ªa. "Sin duda, se trata del proyecto m¨¢s arriesgado que he realizado hasta ahora; a ver qu¨¦ pasa", afirma el director cubano.
"Madrigal es una historia muy fantasiosa donde su protagonista est¨¢ escribiendo un cuento, y cuando termina esa primera historia, el cuento se narra a los espectadores por el propio autor", explica Fernando P¨¦rez. En realidad, la pel¨ªcula est¨¢ integrada por dos narraciones bien diferenciadas, que se cuentan linealmente. La primera transcurre en el mundo del teatro en la Cuba de hoy; la segunda es ciencia-ficci¨®n, "ocurre en un mundo del futuro que se ha convertido en el mundo de Eros, donde la ¨²nica ley es el sexo obligatorio".
Para P¨¦rez, Madrigal supone "un doble desaf¨ªo". "Primero, porque rompe con las leyes de la dramaturgia: cuando uno tiene casi una historia terminada comienza con otra, y ¨¦se es un momento muy dif¨ªcil para el espectador". "En segundo lugar", dice, "quisiera probar c¨®mo el cine puede reflejar la realidad sin reflejarla directamente, sino 'expresando lo invisible', como dec¨ªa David Lynch en una entrevista".
Con Madrigal, Fernando P¨¦rez regresa a su cine m¨¢s simb¨®lico y metaf¨®rico, ya ensayado en Madagascar (1994) y La vida es silbar (1998). Se trata, casi, de una cuesti¨®n existencial. "Yo no quiero hacer de este oficio algo rutinario y mec¨¢nico, no quiero establecer con mi vida una relaci¨®n rutinaria. Quiero comunicar algo, descubrir cosas, arriesgarme, ensayar los l¨ªmites del lenguaje cinematogr¨¢fico", afirma, aunque admite que para el espectador puede ser dif¨ªcil "conectar" con una realidad "abstracta".
En la pel¨ªcula se cuentan dos historias de amor. Una es real, les ocurre a los protagonistas: Javier (Carlos Enrique Almirante), un actor de teatro aficionado, y Luisita (Carla S¨¢nchez); la otra es ficticia, y sucede en el cuento que est¨¢ escribiendo Javier, La flecha rota en el carcaj de Eros, que es un delirio futurista. Pero llega un momento en que se imbrican los puntos de vista, y la frontera entre realidad y ficci¨®n se desdibuja. "M¨¢s que una pel¨ªcula de conceptos es una pel¨ªcula de emociones", considera.
El cuento que escribe el protagonista se nutre de sus vivencias y de lo que le pasa en la historia real, y en este sentido la pel¨ªcula trata de acercarse a c¨®mo es el proceso creativo de una persona, al modo en que la propia vida se convierte en materia prima literaria o cinematogr¨¢fica para un artista. "Tambi¨¦n", afirma P¨¦rez, "hay una reflexi¨®n sobre la p¨¦rdida de la individualidad, sobre c¨®mo en el mundo de hoy se puede llegar a la p¨¦rdida de lo m¨¢s ¨ªntimo a trav¨¦s de la uniformidad y la unificaci¨®n, del concepto de una idea ¨²nica que regula hasta las cosas placenteras".
Madrigal es una coproducci¨®n entre el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢fica (ICAIC) y la productora espa?ola Wanda Films, que ya particip¨® en sus dos ¨²ltimos largometrajes, La vida es silbar (Premio Goya a la mejor pel¨ªcula extranjera de habla hispana) y Suite Habana (2003). Como en la mayor¨ªa de sus anteriores pel¨ªculas, el rodaje se realiza en La Habana, pero la ciudad no es protagonista de este filme, como pasaba en Suite Habana. "S¨®lo mostramos un pedacito de La Habana. La mayor¨ªa son localizaciones cerradas o inventadas por nosotros mismos".
Seg¨²n Fernando P¨¦rez, no se trata de que despu¨¦s de Suite Habana quiera distanciarse de la ciudad que ama y que le alimenta, pero, asegura, que "para que una pel¨ªcula sea profundamente cubana no ha de estar siempre expresada a trav¨¦s de los t¨®picos de la cuban¨ªa".
Actores desconocidos
El realizador cubano Fernando P¨¦rez ha querido dar los papeles protagonistas de Madrigal a actores desconocidos o con muy poca experiencia. Algo que es bastante com¨²n en su cinematograf¨ªa. En esta ocasi¨®n, est¨¢n la espa?ola Carla S¨¢nchez y los cubanos Carlos Enrique Almirante y Liety Chaviano, quienes comparten un tri¨¢ngulo amoroso y llevan el peso de la primera historia.
Junto a ellos act¨²a Luis Alberto Garc¨ªa, uno de los int¨¦rpretes m¨¢s s¨®lidos del cine cubano, con quien P¨¦rez ya ha realizado La vida es silbar y Clandestinos. Otra actriz reconocida es Yailene Sierra, que protagoniz¨® Habana Blues, la ¨²ltima pel¨ªcula de Benito Zambrano. El gui¨®n, como en La vida es silbar, est¨¢ escrito por el propio Fernando P¨¦rez y Eduardo del Llano. La fotograf¨ªa es de Ra¨²l P¨¦rez Ureta, que ha realizado todas sus pel¨ªculas desde 1994.
Babelia
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