"El extremismo se combate con un islam moderado"
"El extremismo [islamista] hay que combatirlo con un enfoque moderado [del islam], no con soluciones policiales", defiende Abdel Mayid al Dneibat, l¨ªder de los Hermanos Musulmanes de Jordania. Al Dneibat, que insiste en el pensamiento moderado y los m¨¦todos pac¨ªficos de su organizaci¨®n, evita cualquier ambig¨¹edad a la hora de condenar los atentados "en Nueva York, Madrid o Irak", pero se?ala que la resistencia contra la ocupaci¨®n es diferente y que las fuerzas extranjeras tienen que abandonar el pa¨ªs vecino para que vuelva la paz.
Al Dneibat tambi¨¦n muestra su disposici¨®n a colaborar con la monarqu¨ªa tras los atentados que sacudieron Jordania el pasado 9 de noviembre. A diferencia de otros pa¨ªses ¨¢rabes, ¨¦sa fue la l¨ªnea de su organizaci¨®n hasta que los triunfos electorales de su rama pol¨ªtica, el Frente de Acci¨®n Isl¨¢mica, en 1989 y 1993, y la paz con Israel, en 1994, abrieron una brecha que se tradujo en numerosas detenciones de sus militantes. Al Dneibat exhibe orgulloso en su despacho de Amm¨¢n el s¨ªmbolo de su organizaci¨®n, un Cor¨¢n enmarcado por dos espadas cruzadas.
"Somos el grupo m¨¢s capaz porque tenemos presencia en todas las capas de la sociedad"
Pregunta. Los atentados del 9 de noviembre supusieron un duro golpe para Jordania. ?Hasta qu¨¦ punto han afectado las relaciones de su asociaci¨®n con el Gobierno?
Respuesta. Los atentados no representan a los musulmanes. Tampoco corresponden a los m¨¦todos de los Hermanos. Nuestra v¨ªa es la de la predicaci¨®n pac¨ªfica. Hemos condenado esos ataques. Todos en el Gobierno coinciden en que tiene que haber un enfoque moderado [del islam] para hacer frente a las ideas extremistas. Como saben que los Hermanos Musulmanes tenemos una forma de pensar moderada que condena esos actos violentos, nos han abierto el camino para que podamos explicar cu¨¢les son nuestras pol¨ªticas. El Gobierno se ha convencido de que debe haber una alternativa que haga frente al extremismo. Los Hermanos Musulmanes somos el grupo m¨¢s capaz porque estamos organizados, tenemos presencia en todas las capas de la sociedad y tenemos miembros a todos los niveles, desde la ¨¦lite y las clases medias hasta los trabajadores y los campesinos. Sin embargo, cuando en el pasado creci¨® nuestra influencia, a nuestros predicadores se les apart¨® de las mezquitas, y eso cre¨® un vac¨ªo que han llenado otras fuerzas y que se ha traducido en la extensi¨®n de una cultura de violencia. Fue una pol¨ªtica err¨®nea que el Gobierno quiere corregir ahora.
P. ?Teme que la nueva ley antiterrorista que prepara el Gobierno pueda afectar a los Hermanos?
R. No necesitamos una nueva ley porque ya tenemos leyes para atajar ese fen¨®meno. Necesitamos un enfoque que no sea puramente de seguridad, porque est¨¢ claro que la v¨ªa policial no resuelve el problema, sino que lo agranda. La soluci¨®n es de car¨¢cter intelectual: di¨¢logo y m¨¢s di¨¢logo entre las diferentes corrientes islamistas, y ampliar el marco de libertad y democracia. La alternativa es la clandestinidad, que crea un ambiente f¨¦rtil para el extremismo. Las leyes que restringen las libertades no s¨®lo afectan a los Hermanos, sino a toda la sociedad. S¨®lo tendr¨ªan resultados negativos. Las leyes actuales son suficientes.
P. Ustedes condenaron los atentados de Amm¨¢n, pero ?c¨®mo perciben la violencia que sacude Irak?
R. Diferenciamos entre resistencia y terrorismo. Resistencia es un derecho leg¨ªtimo reconocido por las leyes internacionales y la ley isl¨¢mica. Pero el terrorismo, que toma por objetivo a ciudadanos, sean diplom¨¢ticos, trabajadores humanitarios u otros, no es resistencia. Hemos condenado los atentados del 11-S, de Madrid, de Londres, y tambi¨¦n los en Irak.
P. ?C¨®mo cree que puede reducirse esa violencia?
R. La principal causa de la violencia en Irak es la ocupaci¨®n, porque profundiza las diferencias y conflictos entre las distintas comunidades, chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos. Antes de la ocupaci¨®n no hab¨ªamos o¨ªdo hablar de esas rivalidades. La ocupaci¨®n da una justificaci¨®n para continuarlas, lo que a su vez justifica el mantenimiento de la presencia extranjera.
P. ?No teme que, si las tropas extranjeras se retiran, Irak se sumerja en una guerra civil?
R. No.
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